Vindicación literaria de un prócer olvidado

El Diablo

Por Florencia Canale

Planeta. 417 páginas.

 

Tal vez en verano, sobre una reposera, con jugo y playa sea la más placentera forma de leer este libro que invita a recorrer sus páginas de una manera amable, suave, sin sobreentendidos ni muchas complicaciones.

El Diablo es la undécima novela de Florencia Canale, quien se convirtió en una referente ineludible dentro del género de la novela romántica histórica.

En este caso, el libro está dedicado a Bernardo de Monteagudo, prócer argentino, olvidado o silenciado con una historia fascinante.

De origen humilde, hijo de una esclava mulata, mulato él, Monteagudo logró imponerse al racismo y ocupar sitios de poder. Además de conquistar un gran número de mujeres con su carisma y seducción.

Es decir, daba para un novelón, uno más de lo que Canale tiene reservados para sus lectores, esos que ella misma alguna vez recomendó si alguien quiere sumergirse en un pasado donde no hay incertidumbre posible.

ESTILO

Con un estilo claro y semiperiodístico, Canale escribe sobre el hombre que logró convertirse en el editor de la Gazeta de Buenos Aires, trabajó al lado de San Martín y Bolívar y fue parte de la Revolución de Chuquisaca un año antes de la de Mayo.

En sus páginas, la autora también revela que Remedios de Escalada le fue infiel a San Martín con Monteagudo.

Definido como casanova por Canale, en la trama de El Diablo, Monteagudo logra una justa reivindicación de su vida fascinante.

De vuelta, una obra que resulta ideal para llevarse a la playa y que se antoja ideal para olvidarnos, por un rato al menos, de cualquier problema que pueda abrumarnos.