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Dardo Gasparré
@dardogasparre
Una serie de medidas monetaristas han ayudado a dar el primer paso con éxito. Ahora hay que continuar con los pasos acertados
Momento liminar con un giro drástico que puede empezar a revolucionar y resucitar la economía argentina.
Endeudarse para tener más ahorros no es un objetivo coherente ni una decisión comprensible. Un país con tipo de cambio subsidiado.
Una monótona y eterna 'remake' que trajo al país hasta aquí.
Los mil significados de la marcha, la nueva estrategia kirchnerista y una feroz oposición a cualquier cambio.
En un planeta convulsionado y sin gerente del Orden Mundial, la economía norteamericana no puede debilitarse con aranceles y sanciones.
Cuanto menos institucional sean las decisiones, mayor será la necesidad de tener razón, no sólo de creer que se tiene razón.
Estados Unidos no puede salvar al mundo, pero puede condenarlo. La incógnita Donald.
Una teoría económica que el Presidente cita y recomienda, pero que no parece aplicar a la hora de las realidades.
Una historia de ficción que sirve para entender el liberalismo, y la política.
El Gobierno debe retomar su objetivo original para no defraudar al pueblo que hizo su última apuesta: la de su confianza, sus escasos ahorros y su futuro.
La lista de pedidos imprescindible que es el mejor regalo en el árbol de Navidad de los argentinos.
A riesgo de repetir algunos conceptos parece tener sentido repasar los resultados cumplido un cuarto de la gestión del gobierno de LLA.
Como si creyese que el haber detenido la inflación le confiere un salvoconducto de inmunidad, el Gobierno abusa de la tolerancia de la sociedad.
Urge que el presidente se comporte como anhela que se conduzca el argentino medio. Debe ser el espejo en que se mire la sociedad y de paso mirarse él.
Lo peor de la autoinvitación para visitar a Trump es que se crea que puede empujar un milagro salvador.
La particular concepción del presidente electo norteamericano que influirá los próximos cuatro años del mundo.
El primer tramo de la resurrección parece haber culminado con éxito. Ahora empieza lo difícil.
El error de creer que llegará un préstamo milagroso que, esta vez sí, resolverá todos los problemas.
El inversor no se deja seducir por discursos, afirmaciones ni logros que no sean reales. A menos que quiera sacar alguna ventaja.
Resulta imposible poder entender sobre qué versa la discusión política y económica, cuando las palabras no significan nada.
Una marcha masiva para defender un presupuesto que nadie sabe cómo se usa ni los resultados que obtiene, no para defender la educación.
Los argentinos acaban de descubrir que más de la mitad son pobres y buscan desesperadamente un culpable de la mayor de todas las grietas.
La reducción de los tipos de interés americanos está muy lejos de ser una buena noticia, aunque a algunos les convenga circunstancialmente
El nuevo presupuesto obliga al gobierno a mostrar en números concretos sus planes, a explicitarlos claramente y a mantenerlos. Y obliga al Congreso a pensar y definirse. Si quiere
Los graves problemas de la sociedad ocultos e ignorados por una maraña de banalidad y bastardización delberada que resulta muy difícil atribuir a la casualidad.
Una figura que, como la de Rasputin, más allá de su existencia o no, sirve para explicar lo inexplicable.