Un proyecto monumental sale a flote
El 5 de junio debuta la puesta argentina de ‘La sirenita’, al mando de Ariel del Mastro y el mismo equipo de ‘Matilda’. Albana Fuentes personifica a la encantadora y testaruda Ariel en la creación teatral de Disney, que llega al país en versión reducida. La joven actriz y Pablo Turturiello anticipan los detalles.
Quince mil localidades vendidas y contando. Mucho antes del estreno en el Gran Rex, previsto para el próximo 5 de junio, ‘La sirenita’ se ha convertido en un fenómeno teatral digno de análisis. En un país donde algunas variables económicas crujen y el humor social no repunta, las familias siguen eligiendo el hecho artístico en vivo como punto de encuentro y plataforma de despegue para hacer volar los sueños.
Y si de sueños se trata, vaya si los está empezando a cumplir Albana Fuentes, la joven actriz que resultó elegida entre 1.700 postulantes para interpretar a la dulce y rebelde Ariel en el versión reducida del musical de Disney (de noventa minutos de duración) que aquí dirige Ariel del Mastro.
“Contenta y emocionada” confiesa estar la intérprete en su encuentro con La Prensa luego de una pasada de algunos de los cuadros musicales de la obra ante un selecto grupo de periodistas. “Todos acá estamos viviendo algo muy hermoso, nos sentimos ansiosos y a la vez queremos que el tiempo se detenga un poco para que este sueño no pase tan rápido”.
“Personalmente, es la primera vez que me toca asistir al armado de una obra de esta envergadura. El mayor regalo que he recibido hasta ahora es poder ver de cerca cómo se gesta un proyecto tan enorme. Es mucha la información que estoy recibiendo”, comparte quien encabeza el elenco de la obra junto a Osvaldo Laport, Evelyn Botto, José María Listorti y el actor y cantante uruguayo Pablo Turturiello.
-Su proceso de preparación del personaje, Albana, comenzó mucho antes que el del resto del elenco.
-Así es. Empecé a entrenar en el verano. Tomé muchas clases de baile buscando captar el lenguaje de Ana (Analía González), que es nuestra coreógrafa. Yo no había trabajado antes con ella, entonces necesitaba encontrar la corporalidad de su estilo. También tomé clases de natación porque algunos de los videos de promoción los grabamos bajo el agua y necesitaba aprender a actuar en ese medio. Porque en el agua, primero debí aprender a contener la respiración y después experimentar cómo moverme como sirena y actuar con naturalidad, con los ojos abiertos, con una sonrisa. Al día de hoy, al personaje todavía lo seguimos construyendo.
-Resulta verdaderamente llamativo el movimiento ondulante que realiza en escena, simulando los movimientos de un pez.
-Fue difícil. Al principio me resultaba inorgánico, separado del resto de la actuación. Pensaba: “ahora camino, ahora digo el texto, pero a la vez debo ondular…” Me trababa. Lo pulimos un montón. Pero ahora ya me sale naturalmente. A veces estoy en casa y me descubro haciéndolo, está incorporado a mi cuerpo.
LOS RETOS
-¿Qué ha sido lo más desafiante de este proyecto para usted hasta ahora?
-Siento que en 'La sirenita", el canto, el baile y la actuación están bastante parejos en cuanto al nivel de exigencia. Ariel tiene notas difíciles de alcanzar y transita por muchos colores vocales durante la obra. En lo actoral, el desafío es convertir en orgánico algo que no lo es, porque en definitiva esto surge de un dibujito. Yo no soy una sirena, como tampoco los chicos son aves o cangrejos. Y, sin embargo, tenemos que convencer al espectador de que podemos serlo. Hay también un esfuerzo puesto en evitar que los parlamentos sean demasiado recitados y que verdaderamente nos pase algo con ese texto.
-¿Y en el baile?
-Hay muchos trucos, y la necesidad de hacer creíble que no me funcionan las piernas. Es una condición que debo fingir y que requiere de un trabajo muy fino para que resulte convincente. Todavía no tengo el vestuario definitivo pero vamos probando cosas que se adapten también a la escenografía, que tiene varios escalones.
