En Santa Fe, 160 alumnos participan en una prueba piloto con la primera profesora metahumana de la región para enseñar habilidades.

Zoe revoluciona el ámbito educativo argentino

Chris Meniw, su creador, cuenta cómo busca transfor-mar el sistema con una herramienta que se adapta al ritmo de cada alumno. El proyecto nació de la necesidad de un aprendizaje más flexible para preparar a los jóvenes para un mundo donde el conocimiento se duplica velozmente.

“El nuevo ignorante del siglo XXI no va a ser aquel que no sepa leer, sino aquel que no sepa pensar”, destacó a La Prensa Chris Meniw, creador de Zoe, la primera profesora metahumana de Latinoamérica impulsada por inteligencia artificial.

El avatar digital es parte de una prueba piloto, que comenzó el pasado 11 de agosto, que se está llevando a cabo en el colegio San José de Villa Cañás, en la provincia de Santa Fe, donde 160 alumnos de los últimos dos grados de primaria y de todo el secundario se convirtieron en los primeros de América Latina en tener una experiencia directa con una docente enteramente digital.

Su llegada a las aulas no es una anécdota de ciencia ficción, sino un hecho concreto que busca transformar los cimientos del aprendizaje en la región. Detrás de esta iniciativa digital se encuentra Chris Meniw, un em-prendedor argentino, que se encuentra entre los Top 10 Speaker en tecnología de Latinoamérica y es embajador de la ONU y parlamentario mundial de la Educación, entre otros. Para él, Zoe es la respuesta a un sistema que a menudo falla en reconocer la individualidad y el potencial de cada alumno.

El proceso para concretar esta experiencia única en la región fue un arduo camino previo de ocho meses, en los que Meniw tuvo que convencer a directivos y padres de la validez de una idea que a muchos les sonaba disruptiva y arriesgada.

El objetivo de esta prueba piloto no es reemplazar al docente humano, sino transformarlo en un "guía de experiencias educativas y un coach motivacional".

NUEVO PARADIGMA

"Estamos en un nuevo paradigma educativo", afirmó el emprendedor tecnológico con la voz afónica tras días de incesante interés mediático local en su proyecto. Para él, la discusión actual sobre si permitir o no los celulares o ChatGPT en el aula es un debate obsoleto. La verdadera urgencia, asegura, es repensar el sistema educativo por completo. En el mundo ahora lo que importa “no es el conocimiento, que hoy sabemos que se duplica cada 12 horas y para 2030 se duplicará cada 12 minutos".

Ante esta situación, fomentar el pensamiento crítico y despertar la curiosidad en los estudiantes son dos herramientas fundamentales que están contempladas en la metodología de enseñanza de Zoe, que apunta a romper con la monotonía del aula tradicional. La experiencia se estructura en "microsesiones" en video, de entre 8 y 15 minutos, que utilizan "luz, sonido y movimiento" para activar la corteza prefrontal del cerebro. Tras el video, la interacción continúa en un chat de WhatsApp, donde la IA busca despertar la curiosidad del alumno. Zoe busca entablar una comunicación con los alumnos para que estos escriban, piensen y apliquen lo visto a un problema real y personal. Meniw relató un caso práctico al señalar que "La IA te va a llevar a que resuelvas algo. Por ejemplo, un alumno tiene a su papá que tiene una empresa de matafuegos. Entonces, ¿qué podría hacer para mejorar ese lugar? Estamos descubriendo un conflicto de esa persona y la posibilidad de que desarrolle una solución". Se trabaja así la personalización, la metacognición y la resolución de problemas de forma aplicada.

ADAPTABILIDAD

Para comprender la verdadera dimensión del proyecto, es ineludible conocer la historia de su creador. La trayectoria de Chris Meniw es un testimonio de reinvención y aprendizaje continuo que comenzó desde la etapa es-colar, momento en que tuvo que superar dificultades de aprendizaje. Pero su férrea convicción de superar esos desafíos educativos iniciales llevaron a que entablara un destacado recorrido profesional que abarca desde ser abogado hasta ocupar el cargo de director de la Cámara de Comercio Argentino-India, asesor para entidades de gobierno en Dubái, profesor universitario de "Industria 5.0", embajador y fundador de una organización de educación espacial. Meniw es la prueba viviente de la filosofía que busca impartir. "Siempre estoy surfeando, y eso implica un tema de training, de estar cambiando constantemente la forma en que me desempeño y la forma en que aprendo", afirmó el emprendedor.

Esta experiencia multifacética consolidó su convicción de que el modelo educativo tradicional, rígido y estandarizado, ya no responde a las necesidades del siglo XXI. Su motivación para crear a Zoe nace de una idea central planteada en la necesidad de ofrecer una herramienta que respete la individualidad y los tiempos de cada persona. Para Meniw, es fundamental que la tecnología actúe como una guía personalizada, un "Jarvis educativo" que permita a cada estudiante seguir su propio ritmo de aprendizaje. La meta es que el alumno pueda establecer una conexión genuina con el conocimiento, en lugar de recibirlo de forma impuesta.

