La trata de niños en ‘Sonido de libertad’

Una película polémica y fallida


‘Sonido de libertad’ (‘Sound of freedom’, Estados Unidos, 2023). Dirección: Alejandro Monteverde. Guion: Rod Barr, Marlene Rodríguez, Alejandro Monteverde. Música: Javier Navarrete. Actores: Jim Caviezel, Mira Sorvino, Bill Camp, José Zuñiga. Clasificación: apta para mayores de 16 años.


Llegó a los cines de los Estados Unidos el 4 de julio pasado (éxito de taquilla allí) y se estrena hoy en Latinoamérica la última película protagonizada por Jim Caviezel (‘La pasión de Cristo’) y dirigida por el realizador mexicano Alejandro Monteverde (‘Bella’, ‘El gran pequeño’). Se ha hablado mucho sobre este filme, ya sea por su particular modo de financiación (un crowdfunding llevado a cabo por Angel Studios) y por tener el apoyo de grupos ultrarreligiosos y sectores de derecha, pero sobre ninguno de esos tópicos se hará aquí especial hincapié.

La película narra la historia real de Timothy Ballard (Caviezel), un agente especial religioso y padre de familia que se dedica a investigar a quienes tienen y distribuyen pornografía infantil. El secuestro de Miguel y Lucía en Honduras toca la puerta de Ballard, quien decide ir más allá de su labor e involucrarse, a partir de este caso, en la investigación de una red de trata de niños y adolescentes para lograr encarcelar a quienes están detrás y rescatar a las víctimas, utilizadas como esclavos sexuales de sus perpetradores.

El tema que trata ‘Sonido de libertad’ resulta interesante para reflexionar sobre ciertas cuestiones. Cuando el espectador sabe que lo que ve en la pantalla son recreaciones ficticias de hechos que sí sucedieron (en mayor o menor medida), se produce, en general, un impacto determinado. En esta línea, cuando el tema toca fibras sensibles como lo son la vejación de niños y la afectación de su integridad, mayor es la posibilidad de que la audiencia transite bronca, dolor, pena, angustia, etcétera.

Sentada la importancia del tema, cabe referirse a la película por los aspectos que la componen: dirección, guion, construcción de personajes, rubros técnicos, entre otros. En ese sentido, y sin duda el más importante a los efectos de este texto, ‘Sonido de libertad’ resulta endeble, previsible y subrayada.

GOLPES BAJOS

El caso real se narra en la película de forma estructurada y con una apelación constante a la emoción del espectador. Los golpes bajos, representados en muchas escenas hasta el agobio, se ven amplificados innecesariamente por música no diegética constante y, en varias ocasiones, para nada pertinente (algunas canciones muy reconocibles parecen insertadas con errado criterio en determinados pasajes del filme).

Caviezel está comprometido con su personaje y brinda una notable actuación, lamentablemente opacada por una dirección fallida que recurrió a lugares comunes en una película sobre un asunto más que valioso, pero ejecutado de forma equivocada.

Calificación: Regular