Un mensaje solidario que traspasa fronteras

‘Come From Away’, el exitoso musical sobre acontecimientos vinculados al 11S, regresa al teatro Maipo antes de viajar a Madrid para una temporada de seis meses. La directora y actriz Carla Calabrese comparte sus sensaciones.

‘Come From Away’, el musical de Broadway que narra la epopeya protagonizada por los habitantes de un remoto pueblo canadiense durante los acontecimientos del fatídico 11S, regresa esta noche al escenario del teatro Maipo en la versión argentina que dirige Carla Calabrese. Le esperan al elenco compuesto por quince actores y nueve músicos doce semanas de representaciones en Buenos Aires antes de partir a Madrid, donde debutarán el próximo 11 de septiembre en el teatro Marquina para una temporada de seis meses, al menos.

Se trata, sin duda, de un verdadero acontecimiento la transferencia al Viejo Continente (con idéntico elenco, producción y equipo creativo que en la Argentina) de un musical que en nuestro medio cosechó encendidos elogios, además de siete Premios Hugo y dos ACE.

En una tarde de cielo plomizo y un viento impiadoso en la ciudad de Buenos Aires, Carla Calabrese abre las puertas de su cálido estudio ubicado en el tercer piso del Maipo para recibir a La Prensa. Se trata de un espacio generoso, recientemente recuperado, con paredes de ladrillos a la vista, pisos de una madera lustrosa y herrería de estilo. Sobre una estantería de vidrio, varios reconocimientos dan cuenta del camino que la directora, productora y actriz lleva recorrido en el teatro argentino.

De entrada nomás, la continuadora del legado de Lino Patalano en el Maipo, fundadora también de la productora The Stage Company, se declara “contenta y emocionada porque, si bien esto es algo que buscamos, porque nosotros pedimos los derechos de la obra para España, el hecho de que hayan valorado nuestra adaptación y que nos hayan propuesto que las direcciones sean las mismas demuestra que nos estiman como profesionales”.

-¿Cómo fue el proceso para llevar la obra a otro país?

-Nosotros generamos esta posibilidad. Les dijimos a los dueños de los derechos: "Nos encantaría poder trasladar esta adaptación que hicimos Marcelo Kotliar y yo a España”, pensando en que The Stage Company la produzca. En 2022 habían venido a vernos los autores (Irene Sankoff y David Hein) y la versión les encantó. De manera que enseguida que les acercamos la propuesta aceptaron. "Queremos que la versión que vea España sea la argentina, y con los mismos directores en todas las áreas", nos dijeron. Eso fue emocionante.

-En 2018, usted ya había presentado a Madrid una versión musical de 'Sueño de una noche de verano' .

-Es cierto, pero aquello era un proyecto de gira. Esto es diferente porque viene acompañado de la posibilidad de abrir una sucursal de The Stage Company en España. Al tener pasaporte Italiano tuve la chance de instalarme como productora local. Si bien allá necesito un teatro, algo que acá me resulta más fácil porque ya lo tengo, la calidad de nuestras puestas hace que los teatros quieran recibirnos, más aún si, como en este caso, la licencia internacional de Broadway nos avala.

-Es decir que esta puede ser la primera de una serie de producciones suyas que lleguen a Madrid.

-Esa es la idea. Lo que hoy queremos es instalarnos como productora allá, porque a veces las cosas nos resultan tan caras que poder armar una obra que funcione en dos mercados no es menor. Gente que conoce del tema me decía que nunca antes pasó que Broadway avalara una puesta entera, con producción, elenco y dirección argentinos, para presentarla en otro país. En cuanto a la posibilidad de llevar otras obras a Madrid, ya me están pidiendo ‘Shrek’, pero vamos a ir de a poco.

La obra, ganadora de siete Premios Hugo y dos ACE, se presenta de viernes a domingos en el Maipo.

-En Madrid se vive una verdadera fiebre por el teatro musical. ¿Cómo imagina la competencia?

-Se trata de una meca del teatro en español, sin duda. Nosotros somos nuevos, una productora recién instalada que va a estar dando los primeros pasos, pero llevamos nuestra trayectoria de 19 años a cuestas. En ese sentido, creo que fue bueno no saltar etapas. The Stage Company comenzó haciendo obras en inglés para colegios, y fuimos creciendo muy lentamente hasta que Lino (Patalano) nos pidió que produzcamos 'Sueño de una noche de verano' acá, en español. Nunca apuramos los tiempos.

-¿Hicieron algún estudio de mercado para saber qué títulos pueden llegar a funcionar allá?

-No, y no tenemos miedo de la competencia. Nosotros hacemos lo nuestro y nos encanta que haya muchos otros musicales. Personalmente, creo que cuando la gente ve un buen musical quiere ver otro. En cambio, cuando ve un mal musical dice "no me gustan los musicales". A todos nos conviene que haya buenos musicales en todos lados. Bienvenida sea la competencia.

