Nancy Dupláa, Camila Azul Sosa y la directora Natural Arpajou presentan ‘Unicornio’, estreno del próximo jueves

Una amistad que mitiga todos los males

La actriz de ‘La leona’ regresa al cine con una historia coral sobre el valor de la unión entre mujeres. Lamenta las presiones persistentes sobre la imagen femenina.

El cine de Natural Arpajou tiene como marca registrada contar historias de personas reales, esas que no suelen estar representadas en los medios. Así lo demostró con los premiados cortos, ‘Ana y Mateo’, ‘Lo que haría’, ‘Espacio personal’ y ‘Princesas’, y con sus películas ‘Yo niña’ y ‘Libre’, a las que ahora se suma ‘Unicornio’, que se estrena el jueves y marca el regreso a la pantalla grande de Nancy Dupláa.

La actriz de ‘El reino’ junto a la colombiana Carolina Ramírez (‘La reina del flow’), Sofía Dieguez y Camila Azul Sosa componen a un cuarteto de amigas que libra diferentes batallas (amores no correspondidos, violencia intrafamiliar, relaciones tóxicas) en esta película coral, con atisbos almodovarescos y wesandersonianos, que está narrada por Bimbo Godoy y transcurre en el multicultural barrio de Constitución.

En un coqueto hotel de la calle Azcuénaga, La Prensa conversó con Dupláa, Arpajou y Camila Azul Sosa antes del estreno.

EL VINCULO

La inclusión de Dupláa en el elenco no fue una casualidad. La actriz conoció a la cineasta en un taller que esta dicta a vecinos de la villa 21-24, así que ya había un interés mutuo en trabajar juntas. De hecho, los actores que hacen pareja en la ficción, tanto con Nancy como con Camila, salieron de ese taller. Y sin ánimos de spoilear, Natural tuvo buen ojo: los de Richard Waggener y Guido Ledesma son dos de los personajes más atractivos y verosímiles de la historia.

Pero la directora sabía que otra de las claves de la película era que el vínculo entre las cuatro amigas fuera lo más real posible. “Tuvo la acertada decisión de juntarnos el primer día en su casa; vive en Pompeya, un barrio de casas bajitas. Su casa tiene una escalera que da a un patio con una pelopincho, una cocina colorida, y un livincito precioso en el que nos albergó a nosotras cuatro y nos hizo empezar a vincularnos. Ninguna sabía demasiado la letra y ella nos puso videos, música, generó durante un par de días la potencia del vínculo humano, que era lo que tenía que traspasar la pantalla”, contó Dupláa.

En el filme, ella es Grace, una manicura muy dulce y cuidadosa con sus clientas, pero no así con su propia vida. Hace años que mantiene una relación con un hombre casado que cada vez que le promete y no cumple, la destruye psicológicamente.

“A mí me daba la chance de contar la historia de una mujer de cincuenta y pico a la que el tiempo se le pasó. Hay algo con la edad y las mujeres, y más que nada con las del mundo del espectáculo, en el que empieza a ponerse el embudo un poco más finito y ya no se cuentan historias de ellas. Pareciera que no viven historias de amor, no se les puede mostrar el cuerpo. Y es también muy difícil mostrar la dependencia enferma que una mujer puede tener con un hombre. Así que me parecía que era un desafío desde todos lados”, comentó la actriz.

Consultada sobre si hay más presión por cumplir cánones estéticos en las mujeres que en los hombres, fue categórica: “Hay presión, y más en este medio que se babea con la belleza de las mujeres. Se babean con el vestido que te pongas para el Martín Fierro, con la frivolidad. Yo nunca me sentí parte de eso, no me representaba antes y menos ahora que tengo 53. Tener la desfachatez y la compasión de mí misma de contar esta historia, yo creo que seguramente invitará a otras a hacer lo mismo, así no ven como algo tan negativo que tu cuerpo se caiga si lo que ganás es experiencia y sabiduría”.

GENTE ROTA

Orgullosa de la nena, la mamá de Camila Azul Sosa estuvo presente durante la entrevista, admirándola desde un rincón. Sin embargo, la madre que le tocó a su personaje, Lila, es bien diferente. Susana Varela compone a una matriarca violenta y abusiva de la que Lila sólo quiere escapar.

“En lo personal acepté el personaje porque es algo muy distinto a lo que soy yo. Soy una persona que se expresa, que habla hasta por los codos, te mezclo idiomas, con una mamá re presente, y Lila es totalmente opuesta a mí. El código de Lila es muy sutil y ella en algún punto es el escudo de sus hermanos frente a esa madre violenta. Eso me pareció muy lindo”, aseguró.

“Creo que hoy en día son necesarias estas historias de personajes que están rotos”, agregó la actriz, cuyo personaje también refleja la realidad de muchas familias que emigran a Buenos Aires desde el interior del país y pese a ser numerosas, conviven en pensiones diminutas, en las que los ambientes están divididos por cortinas.

“Siempre me dicen que los directores de cine tienen que ser gente de plata”, se ríe Natural Arpajou, la directora, antes de contar un poco de su historia y entrelazarla con lo que sucede en ‘Unicornio’: “Yo vengo del barro y me formé en la Enerc, y sin esa posibilidad alguien como yo no habría podido estudiar. Agradezco poder estar en diferentes lugares, a mí me atraviesan personas de distinta clase o sexualidad, estén rotas o estén enteras. No creo que nadie esté entero, cada uno tiene su grieta y la maneja como quiere”.

“Lo que te puede salvar de cualquier cosa, de cualquier dolor ajeno o infligido por vos misma, del poco amor que tuviste de alguien que no te protegió o te sobreprotegió, es la manada que te armes. Me encanta esa palabra. Ellas arman esa manada y se ven reflejadas y espejadas en la otra, y pueden ver que la vida tiene otra posibilidad. Para mí la amistad es lo que las termina de sanar”, cerró la directora.