MIRADOR POLITICO

Una elección sin precedentes

La elección de octubre presenta características que van a contramano de la lógica política habitual, pero los políticos siguen abordándola con las estrategias de siempre.

Por ejemplo, se va a votar en medio de un fuerte ajuste económico y el oficialismo aparece en las encuestas como el ganador más probable, mientras que el principal argumento de la oposición consiste en acusarlo de “cruel” e “insensible” sin tomar nota de que el actual presidente arrasó en el balotaje hace apenas dos años blandiendo una motosierra.

Otra característica llamativa es que los principales contendientes, Javier Milei y Cristina Kirchner, no figurarán en las boletas, pero lo que representan políticamente definirá el resultado. Poco importa que la expresidenta esté presa y con tobillera. La campaña va a convertirla en el símbolo de la oposición mal que le pese a la dirigencia del PJ y al resto de los opositores.

Por eso, el protagonismo de Milei y CFK explica la oferta electoral.

En el oficialismo, buena parte del gabinete figurará en las listas, mientras que en el peronismo abundan las candidaturas “testimoniales”. Lo que importa no es quiénes ocupen las bancas, sino quiénes representan más claramente los “modelos” en disputa. El del orden fiscal y monetario con recorte del gasto público y baja de la actividad o el inflacionario basado en el consumo interno y la emisión.

Otra curiosidad es que la oposición sólo cambió de nombre. Se llamaba Frente de Todos hace dos años y ahora Fuerza Patria, pero sus dirigentes y sus candidatos son los mismos. ¿Cuál es la posibilidad real de ganar de los que vienen de perder? ¿El espanto real o supuesto por la gestión de Milei? ¿Tanto confía la jefa del peronismo en el carisma electoral de Sergio Massa, Máximo Kirchner y Juan Grabois?

La oposición peronista no sólo repite los nombres, sino también las “ideas”. Días atrás el oficialismo difundió por las redes un video trucado en el que aparecía Axel Kicillof admitiendo que el peronismo no tenía una propuesta alternativa y que la tenía que pensar.

La falsa declaración fue repudiada masivamente sin advertir los peronistas que le hacían el juego a los falsarios, porque constituye un hecho que el peronismo critica las medidas del Gobierno, pero no propone otra “solución” que la de volver a un pasado calamitoso. Para el kirchnerismo la crítica al adversario sustituye la autocrítica, lo que facilita al Gobierno aplicar la estrategia que más le conviene: la de la polarización.

También resulta cada vez más evidente que el mejor aliado del Gobierno no es Mauricio Macri, ni los sectores del PRO o la UCR con los que los hermanos Milei armaron alianzas, sino Cristina Kirchner que se propone utilizar la campaña electoral como una cuarta instancia de apelación judicial tras ser condenada en las tres anteriores.

Busca reivindicarse antes que aumentar los bloques peronistas del Congreso. Ese objetivo personal deja fuera de juego al resto de la oposición.