Y un día, Román volvió a ser feliz

Por un día, el tiempo se paralizó para Juan Román Riquelme. Por un día, volvieron a pleno los recuerdos que dejó dentro de la cancha, con goles propios y los que le hizo convertir a sus compañeros, gambetas y lujos que vivirán por siempre en el corazón del hincha xeneize.

Por un día, Román volvió a ser feliz y recibió su primera gran ovación a las 18:21 cuando pisó el césped de la Bombonera por última vez como futbolista profesional.

Si, pese a que tardó un poquito más de nueve años para dar ese paso final, muy lejos de aquel 11 de mayo de 2014, fecha en que vistió por última vez la camiseta de Boca, en el triunfo 3-1 frente a Lanús,  pero no hay hincha que pueda olvidar todos los momentos gloriosos que disfrutó de la mano del que es, acaso, el máximo ídolo de la historia del club.

De su mano, el club de la ribera ganó los torneos Apertura 1998, 2000 y 2011, más el Clausura 2009 y la Copa Argentina 2011-12.; las Copas Libertadores 2000, 2001 y 2007, más la Intercontinental 2000 y la Recopa sudamericana 2008.  El partido, la excusa para el festejo,lo ganó Boca por 5.-3. Y el cierre fue a puro agradecimiento. A los hinchas: “Ustedes son todo para mí. Me han ovacionado desde el primer día y se los agradezco. Siempre le pido a Dios que sigamos teniéndonos este respeto”.

A los entrenadores: “José (Pekerman), usted fue mi entrenador desde chico, lo quiero mucho. Usted, mucho Coco (Alfio Basile), me enseñó cómo es la vida Gracias por todo”, siguíó.

Y remató: “Acá el señor (Carlos Bianchi). Usted llegó en 1998 y es el culpable de que todos los bosteros pensemos que ganar la  Copa Libertadores es fácil. Usted nos enseñó a competir, a ser los mejores”.

El final fue para Diego Maradona y Lionel Messi: “Me tocó jugar con Maradona. De chiquito fue lo más grande que vi. Y de viejo me tocó otro fenómeno (por Messi). No sé si es más grande o más chico que Maradona pero está acá y estoy muy agradecido”.