"Qué gran negocio para el que vendió las banderas"… La ironía de Pedro Delgado Robledo, famoso en el mundo del ciclismo simplemente como Perico Robledo, marcó la grieta. El hombre es uno de los comentaristas principales de la RTVE, la corporación de Radio y Televisión española que sigue de cerca los acontecimientos de La Vuelta a España y se cansó. Dio su opinión sobre las protestas pro Palestina que el martes volvieron a sacudir una de las tres grandes competencias del ciclismo planetario. Y se armó la polémica.
El 23 de agosto se puso en marcha La Vuelta, la carrera por etapas que debería recorrer 3.185,9 kilómetros, pero que esta vez será un poco más corta. En realidad, todavía no se sabe cuándo ni cómo terminará. La competencia que se divide en 21 etapas (y suma dos días de descanso intercalados, el mismo formato que tienen el Tour de France y el Giro de Italia que ya se corrieron este año) y que integra la trilogía de las carreras de bicis más importantes del planeta, es noticia por estas horas. No por el andar del implacable líder danés Jonas Vingegaard, sino por el peligro que acecha a los participantes cada vez que salen a pedalear.
La gesta se largó en Turín y debería finalizar el 14 de septiembre, en Madrid. Su extenso recorrido esta vez la hizo atravesar Italia, Francia y Andorra antes de llegar a su destino final en España. Pero nadie sabe, hoy por hoy, si se podrá respetar el cronograma establecido. La participación del Israel Premier Tech en la odisea española generó protestas desde la semana pasada y obligó a los organizadores a acortar la llegada del miércoles 3 de septiembre a Bilbao. Y también la del martes, que debió detener su marcha de la etapa 16, cuando faltaban ocho kilómetros para la meta prevista en Mos, Pontevedra.
Los españoles son, en gran medida, simpatizantes de la causa palestina. El gobierno de España se muestra muy crítico con la invasión militar de Israel a Gaza, conflicto que acumula miles y miles de civiles muertos en represalia por los ataques de Hamás en octubre de 2023. Una guerra dispar que no tiene fin. Y los activistas aprovechan la ocasión para darle más visibilidad al conflicto, atacando al equipo israelí que participa de la competencia. También absurdo el asunto.
Directamente, los manifestantes piden que se retire de La Vuelta el Israel Premier Tech. Pero los participantes del equipo advirtieron que dejar la carrera sentaría un precedente peligroso. Y un detalle: apenas uno de los ciclistas del team en la Vuelta es israelí. Se llama Nadav Raisberg y tiene 24 años. El resto son, todos, nacidos en otros países.
En medio de un clima enrarecido, después de que la semana pasada sucediera algo similar, el martes se acortó de manera abrupta la etapa 16. La decisión de las autoridades llegó cuando cientos de manifestantes se reunieron cerca de la meta que se había fijado para esa jornada, en el noroeste de España. La policía quiso actuar pero no logró dispersar a la totalidad de los revoltosos, quines intentaron bloquear el paso de la furgoneta de apoyo del equipo israelí…
Mientras, los muchachos que representan al Israel Premier Tech visten, desde el sábado, nuevos uniformes sin el nombre del equipo. Tratan de pasar inadvertidos para salvaguardar sus vidas. Pero, así y todo, el domingo un manifestante que portaba la bandera palestina fue detenido después de intentar invadir la ruta frente al paso de los ciclistas y causó la caída de dos de ellos. Javi Romo sufrió las consecuencias y tuvo que retirarse de la carrera. Romo es español, tiene de 26 años y representa al Movistar Team. Aunque no sufrió lesiones graves, quedó con numerosas contusiones que le causaron dolor y el martes decidió abandonar.
La semana pasada lo mismo sucedió con la etapa 11. Ese día los organizadores de la carrera ni siquiera pudieron determinar un ganador. Una interrupción de los protestantes cerca de la línea de meta de Bilbao, en el País Vasco, hizo trizas la cuentas de los jurados.
El miércoles fue un día tranquilo… Por lo menos los corredores llegaron a la meta fijada en Alto de El Morredero. El jueves también los ciclistas pudieron arribar a destino, en Valladolid. Pero la gran incógnita sigue siendo qué pasará el en la etapa final en Madrid, el domingo.
Mientras tanto, el Consejo Superior de Deportes español (CSD) emitió un comunicado. Allí dijo que "comprende la indignación ciudadana ante la flagrante vulneración de los Derechos Humanos en Gaza", pero pidió a los manifestantes contrarios a la participación del Israel Premier Tech en La Vuelta que preserven la "seguridad de los deportistas".
Hoy el paisaje de la competencia convive con pancartas, cantos hostiles, cortes de rutas y banderas multicolores. Las autoridades refuerzan todos los días la seguridad y ordenan cambios de itinerarios. Los chicos del equipo israelí camuflan sus camisetas y algunas voces se alzan para decir lo suyo.
“Pienso que quienes están protestando lo hacen aquí porque necesitan un foro donde ser escuchados. Necesitan que los medios les den el espacio. Por supuesto, en cierta medida, es una pena que ocurra. Creo que eso pensamos muchos de los corredores… Pero sí pienso que, simplemente, están desesperados por ser escuchados”, dijo con empatía Vingegaard, el líder de la carrera, quien ganó dos veces el Tour de France y es el gran candidato a quedarse con La Vuelta este año.
Mientras tanto, la página oficial de la competencia sostiene una leyenda que dice: ´´La Vuelta es más que una carrera. Más que una competición. Más que una línea de meta. La Vuelta es Más. Es solidaridad, sostenibilidad y orgullo por lo nuestro. Apoyada en cuatro pilares -deporte, causas sociales, medioambiente y turismo nacional-, esta iniciativa pedalea por un país más conectado, consciente y lleno de vida´´. Una vida que poco se parece a la que transcurre en la Franja de Gaza.