Una actuación legendaria de Romero depositó a Boca en la final de la Libertadores

El arquero fue clave en los 90 minutos y mantuvo el 1 a 1 con salvadas épicas cuando Palmeiras atropellaba a su equipo. En los penales atajó los primeros dos y el Xeneize se impuso 4 a 2.

Sufriendo, aguantando, transpirando… a lo Boca. Así prevaleció el Xeneize al asedio al que lo sometió Palmeiras en el segundo tiempo del partido de vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores. Y la historia tuvo un héroe: Sergio Romero.

El arquero se consagró con una actuación épica que sostuvo a su equipo en los 90 minutos y luego en los penales.

El partido terminó 1 a 1 y fue 4 a 2 para el equipo argentino en el duelo de los doce pasos. Allí, Chiquito se hizo enorme, como de costumbre, y atajó los primeros dos remates paulistas.

El encuentro fue difícil para Boca. En la primera parte pudo controlar los tiempos y se puso en ventaja a los 23 minutos con un necesitado gol de Edilson Cavani, quien conectó de arremetida un centro enviado desde la izquierda por Miguel Merentiel.

Pese a la ventaja, Boca no pudo hacerse fuerte y Palmeiras se le fue encima. El conjunto local llegaba frenéticamente al área xeneize aunque sin mucha claridad.

Al cierre de la primera etapa, Boca casi aumentó el marcador, pero un fuerte remate de Valentín Barco, desde 25 metros, chocó contra las manos de Weverton.

Finalizó el primer tiempo con pocas certezas para Boca que, aunque en ventaja, estaba perdiendo la batalla futbolística.

Y en el segundo período la historia decantó en una incansable embestida brasileña. Palmeiras, decidido a revertir el score, atacó una y otra vez a un Boca que fue cayendo irremediablemente en una fila de errores.

Tal vez, el más grave de ellos fue la expulsión de Marcos Rojo, quien a los 11 minutos del complemento dejó a su equipo con una herida de gravedad. El defensor había recibido su primera amarilla minutos antes por una falta que tranquilamente pudo haber sido castigada con una roja. El ex Estudiantes tuvo un puñado de minutos de gracia.

El descontrol se agravó cuando desde el banco vinieron modificaciones inexplicables. Jorge Almirón sacó a los mejores jugadores que había tenido Boca hasta ese momento en el juego. Salió Barco para que ingresara Nicoás Valentini. Minutos antes de la expulsión de Rojo se había sentado Merentiel para que entrara Bruno Valdez.

Para ese entonces, Boca era una olla a presión. Fue amonestado Frank Fabbra y el desconcierto era total.

El vendaval paulista pegó en el área xeneize. Romero, con una doble atajada, salvó lo que era inevitable. Pero el arquero, que se las ingeniaba como podía para mantener el cero en su arco, sucumbió ante un potente remate de media distancia de Joaquín Piquerez, a los 28 minutos de la segunda mitad. Igualdad e incertidumbre.

Jorge Figal y Ezequiel Fernández tambén recibieron tarjetas amarillas y el peligro de que Boca se desangrara y quedara con nueve jugadores se hacía más palpable.

Lo minutos se agotaban y Palmeiras iba por todo. Cuando el partido ya se jugaba casi íntegramente en el área de Boca llegó la atajada del partido, y tal vez de la Copa. Romero desvió, a pura reacción, una espectacular chilena que Rony conectó en el punto penal.

Tal fue la magnitud de ese sismo que Cavani tuvo, de contraatauque, la posibilidad de liquidar el pleito. Pero cuando quiso envíar la pelota al segundo palo del arco defendido por Weverton se resvaló y su tiro fue capturado por el arquero.

En tiempo de descuento Palmeiras tuvo una más, pero otra vez Romero aniquiló las esperanzas paulistas.

El partido fue a los penales con el mismo dramatismo con el que se jugó el segundo tiempo. Cavani no pudo convertir su disparo, bien atajado por el arquero de Palmeiras.

Pero Chiquito no iba a dejar que su equipo estuviera en desventaja y con un manotazo sensacional desvió un misil de Raphael Veiga.

Valdez puso arriba a Boca y Romero ahogó bien abajo, cerca del palo derecho del arco, el grito de gol que quiso liberar Gustavo Portillo. Luego no hubo más atajadas y todos convirtieron sus remates: Kevin y Piquerez para Palmeiras y Valentini, Figal y Guillermo Fernández para Boca. Fue Pol el que selló la clasificación xeneize y el que permitió que la actuación histórica de Romero no fuera en vano.

Boca jugará la final de la Copa Libertadores el próximo 4 de noviembre ante Fluminense en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, Brasil. Y gran parte del pasaje, se lo debe a su arquero.

 

Síntesis

Palmeiras: Weverton; Marcos Rocha, Murilo Cerqueira, Gustavo Gómez y Joaquín Piqueréz; Zé Rafael, Gabriel Menino, Mayke y Raphael Veiga; Artur y Rony. DT: Abel Ferreira.

Boca Juniors: Sergio Romero; Luis Advíncula, Jorge Figal, Marcos Rojo y Frank Fabra; Cristian Medina, Guillermo Fernández, Ezequiel Fernández y Valentín Barco; Miguel Merentiel y Edinson Cavani. DT: Jorge Almirón.

Gol en el primer tiempo: 23m. Cavani (B).

Gol en el segundo tiempo: 28m. Piquerez (P).

Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar Endrick por Artur (P) y Kevin Macedo por Rocha (P), 10m. Bruno Valdéz por Merentiel (B), 20m. Nicolás Valentini por Barco (B) y José López por Menino (P), 32m.Fabinho por Ze Rafael (P) y Luis Guilherme por Mayke (P) y 37m. Marcelo Saracchi por Fabra (B).

Amonestados: Rony, Gómez, Veiga y Endrick (P). Fabra, Figal, Ezequiel Fernández, Medina y Romero (B).

Incidencia en el segundo tiempo: 20m. expulsado Rojo (B), por doble tarjeta amarilla..

Definición por penales:

Palmeiras: Veiga (atajado), Gómez (atajado), Macedo (convirtió) y Piquerez (convirtió),

Boca: Cavani (atajado), Valdéz (convirtió), Valentini (convirtió), Figal (convirtió) y Guillermo Fernández (convirtió).

Cancha: Allianz Parque (Palmeiras).

Árbitro: Andrés Matonte (Uruguay).