Abordó obras de Chopin, Carl Nielsen y Shostakovich, con alto vuelo­

Una amena cita con la Filarmónica­


Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Programa integrado por `Dos piezas de Aladdin', de Carl Nielsen; Concierto para piano en Mi menor, de Fréderic Chopin, y la Sinfonia Nº 5 en Re menor, de Dmitri Shostakovich. Dirección: Jan Latham-Koenig. Solista: Bruce Liu (piano). El sábado 1º de abril, en el teatro Colón.­


Sin duda creó mucha expectativa, y la confirmó realmente, este segundo concierto del ciclo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Colón. Con un orgánico muy nutrido, que ya en sus primeras dos intervenciones brevísimas, del compositor danés Carl Nielsen, pertenecientes a `Aladdin', op.34 -piezas escritas como música incidental sin demasiada trascendencia que sirvió como curiosa presentación-, la OFBA fue denotando la cohesión y preparación que el nuevo director musical del Colón, el británico Jan Latham-Koening, le confirió a la velada.­

Por eso, al abordar después el celebrado Concierto para piano y orquesta Nº1 en Mi menor, opus 11, de Fréderic Chopin, se diría que allí comenzó a gravitar una jornada musical merecedora de justos elogios. Los tres movimientos desde el `Allegro maestoso' hasta el `Rondó vivace' ofrecieron el lucimiento del pianista debutante, Bruce Liu, de origen chino, nacido en París hace veinticinco años y formado en el Conservatorio de Montreal, que fuera primer premio en el afamado Concurso Internacional Chopin de Varsovia.­

Estos antecedentes fueron ampliamente corroborados en su versión entregada, y con un pianismo impecable, virtuoso si cabe, en todo el rango de octavas del instrumento respaldado por una bien preparada orquesta y enhebrada con el director en forma permanente a lo largo de la obra.­

­AGREGADOS­

Los aplausos lo obligaron, como es costumbre, a los agregados al programa, y volviendo al piano entregó una versión de elegante y señorial fraseo de las pieza `Triana', que evoca el barrio sevillano, perteneciente al segundo cuaderno de la suite para piano `Iberia' de Isaac Albéniz. La persistencia de aplausos lo llevó a un segundo encore donde exhibió aptitudes y técnica virtuosísima al interpretar `La campanella', transcripción de Franz Liszt sobre el Concierto para violín Nº2 de Niccoló Paganini.­

La segunda parte de la velada estuvo dedicada a la Sinfonía Nº 5 en Re menor, op.47 del compositor ruso Dmitri Shostakovich. Obra caracterizada por su opulencia instrumental, que data de 1937 y que le prodigó un buen suceso al autor luego de ciertos avatares trascurridos en su país y en su trayectoria.­

Muy justa y bien preparada la versión en esta obra de gran aliento, de una larga hora de extensión, donde el trabajo de Latham-Koenig se advirtió preciso, decantado y lucido con las distintas secciones instrumentales, de mucha precisión y coherencia. Cabe remarcar el nivel notable en el `Largo' con una atmósfera especial y el impactante `Allegro non troppo', el cuarto y último movimiento, con sus efectos instrumentales donde se aunaron precisión y bella sonoridad, logrando una merecida ovación.­

­Calificación: Muy bueno­

FOTO: GENTILEZA ARNALDO COLOMBAROLI­