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Dardo Gasparré
@dardogasparre
Hay que privatizar las ideas y la gestión. La sociedad debe participar en la reconstrucción de la confianza nacional
Nada más áspero y desagradable que este tema, tanto por la poca capacidad y conocimiento disponible para hacerlo, como por lo poco rentable en la política inmediata. Y por lo poco rentable para los sponsors.
Dos dramas que deberían servir para reflexionar, si alguien quisiera reflexionar.
El escenario político argentino es ya un Grand Guignol. El futuro también.
El populismo peronista sólo se tomará un descanso, y esperará pacientemente el fracaso para volver peores, como hizo a partir de 2015.
La exhortación de colectivero simboliza la decadencia en que ha sido sumida la sociedad.
Pese a tantos eslóganes y frases de campaña, nadie parece estar listo para gobernar la nave a la deriva.
Lo que se sabía desde un comienzo, ahora estalla y escandaliza y enoja a una sociedad saqueada por la prebenda y la corrupción.
Ante el horror del atropello y la brutalidad criminal contra las mujeres; frente a la impunidad del poder y la injusticia.
De a poquito, de a poquito, el sistema económico mundial se parece cada vez más a una dictadura de las novelas distópicas, o a la URSS, ni siquiera a China.
Cuando no hay nada para celebrar y cuando parece que no se aprendió nada.
"Se conmueven del Inca las tumbas” dice el Himno Nacional original, aquel cuya letra escribiera López y Planes. El jueves se conmovieron las tumbas de los grandes patriotas de 1810.
En vez del sueño de que la economía argentina se parezca a la norteamericana, se logró la pesadilla opuesta: que la economía del Norte se parezca a la local.
La terrible venganza del gobierno peronista contra la República y sus ciudadanos, que acaso no termina aquí.
La nación madre de la democracia, otrora custodio del Orden Mundial, pide ayuda a los débiles para mantenerse fuerte.
Símbolo del debate que nadie quiere tener, la disertación de la vicepresidente pareció una rendición y claudicación más que una plataforma política.
No hay duda de que el país tiene todo para crecer y recuperar el bienestar y hasta la grandeza. El problema es que hay que elegir perdedores.
El poliministro kirchnerista, por algo rebautizado Hannibal por la plebe, explicó brutalmente la estrategia política del peronismo y la situación presente y futura del país
De todos los escollos con que se enfrenta el sistema “second to none” hay uno que es el más nocivo y contundente y que la está destruyendo.
Cual enseñara alguna vez Émile Zola, que en 1898 en su artículo de primera plana 'J’Accuse …!' defendió tras un fallo injusto y cruel al militar Alfred Dreyfus, condenado arbitrariamente por el colectivo antisemita como traidor, guardar silencio empieza a parecerse a la cobardía.
La discusión por el valor de las entradas del partidito entre la Selección campeona y Panamá es un síndrome de la enfermedad crónica nacional
En una suerte de retroceso al primitivismo, Argentina sigue buscando la magia milagrosa de un profeta, una pitonisa, un brujo o un manosanta. El mundo parece copiarla.
Una historia nacional llena de semanas trágicas culmina con los últimos cuatro días de vergüenza, decadencia, irresponsabilidad, complicidad con la mafia y control social.
Frente a una campaña electoral donde se vende mucho humo, votar para defender lo que se cree un privilegio o una conquista es autoengañarse.
La casi imposibilidad de tomar en serio a los políticos, o la necesidad de tomar mucho más en serio lo que hacen, o lo que no hacen.
El bot de la felicidad que resuelve todos los problemas de la humanidad se parece demasiado a la burocracia de la fatal arrogancia de Hayek.
La campaña electoral que ya empezó siembra más tristeza y vergüenza sobre el desesperanzador mapa del circo político nacional.