Las experiencias difíciles pueden dejar profundas heridas emocionales
Una mirada al trauma y su recuperación
En un dialogó con La Prensa Laura Blanco, experta en trauma y psicotraumatología, explicó las herramientas que ofrece la psicoterapia moderna.
En los últimos años, la Argentina tuvo un aumento significativo en la demanda de atención en salud mental, un dato reflejado en la mayor cantidad de consultas en hospitales, centros de salud y consultorios privados.
La pandemia ha dejado una profunda huella en la estabilidad emocional de los argentinos. Las consecuencias devastadoras de la crisis sanitaria, con la pérdida de más de 130 mil vidas, el aumento de la violencia doméstica, la desocupación y la incertidumbre económica, han generado un deterioro significativo en el bienestar psicológico de la población.
El complejo mundo de las heridas emocionales pueden dejar experiencias difíciles en la vida de las personas. "En psicotraumatología, diferenciamos entre trauma único y trauma complejo", explicó a La Prensa la psicóloga Laura Blanco, experta en trauma y psicotraumatología.
"El trauma único es un evento puntual, como un robo o un accidente, que genera un cuadro de estrés postraumático con síntomas como pensamientos intrusivos, ansiedad, pesadillas y flashbacks", señaló la especialista.
Por otro lado, el trauma complejo se refiere a la acumulación de eventos traumáticos, como la violencia doméstica o el abuso infantil. "Cuanto más cercano es el vínculo con el agresor y más temprano ocurre el trauma, mayores son las consecuencias", añadió Blanco.
La pandemia, con su impacto económico y social, también ha dejado huellas emocionales. "El trauma es subjetivo", aclaró la profesional y añadió que "No todos lo vivimos de la misma manera. Las redes de apoyo y la situación personal influyen en cómo cada uno afronta una situación difícil".
Blanco explicó que la mente puede reprimir el recuerdo de un evento traumático como mecanismo de supervivencia. "A través de la disociación, el recuerdo queda 'guardado' para que la persona pueda seguir con su vida. Sin embargo, ciertos olores, emociones o situaciones pueden reactivar el recuerdo, generando malestar y abrumación", puntualizó la psicóloga.
UNA TERAPIA INNOVADORA
La psicóloga Laura Blanco es especialista en Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (MDR), una terapia recomendada por la Organización Mundial de la Salud para el tratamiento del trauma. "MDR se basa en las neurociencias y utiliza la estimulación bilateral para activar la capacidad natural del cerebro de convertir la experiencia en aprendizaje. El proceso terapéutico implica crear un espacio seguro y de confianza. Se trabaja con cada evento traumático, neutralizando su impacto emocional hasta que el recuerdo deja de perturbar", explicó la especialista.
La duración del tratamiento varía según la complejidad del trauma. "No es lo mismo un evento puntual que una historia de vida traumática. En algunos casos, el proceso puede llevar años", aclaró la especialista.
SANAR EL PASADO
"Lo que se limpia con MDR, se limpió. El recuerdo puede permanecer, pero deja de generar malestar. Es un proceso irreversible", específico Blanco.
En su consultorio o de forma virtual la psicóloga atiende a pacientes que llegan con traumas dolorosos. Los ve fuertemente impactados en su bienestar mental, pero de a poco y de forma respetuosa desarrolla un programa terapéutico y formativo para abordar el trauma del abuso. "El programa se basa en la psicoeducación y la psicotraumatología. Está dirigido tanto a personas que buscan sanar sus propias heridas como a profesionales que desean formarse en el área", explicó que tuvo un aumento significativo en su sitio web de consultas después de la pandemia.
"El trauma puede dejar huellas profundas, pero es posible sanar. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden liberarse del peso del pasado y vivir una vida plena", concluyó la psicóloga.