Cree Carla Calabrese que el tipo de público que puede sentirse atraído por 'Come From Away' en España es bien amplio, tanto como en la Argentina. "Lejos está de ser una obra intelectual, es muy humana. Naturalmente, existe un público de nicho que al enterarse que llega este título correrá a verlo, pero aun aquellos que tienen prejuicios respecto del género, cuando buscan un poco de información se animan y terminan diciéndonos ‘esto sí me gustó’. Cuando todo funciona bien el musical es imbatible. Pero, claro, es un género muy demandante al que a veces, por algún motivo inexplicable, se lo considera como algo menor”.

En este punto, la directora teatral y empresaria destaca el poder que una buena letra y una bella melodía pueden ejercer sobre el ser humano. En el caso de 'Come From Away', dice, "es de esos musicales que casi no te das cuenta que lo son. La capacidad de esta obra para involucrar al espectador en la situación hace que se olvide el paso del tiempo".

La directora junto al equipo creativo de ‘Come From Away’: Sergio Albertoni, Patricio Witis, Sebastián Mazzoni y Tadeo Jones (arriba), y a su lado, Agustín Pérez Costa y Santiago Rosso. (Foto: Gabriel Machado)

Lejos de lo que Calabrese imaginó en un primer momento, el elenco casi completo de la puesta argentina aceptó la propuesta de realizar una temporada en Europa, con la única excepción de Marisol Otero que no podrá estar por compromisos laborales. Viajarán hacia allá entonces Mela Lenoir, Patricio Witis, Gabriela Bevacqua, Manuel Victoria, Lali Vidal, Argentino Molinuevo, Fede Couts, Silvana Tomé, Fernando Margenet, Agustín Pérez Costa (también coreógrafo), Silvina Nieto, Sebastián Holz, Fátima Seidenari y Edgardo Moreira. También lo harán los directores musical, Santiago Rosso; vocal, Sebastián Mazzoni; de arte y escenografía, Tadeo Jones; y el director de producción, Sergio Albertoni.

"No hay duda de que esta obra es la más difícil que dirigí, es muy rápida y ajustada, y este elenco funciona como un reloj. Entonces pensamos en darles la posibilidad de instalarse en España por un tiempo, aún sabiendo que es difícil porque varios tienen chicos y cuestiones personales que atender. Estaba segura de que varios me dirían que no, pero sólo Marisol no podrá viajar", relató la directora. Los roles de Diane y Crystal serán cubierto por la actriz española Pepa Lucas (‘Los miserables’, ‘Billy Elliot’), quien vendrá a ensayar a Buenos Aires dado que la compañía desembarcará en la capital española pocos días antes del debut.

 

EL EQUIPO

En nuestra ciudad, 'Come From Away' lleva realizadas unas 120 representaciones e inicia esta noche su tercera temporada consecutiva, con funciones de viernes a domingos, siempre en el templo de la escena ubicado en Av. Corrientes y Esmeralda.

-Da la impresión de que le interesa especialmente armar verdaderos grupos humanos más que elencos.

-Es que uno pasa mucho tiempo de su vida en el trabajo. Entonces, si tiene la posibilidad de elegir de quienes se rodea, tiene que ser gente con la que la pase bien. Y eso va más allá del talento, porque una persona puede ser súper talentosa pero si no puedo ir a tomar el té con ella y charlar un rato, entonces se me hace muy pesado.

-Eso habla también de su buen ojo para conformar los equipos.

-Es algo a lo que le presto mucha atención. Cada persona tiene una energía, y esa energía está rondando en el trabajo todo el tiempo. Esta obra, particularmente, habla de la empatía, de la solidaridad, de entender al otro, de aceptar el error como parte de la conducta humana. Acá no vas a encontrar territorialidades, algo que en los musicales pasa mucho. “Esto es lo mío, vos no te metas”. Acá todos opinamos de todo y nos enriquece el trabajo en equipo.

-En ese sentido, ¿qué representó para el grupo la posibilidad de viajar al pueblo de Gander para conocer el lugar y a las personas reales que inspiraron la obra?

-Fue algo muy especial porque le aportó mucha profundidad al relato que hacemos en escena. Todos nos sentimos diferentes cuando volvimos a hacer los personajes habiendo estado allá con ellos. Es gente muy solidaria, y creo que todo ser humano lo es, aunque a veces no nos damos la oportunidad. Sobre todo acá, que cuando te tocan el timbre entrás en crisis. Ellos allá no tienen ese miedo y se permiten ser solidarios con menos prejuicios.

El viaje de todo el equipo artístico y creativo a Canadá, en julio del año pasado, se dio por iniciativa de los propios habitantes del pequeño poblado que el 11 de septiembre de 2001 debió recibir de improviso a 7.000 pasajeros que viajaban en vuelos que fueron desviados del espacio aéreo estadounidense. La travesía fue posible gracias a la coordinación con un avión de la ONG Solidaire (encabezada por el cineasta y piloto de avión Enrique Piñeyro, pareja de Calabrese), que en un vuelo humanitario con destino a Dallas se desvió hasta la isla de Terranova para dejarlos y los recogió cinco días después.

