CLASICA `Il canto sospeso' por la Filarmónica de Buenos Aires

Un rescate del gran Luigi Nono

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Programa integrado con Il canto sospeso' de Luigi Nono, y la Sinfonía Nº 5 en Do menor opus 67, de Ludwig van Beethoven. Dirección: Baldur Brönnimann. Solistas: Daniela Tabernig, María Luisa Merino Ronda, Ricardo González Dorrego. Coro: Orfeón de Buenos Aires (directores: N. Andrenacci, P. Piccinni). El viernes 21 en el teatro Colón.

­Un concierto de características atípicas constituyó el cuarto, programado, del ciclo de la Filarmónica de Buenos Aires. Con lógico criterio se alteró el orden anunciado en la programación original informándose de entrada que primero se ejecutaría la cantata (como la consideraba el autor) `Il canto sospeso', que el músico veneciano Luigi Nono (1924-1990) estrenó en 1956 en la ciudad alemana de Colonia, y a la que el musicólogo Armando Gentilucci, del Istituto Musicale di Reggio Emilia, califica como el ``capolavoro'' de su actividad.

Nono estudió en Padua y como alumno de Maderna y de Scherchen se introdujo en el vanguardismo con brío, adhirió a la escuela de Viena de su tiempo y fue activo animador en los años '50. La obra aquí presentada se articula en nueve secciones, donde ya exhibe de entrada su peculiar retórica orquestal y luego se van sucediendo escenas vocales de los solistas y del profuso coro interviniente, que es una lástima que no fueran puestas en traducción simultánea, que hubiese brindado en vivo la asociación de los textos.

Porque ponen también de relieve su apreciación tan propia de aquellos años que lo vieron llegar a Buenos Aires con su esposa Nuria, hija de Arnold Schoenberg, para dictar un curso de composición en el Instituto Torcuato Di Tella, invitado por Alberto Ginastera, al cual acudieron varios compositores jóvenes latinoamericanos.

Su labor se completó en ese entonces con una conferencia en Montevideo y luego el viaje se extendió por Chile, Perú, México y otros países. Hechos que remarcan su presencia en el medio latinoamericano. Hoy día, la Asociación y Archivo Luigi Nono. ubicado en el Palazzo Foscari de su ciudad natal, Venecia, conserva el material relacionado con sus creaciones.

Lo cierto es que la versión escuchada respondió a sus ideales en buena medida, de la mano del director suizo Baldur Brönnimann, que nos tiene acostumbrados a expresiones de la música del siglo XX; la orquesta y el coro intervinientes (este último, el empeñoso Orfeón de Buenos Aires dirigido por Néstor Andrenacci y Pablo Piccinni) y los cantantes locales en una atípica emisión vocal cuyo valioso desempeño les prodigó el aplauso caluroso del público. Hablamos de Daniela Tabernig, María Luisa Merino Ronda y Ricardo González Dorrego.

En las participaciones dentro de los nueve números de la obra de Nono también merece su aporte el sector coral ya mencionado, que responde a una tradición en nuestra ciudad, quizá en algunos momentos limitado en sonido y audibilidad necesaria por la ubicación detrás de la frondosa orquesta.

El director suizo fue sin duda el gestor y principal protagonista en su eficaz y lucida tarea, con la prolijidad y seguridad en la concertación y autoridad en la gestualidad.

LA QUINTA

Tomando en cuenta la inversión de obras en programa a que aludíamos al comienzo, la segunda parte del concierto quedó para la Sinfonía Nº 5 en Do menor op. 67 (la Quinta, familiarmente llamada) de Ludwig van Beethoven. Una versión en cierta medida sobria y correcta que Baldur Brönnimann y sus músicos llevaron a cabo competentemente, quizás también por la muy afirmada dedicación del maestro suizo a las expresiones contemporáneas, como tantas veces lo ha hecho en nuestro medio.

En resumidas cuentas, un interesante programa, sobre todo por el aporte e interpretación de `Il canto sospeso' de Nono, su impronta y sus principios. Lo cual lleva al redescubrimiento de su aporte y su relación con el medio local como hemos comentado.

Calificación: Muy bueno