El camino para materializar esta visión no fue sencillo. Tras una asociación fallida con un socio extranjero cuya visión estaba más centrada en lo económico que en el impacto social, Meniw tuvo que buscar nuevos apoyos. Encontró a un empresario privado en Argentina que lo ayudó a financiar el proyecto, pero, aun así, la tarea de encontrar una institución dispuesta a innovar fue titánica. HUMANIZAR EL AULA

La iniciativa digital no pretende sustituir a los docentes. De hecho, la visión de Meniw es que la IA debe potenciar su rol. La propuesta es que Zoe y otras herramientas se encarguen de las tareas repetitivas y de la transmisión de información, liberando a los maestros para que puedan enfocarse en lo que una máquina jamás podrá hacer como "ser un guía de experiencias educativas, un coach motivacional y, sobre todo, cumplir el rol de humanizar en el aula". Además, Meniw sostuvo que en un mundo donde se interactúa cada vez más a través de pantallas, la labor de reconectar con lo humano es fundamental.

Su modelo ideal es el del "aula invertida". “En lugar de dar una clase sobre el descubrimiento de América, el profesor podría pedir a los alumnos que investiguen el tema en casa usando ChatGPT. Al día siguiente, el aula se convertiría en un foro de debate. Seguramente a alguno le va a saltar que Colón no descubrió América, que fueron los vikingos. Entonces se pue-de debatir y reflexionar sobre ¿cómo hubiese sido América Latina sin que Colón la descubra?", señaló el especialista en tecnología.

En tanto, este enfoque busca transformar a los alumnos de receptores pasivos a protagonistas activos de su aprendizaje.

FUTURO URGENTE

Para Chris Meniw, la creación de Zoe no es un lujo ni un experimento aislado, sino una respuesta necesaria a una crisis que avanza a una velocidad vertiginosa. Su visión del futuro es tan fascinante como alarmante, y la urgencia de su mensaje radica en la abismal brecha entre el ritmo del cambio tecnológico y la inercia del sistema educativo.

"Las currículas educativas en Argentina y en América Latina, para actualizarse, tardan entre cuatro y cinco años. No están a la par de cómo se duplica el conocimiento”, se lamentó el emprendedor argentino.

Este desfase, advierte, está creando una generación de "analfabetos funcionales que son personas que saben leer las palabras, pero son incapaces de comprender un texto o una idea compleja”.

La inacción tiene un costo social que Meniw considera catastrófico. Su mayor temor no es un futuro de robots que dominan a los humanos, sino una fractura dentro de la propia humanidad. "No vamos a un mundo de ricos y de pobres, vamos a un mundo de superhumanos y gente prescindible", señaló preocupado.

Según su visión, en un porvenir cercano, en 10 o 15 años, habrá una élite que podrá acceder a tecnologías para aumentar su biología, como implantes cerebrales, convirtiéndose en una nueva especie de "superhumanos". Del otro lado, quedará una mayoría desconectada de este avance, una "gente prescindible" que tendrá problemas de comunicarse frente a los acelerados avances.

La advertencia es cruda, sobre todo para un país donde, según sus palabras, "la mitad de los chicos que son pobres" ya parten en desventaja en esta carrera desigual.

Este panorama se agrava por una crisis de interés. Los jóvenes perciben la obsolescencia del sistema y pierden la motivación para estudiar. "Se van a platear preguntas como para qué voy a estudiar si la IA en 30 segundos me hizo una demanda, una tesis o hasta un libro", reflexionó el especialista en industria 5.0 y nuevas tecnologías.

Esta apatía, combinada con factores demográficos, ya está impactando en el mundo. Meniw citó informes de prestigiosas universidades como Harvard que proyectan que más del 40% de las universidades en Estados Unidos podrían cerrar o fusionarse por la simple razón de que no hay suficientes jóvenes que se inscriban en ellas. El problema no está solo en los alumnos, sino también en quienes enseñan. El sistema enfrenta un abismo generacional y tecnológico en que el 86% de los estudian-tes ya utiliza herramientas como ChatGPT, pero en su mayoría lo hacen mal, sin una guía adecuada. Mientras tanto, se estima que solo entre el 4% y el 8% de los docentes en la región comprende realmente qué es y cómo funciona la inteligencia artificial. La mayoría, según Meniw, "dan sus clases como mucho en un Power-Point".

Frente a esta tormenta perfecta, Meniw expresa su frustración por la falta de atención que recibe el tema. "Deberían estar todos los días los medios hablando de educación", comentó el especialista, pero admitió que esto no está sucediendo en el centro del debate político ni mediático, y mientras se discuten problemas coyunturales, se está gestando una crisis estructural de consecuencias impredecibles.

“Creo que Zoe es más que una profesora con IA, es también una oportunidad de forzar una conversación y de demostrar con hechos que otro modelo no solo es posible, sino urgentemente necesario”, concluyó Chris Meniw.

 

 

 

 

Foto 2:

 

Chris Meniw, creador de Zoe.

 

Foto 3:

 

En una era de información infinita, la ignorancia no es falta de acceso a la lectura, sino falta de pensamiento crítico.