"Cuando la gente ve un buen musical quiere ver otro. En cambio, cuando ve un mal musical dice 'no me gustan los musicales'. A todos nos conviene que haya buenos musicales en todos lados", sostiene la directora, productora y actriz..

-Desde el estreno en la Argentina hasta esta tercera temporada el país ha cambiado. ¿Qué tiene para decirle hoy la obra al espectador?

-Es muy cierto eso. Cuando estrenamos se vivía una euforia por la salida de la pandemia, estábamos todos más contentos. Hoy, en cambio, existe una congoja general por la crisis económica y por lo que ocurre en el mundo. La guerra en Gaza y la imposibilidad de que les llegue ayuda humanitaria a los civiles nos habla de una deshumanización tremenda que a mí me causa una impotencia enorme. En la obra hay una parte en la que se menciona a la religión y creo que ahora eso va a adquirir una profundidad mucho mayor. Porque el conflicto en Gaza, particularmente, está basado en el odio entre los pueblos. En el fondo no debería importar si son palestinos o israelíes, son personas y es un desastre lo que está pasando con ellos. Todo eso, sumado a la violencia que se respirar hoy en la Argentina, me hace pensar que la empatía es lo único que nos puede salvar. Estoy muy sensible con este tema, y pienso a la vez que los países con crisis, como el nuestro, son los que más necesitan obras como ‘Come From Away’ porque ayudan a seguir creyendo que es posible salir adelante.

-Qué bueno que ese mensaje pueda llegar ahora desde un lugar periférico como la Argentina a uno de los focos del mundo.

-El mundo hoy está muy raro, y nuestro país lo está también. Todos tenemos la esperanza de que nos vaya mejor, pero creo que la clave está en lo que cada uno pueda hacer como ser humano por el otro. Calmar un poco las aguas...

-En un contexto de país tan complejo, ¿qué lugar ocupa la ecuación económica?

-Si la tuviera en cuenta tendría que parar todo y no hacer nada. Estoy tratando de no mirar mucho los números y de seguir adelante estos tres meses acá para tener una linda despedida. No estoy esperando ganar dinero sino seguir contando esta historia. Y soy consciente de que poder hacerlo ya es un privilegio. Los que tenemos la posibilidad de dar trabajo pagando lo que corresponde, sin depender tanto de cooperativas cuando no hace falta, deberíamos hacerlo. Es el momento de apoyar a la industria.

-¿Tiene proyectos en carpeta?

-Justo estuve mirando una obra de texto que me gusta mucho. En esa línea ya hicimos acá ‘Consentimiento’, con Mela (Lenoir como codirectora), y antes, ‘El curioso incidente del perro a medianoche’. Me encantaría volver con esa obra, estoy evaluando cuándo porque es muy grande y requiere mucho de mi presencia. Siempre tengo que tener algo en el Maipo, no puedo estar sin pensar en eso. Además, si no lo hago, Lino, donde quiera que esté, se va a enojar.

-Tengo la impresión de que esta no va a ser la última temporada de ‘Come From Away’ en Buenos Aires.

-Esperemos que no. Cuando una obra está armada y corriendo en otro lugar, es más fácil traerla. De hecho, no sacamos el plato giratorio del escenario del Maipo para llevarlo sino que mandamos a construir uno nuevo en el Marquina para que exista siempre la posibilidad de volver. Sería genial que ‘Come From Away’ esté siempre viva y que vaya contando esta historia de solidaridad por el mundo.

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Un regalo para los fanáticos

El elenco femenino de ‘Come From Away’ acaba de grabar un tema de la obra en los míticos Estudios IOM, con vistas al futuro lanzamiento de la banda de sonido completa de la versión argentina. “La gente lo pide, ‘queremos las canciones’, pero no es algo que yo pueda subir a Internet y listo. Por ahora nos autorizaron a grabar ‘Me and the Sky’ (‘El cielo y yo’), aunque no todavía para Spotify o Apple Music. El video está disponible en YouTube. Al ser una obra de Broadway, para todo hay que pedir permisos”, explica Carla Calabrese. “Es algo totalmente nuevo para mí, acostumbrada a gestionar licencias teatrales. ¿Quién cobra cuando bajás un tema de Spotify? Tuve que aprenderlo. ¿Cómo les pago a los artistas? O, ¿qué debo hacer para que la empresa lo suba a la plataforma? En eso estamos”.

De prosperar las negociaciones, en las próximas semanas la totalidad del elenco estaría grabando el disco completo en español neutro, “pensando en que a Broadway le sirva para promocionar el musical en España y en toda Latinoamérica”.

“Si no se graban más musicales completos es porque realmente no es negocio, a quienes participan les deja muy poco dinero. Sin embargo, es lo que la gente nos pide. Si lo hacemos es porque queremos darles este regalo a los artistas y al público”.