Una noche entre carnes de primera

La parrilla 'Hierro', una de las más cotizadas de la Ciudad, ofreció un agasajo con sus mejores cortes y vegetales orgánicos de estación cocidos con quebracho colorado.

Palermo. Una hermosa barra para sentarse solo o con amigos. Mesas dispuestas de manera espaciada para comer tranquilo. Así es el escenario de ‘Hierro’, parrilla que está logrando consolidarse como una de las preferidas de la Ciudad -y que también tiene sede en Nordelta-

Esta noche el lugar agasaja a los periodistas y quien recibe es Santiago Lambardi, uno de los socios. Apasionado, charlador y con mucho conocimiento de lo que ofrece, Lambardi quiere mostrar todas las delicias de su restaurante. Los invitados escuchan.

“Vamos a ir bajando al centro de la mesa algunas cositas que, creemos, suenan más representativas de 'Hierro' -explica ante los comensales-. Van a arrancar por una empanada frita de ternera cortada a cuchillo. La masa la hacemos nosotros y buscamos que sea crocante, bien sabrosa, pero que no absorba aceite”.

Efectivamente, las empanadas presentadas por Lambardi resultan bien sustanciosas. Ricas como aperitivo de una noche que tendrá a la carne como protagonista -y a varias otras exquisiteces-.

Un rato después, aparecen en la mesa las mollejas. “Vienen con un salmoriglio y un puré de coliflor y ajos asados -señala el anfitrión-. Además, las acompañamos con una provoleta que sale crocante por fuera y jugosa por dentro. Trae un durazno asado, con clavo de olor y un poco de polvo de aceitunas negras”. Todo se ve y resulta muy rico. En otras mesas, los clientes también disfrutan de platos similares.

Después de finiquitar las entradas -había hambre, parece-, los periodistas esperan los principales. Pero Lambardi hace un recordatorio: “También vamos a ofrecerles un plato vegetariano”.

Precisamente, a pesar de tratarse de una parrilla, 'Hierro' parece cuidar mucho a ese otro público, cada vez más numeroso, que no come carne. “Nos gusta y nos parece muy atractivo -dice- rodear a nuestro producto estrella con buenas cosas vegetarianas”. Y, entonces, en la mesa traen un coliflor asado con humus de zanahoria, naranja y tomillo, además de almendras tostadas. Sabores sutiles y muy agradables.

PRINCIPALES

Y por fin llega lo más esperado de la noche. “De principal seleccionamos un ojo de bife que, como toda nuestra carne, está madurada unos 30 días -explica el chef, quien va y viene durante toda la noche-. Van a probar también un asado banderita (riquísimo). Lo acompañamos con palta a la parrilla y un dressing cremoso de hierbas, mix orgánico con un poquito de almíbar de limón para realzar los sabores”.

También se sirven, para acompañar, un clásico milhojas de papas y zanahorias ahumadas con jengibre, huevo poché y un poco de cilantro fresco.
A esta altura, los periodistas charlan más -el rico vino ayuda-. De las carnes, queda poco y nada en la mesa. Todos disfrutan.

La experiencia se completa con versiones de los postres tradicionales, queso y dulce y flan casero; y exquisitas creaciones como el triple dulce de leche, que se aconseja para compartir.

“Ojalá hayan disfrutado y espero que vuelvan”, dice Lambardi entre sonrisas antes de despedirse. Definitivamente, vale la pena volver. Rica comida y atención sobran en ‘Hierro’ si la idea es agasajar y agasajarse.

 

'Hierro'

Costa Rica 5602 (Palermo)/ Boulevard del Mirador 220, Nordelta

Martes a sábados de 12 a 1; domingo y lunes de 12 a 19.

@'Hierro'.palermo