Una nieta de Napoleón en Buenos Aires

Alejandro Florián José Colonna-Walewski nació cerca de Varsovia en Polonia el 4 de mayo de 1810, hijo ilegítimo de Napoleón Bonaparte y de su amante la condesa polaca María Walewska. Ella lo llevó a visitar a su padre en 1814 en el destierro de la isla de Elba, pero éste ya dos años antes lo había nombrado conde e integrado a la nobleza imperial.

Se naturalizó francés, en 1831 casó con Catherine Montagú, hija del sexto conde de Sandwich, con quien tuvo dos hijos. La esposa falleció dos años después y también los hijos en 1833 y 1835. Por esta causa seguramente pidió ser trasladado al Africa donde se alistó en la Legión Extranjera, y se ocupó de los asuntos árabes en Orán. De regreso a París se dedicó a escribir notas, comentarios para la prensa y el teatro, también se desempeñó como diplomático.

En 1846, se volvió a casar con María Ana Catherine Clarissa Cassandra di Ricci, hija del conde de Ricci y de Isabella Poniatowska. El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Francois Guizot lo envió para negociar en nombre de su gobierno, con el brigadier Juan Manuel de Rosas a causa del bloqueo francés del puerto de Buenos Aires, al mismo tiempo que Inglaterra enviaba a Lord Howden.­

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MISION EXTRAORDINARIA­

­El 9 de mayo de 1847, llego al puerto de Buenos Aires el conde con su mujer. Al día siguiente La Gaceta Mercantil daba cuenta de la llegada del enviado en misión extraordinaria y desembarco en nuestra puerto. No conformes con eso los redactores del diario al día siguiente detallaron la relación de los saludos de etiqueta prodigados a él y a Lord Howden.

Rosas se preocupó en extremo por la comodidad del enviado francés y su mujer, alojándolos en una vivienda especialmente preparada en la calle Piedad 177, hoy Bartolomé Mitre de la antigua numeración. Sin duda, el gobernador estaba enterado que la condesa viajaba embarazada y deseaba prodigarle todas las atenciones del caso.­

El 12 de mayo la Condesa dio luz a su hija Isabel, episodio que mereció un saludo de la redacción de La Gaceta Mercantil, ``a la señorita condesa Walewski, que dio a luz una nula en esta ciudad el día 12, es decir cuatro días después de su llegada''.

Lamentablemente la niña nació con graves complicaciones de salud y para su atención Rosas envió a su médico particular el doctor Lepper. El 13 de junio en la parroquia de la Catedral como se llamaba entonces a la de Nuestra Señora de la Merced fue bautizada la niña por el Pbro. Pedro Durand con los nombres de Isabel Batilda Elisa, actuando como padrinos el jefe de la escuadra francesa almirante Fortunato José Le Predour y su esposa doña Gracia, vizcondesa de Chavannes.­

Pese a los diligentes cuidados la niña falleció y el 2 de julio de 1847 fue sepultada en la Recoleta, según consta en el libro de inhumaciones de mujeres Nº 5, folio 395.

Durante la reforma al cementerio en la intendencia de Torcuato de Alvear en 1881, se perdió el rastro de la tumba, aunque también se dice, aunque sin documentación que lo acredite descansa en la de Mariquita Sánchez, a quien sus padres habían conocido en Montevideo, donde ella se encontraba exiliada y por otra parte era la ex mujer de un antiguo ministro francés acreditado en Buenos Aires.­

Así es que los restos de una nieta de Napoleón a la que La Gaceta Mercantil dio su bienvenida al mundo, descansan en Buenos Aires. El Conde Walewski y su mujer a los dos días de sepultar a su hija fracasada la misión diplomática que los había traído al Río de la Plata, partieron rumbo a Montevideo y luego a Francia.­

Parece ser que el conde trajo de Europa un magnifico carruaje, que también quedó en Buenos Aires, y se conservó en poder del general Angel Pacheco y a la muerte de José Pacheco Alvear en 1981 se remató, comprándolo el Jockey Club de Buenos Aires quien lo ostenta con legítimo orgullo. Una de las fotos del magnífico carruaje ilustra esta nota en la residencia de la familia Pacheco Alvear en el Talar.­

El conde Walewski volvió a Francia, se desempeñó como diplomático y fue ministro de Asuntos Exteriores de ese país, donde murió el 27 de octubre de 1868. En la fiesta nacional de Polonia, lo evocamos ya que su nombre quedó ligado para siempre de algún modo a esta tierra y Buenos Aires es el lugar de descanso de su pequeña hija.­