De visita en Buenos Aires, la italiana Paola Cortellesi presenta su ópera prima

Una directora novel que denuncia desde el cine la violencia machista

‘Siempre nos quedará un mañana’ se convirtió en un fenómeno de taquilla que superó a ‘Barbie’ y ‘Oppenheimer’ en la península. La realizadora habla de su propia experiencia profesional en un mundo dominado por hombres.

La Semana de Cine Italiano, en su décima edición, reúne doce películas (continúa hasta el miércoles en Cinépolis Recoleta). Cuatro directores noveles dan a conocer sus obras, junto con otros consagrados como Marco Bellocchio, Nanni Moretti y Alice Rohrwacher. Una variedad donde confluyen todos los géneros y temas como la violencia, la religión o el feminismo permite tomar contacto con un cine vivo. Un cine actual donde la herencia del neorrealismo nos sorprende, como sucede con una de las películas de la muestra, la que abrió la Semana, ‘Siempre nos quedará un mañana’, de Paola Cortellesi, ópera prima en blanco y negro sobre la violencia familiar en la posguerra, que se convirtió en un fenómeno europeo de taquilla con seis millones de espectadores en poco menos de cinco meses.

También la muestra incluye la presencia de invitados como la directora Laura Luchetti, que trae una versión de la obra de Cesare Pavese ‘La bella estate’ (‘El lindo verano’), y el director de ‘Mimí, el príncipe de las tinieblas’, Brando De Sica, nieto del recordado director de ‘Pan amor y fantasía.

UN FENOMENO

Paola Cortellesi recibe a La Prensa con simpatía y un llamativo histrionismo. Parece tener muchos menos años de los cincuenta que acusa. Reconoce que hacía un tiempo que la rondaba la figura de Delia, sufrida protagonista de ‘Siempre nos quedará un mañana’, y que nunca pensó que la película tendría el abrumador éxito que está teniendo en taquilla, ni la cantidad de distinciones que cosecha (19 postulaciones a los premios del cine italiano, los David de Donatello, sin contar los reconocimientos internacionales).

Tampoco parece haber imaginado que tan pronto concretaría esta ópera prima, a pesar de tener una amplísima carrera como actriz y cantante. Eso sí, desde siempre imaginó esa impactante primera escena de la película que muestra el despertar de Delia y de ese marido que le da una bofetada sin mediar palabra. A pesar de eso, Delia, sumisa y acostumbrada a la violencia doméstica, no abre la boca ni pide explicaciones y comienza sus tareas cotidianas como si tal cosa.

Un detalle importante de ‘Siempre nos quedará un mañana’ es que todas las escenas fueron ensayadas previamente. “Trabajé con los actores durante tres semanas ensayando como en el teatro. Así podía ver lo que luego se modificaría en el guion. Después de eso me ocupaba de las luces, el sonido”. Hay que recordar que en el filme Paola no sólo dirige sino que también es la protagonista.

RELATOS

Durante muchos años, la realizadora escuchó relatos de parientes y amigas, de abuelas y conocidas que le hablaron de una manera u otra de esa violencia doméstica que por capas se acumulaba dejando rastros que en épocas recientes parecen haberse solidificado hasta estallar.

Actriz de más de treinta películas, cantante desde los trece, la Cortellesi reconoce que en esa larga carrera no sufrió violencia física, pero llamativamente una vez (y quizás alguna más), ya siendo profesional, notó que en alguna reunión importante con hombres, a pesar de tomar decisiones conjuntas, “ellos no escuchaban mis propuestas, ni siquiera se dirigían a mí. A eso se sumó con el tiempo que las actrices ganábamos menos que los hombres”. Entonces surgió el guion de ‘Perdón por existir’, una película que estelarizó, donde la protagonista debe hacerse pasar por hombre en la búsqueda de un trabajo para poder conseguirlo.

La rica carrera de Paola Cortellesi tuvo un momento inolvidable cuando la llamó uno de los famosos hermanos Taviani, Paolo, para que interviniera como actriz en ‘Maravilloso Bocaccio’. “Por supuesto, acepté inmediatamente. Fue un honor para mí trabajar con esos fantásticos hermanos que se complementaban en estilo y talento”, evocó.

La directora le dedicó a su hija ‘Siempre nos quedará un mañana’ y explicó el porqué: “Me esfuerzo por enseñarle a pensar por sí misma, en libertad y con respeto a los demás”, sentenció.