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Santiago González
* Periodista. Editor de la página web gauchomalo.com.ar
La represión ha sido el instrumento favorito del Gobierno, primero contra la inflación, el gasto y el valor del dólar, y ahora contra el reclamo social.
¿Planea Milei una Argentina convertida en patio de juegos para los fondos de inversión y atendida por sus propios ciudadanos?
Abatida la inflación, controlado el gasto y con el reaseguro del FMI, el gobierno buscar ahora afianzar su dominio sobre la política.
Al describir los desacuerdos con su vicepresidenta, el libertario ofrece las primeras e inquietantes señales sobre su rumbo político.
Superado lo peor de la crisis económica, al gobierno le toca pasar de los números a las palabras: el contexto local y exterior lo favorece.
Intereses económicos y políticos alimentan los desórdenes estudiantiles que alteran la vida universitaria en todo el país.
Milei cuenta todavía con un par de meses para ordenar su gobierno y producir señales claras de recuperación.
El infortunio del pequeño Loan saca a la luz la degradación institucional de la Argentina, pero también insinúa sus remedios.
Entre el recelo de los globalistas y el interés de los soberanistas, Javier Milei ensaya en Europa una difícil posición independiente.
Superado el escollo legislativo, llega el momento de la gestión y con él la necesidad de consolidar un gobierno eficaz.
El Gobierno no logra consolidarse, las cuentas no dan bien, y las fuerzas del cielo envían tres poderosas advertencias.
La sociedad y la cúpula del poder experimentan radicales transformaciones que aun no logran entrar en sintonía.
Por primera vez desde su asunción, Milei se apartó de la retórica libertaria para encarar temas propios de un jefe de Estado
Con una ingenuidad que ya nos costó cara en el pasado, la Argentina elige aliarse a una potencia en retroceso y de dudosa lealtad.
Carente de programa, experiencia y equipo Milei aprende a gobernar gobernando, un drama político y humano hasta ahora sin resultados.
Milei redobla la apuesta para imponer a una población abatida políticas de disciplina económica y social que ya fracasaron dos veces.
Al mejor estilo K, Javier Milei entretiene a sus votantes mientras apuesta a que la economía se recupere a tiempo para las legislativas del 2025
Milei defiende en Davos la concentración capitalista pero fustiga al mismo tiempo las políticas promovidas por las grandes corporaciones.
Agregados de dudosa razonabilidad y coherencia desdibujan y empañan las necesarias reformas políticas y económicas de Milei.
La derogación de la ley de protección deja al país desguarnecido frente a una amenaza de acaparamiento advertida mundialmente.
Aún escuchando y explicando, Milei deberá imponer su programa cuanto antes porque sus enemigos corren contra el mismo reloj.