Si de desafíos se trata, a Albana y el resto del elenco les toca asumir el compromiso de recrear unos personajes que espectadores de todas las edades llevan grabados en la memoria y el corazón. "La mayor apuesta en ese sentido es crear una Sirenita que sea propia y que a la vez no se aleje demasiado de aquella otra que todos amamos y tenemos presente", analiza la joven actriz. "Como público, a mí también me gustaría encontrarme con Sebastián y Ariel como yo los recuerdo, y siento que eso se está logrando, sin dejar de ser cada uno de nosotros fieles a su impronta".
-El elenco reúne a figuras experimentadas como Laport y Listorti con talentos noveles como usted y Valentín Zaninelli. ¿Cómo ha sido ese encuentro en escena?
-La verdad es que son todos muy protectores, amorosos, excelentes compañeros. Es natural sentir miedo al entrar en un proyecto así siendo yo tan nueva. Si bien tuve la experiencia de 'Casi normales' (el año pasado resultó elegida para encarnar el rol de Natalie en algunas funciones), ese no era mi lugar, Guada (Devoto) me compartió un ratito su personaje. Entonces acá estaba la duda de cómo sería trabajar con gente de esa talla, y la verdad que es un placer.
EL PRINCIPE
También para Pablo Turturiello, quien encarna al Príncipe Eric del cuento de Hans Christian Andersen, el proyecto de ‘La sirenita’ “es un sueño” que está “disfrutando al máximo. Habiendo visto sus producciones anteriores, hace tiempo que quería trabajar con este equipo”, admite en referencia al team creativo que componen Marcelo Caballero como codirector, Analía González en el diseño coreográfico, Sebastián Mazzoni como director vocal, Federico Vila en la producción musical y Jorge Ferrari como escenógrafo. “Recuerdo estar viendo 'Matilda' y 'School of Rock' y pensar ‘qué sueño sería trabajar con esta gente’. Por suerte se me dio rápido”.
-¿Lo buscó usted o lo convocaron ellos?
-Lo busqué yo, bastante. El año pasado cuando estaba haciendo 'Rent' empezaron a circular los rumores de que vendría 'La sirenita'. De inmediato pensé "tengo que ser el príncipe, me muero de ganas". Me atreví a escribirle a Marce (Caballero), con quien había trabajado anteriormente en 'Lo quiero ya'. Le puse: "sé que falta un montón, perdón por el atrevimiento, pero quería pedirte que me audicionen. No que me den el personaje sino que me convoquen a la audición, por favor". Y después de mucho tiempo me llamaron.
-¿Qué demanda de usted este personaje que es bien distinto a lo que ha venido haciendo en teatro?
-En principio vuelvo a bailar, que es algo que me encanta pero que hace tiempo no hacía. Las coreografías de Analía son bien complejas y es por eso que después se ven tan espectaculares. Pero me obligaron a prepararme, a sacarme un poco el óxido antes de arrancar (risas). En la obra hay escenas que tienen un timing muy propio de la comedia y en eso también debo estar presente y atento. Pero creo que lo principal es que se trata de un personaje que la gente ya conoce: se hizo en Broadway, acá y allá, está la película, la reversión de la película...Entonces, pienso que la clave acá es hacer nuestra propia versión, bien auténtica.
-¿Podemos esperar entonces un príncipe con tintes rioplatenses?
-Todo lo tiene. Las coreos irradian un color muy latino. La puesta en sí misma es muy nuestra.
¿Qué representa este peldaño en su camino ascendente como artista?
-Creo que va a dejar una marca muy grande en mí. ¡Es el Gran Rex! Siendo uruguayo, muchas veces he venido a ver espectáculos al Rex. Solo pisar ese escenario ya es un honor, y más aún hacerlo junto a este equipo creativo que admiro tanto. Ni hablar de estar al lado de Osvaldo Laport, que es un referente para todos los actores de mi país.