Un fast food con grandes pastas

Gran combinación de exquisitos ravioles de batata caramelizada, un poderoso volcán de ñoquis y vino Maleante. La buena onda del lugar hace el resto para pasar una noche excelente.

La cita es en ‘Monti’, el restaurante de pastas que tiene su primera sede en Boedo y que en los últimos años se fue expandiendo con varios locales, algunos de ellos franquiciados. Quien atiende y recibe a Sugerencias del Chef es Federico Giuliano -una de las dos cabezas (la otra, y no menos importante, es Carlos Cejas)-.

Antes de la cena, Giuliano luce entusiasmado. Le gusta la charla. Cuenta su historia de amistad con Cejas, esa que empezó trabajando juntos en McDonald’s y que traspasó el tiempo hasta fundar el proyecto que los tiene tan contentos. No es para menos, el gastronómico revela que ‘Monti’ es la primera casa de pastas en las dos aplicaciones de pedidos. Hay orgullo en sus palabras.

La onda, sin embargo, es la sencillez, tanto en él como en su espacio. Se ve una decoración básica mcdonalizada, por qué no. Colores claros, sillas cómodas. Nada de ostentación.

“Argentina es el sexto consumidor de pastas -señala-. El nuestro es un nuevo formato. Pero hay cantinas de muchos años, con platos más clásicos, y no tan alineados a estilos fastfooderos. Nuestra idea es ser líderes en ese sector”.

La onda básica no quiere decir que se descuiden ciertos detalles de confort -aclara-: “No es que porque sea fast food vas a comer en un plato de cartón. La comida también entra por la apariencia. Compramos una nueva vajilla. Buscamos que en todos los sentidos puedas tener una experiencia agradable.

-¿Y McDonald’s es un poco el faro, entonces?

-Es el rey del marketing y uno aprende ahí. A nosotros también se nos dio para ser disruptivos.

En efecto, las vistas y seguidores de Instagram que tiene la marca dan idea de la eficacia de una estrategia de marketing muy vivaz y persistente. Se ven fotos súper tentadoras de los productos, contenidos constantes y uso de memes. El ida y vuelta es continuo.

LA COMIDA

La gente del barrio los reconoce. ‘Monti’ -que abrió en 2018- ya se transformó en una especie de institución en Boedo. Todo en el boliche tiene una onda dinámica, rápida, lo mejor de un fast food pero con una gran calidad en los platos.

-¿El menú fue creado por ustedes o tuvieron ayuda?

-El menú lo diseñó Carlos. En un momento lo trabajó con Natalia Penchas, una chef muy reconocida, que es una divina, también. Ella nos brindó su asesoría y nos ayudó a terminar de armar el manual, antes de la pandemia, cuando abrimos el segundo local. Fuimos agregando platos y variando con el tiempo, claro”.

Atiende la mesa Itatí, quien tiene la capacidad de estar atenta y responder dudas. Todo eso que un camarero o camarera debería poseer -y que muchas veces por diferentes factores escasea-. Trae el volcán de ñoquis, el emblema de la casa. “Es un plato que tiene ya dos años -dice Giuliano-. Fue la gran viralización que tuvimos y lo que nos permitió mostrar después todo lo demás que hacemos”.

Al respecto, cuenta que hace poco tiempo incorporaron al menú la versión vegana en alianza con la exitosa foodtech chilena NotCo. “Ese es un mercado que está creciendo: se estima que el diez por ciento de la población está en esa línea. En este caso, la pasta está hecha a base de leche de almendras, y se logró la consistencia necesaria”.

-¿Seguirán la expansión?

-¡Sí! El año que viene queremos entrar en el Gran Buenos Aires. Nuestra idea es continuar así, pero siempre con humildad y paso a paso,

La cita termina. La atención es muy rápida, todo bien fast. Pero eso no quiere decir que la comida no resulte sencillamente deliciosa. La mayoría de los clientes quizá irán por el volcán de ñoquis, y se verán muy complacidos. Sin embargo, los ravioles de batata caramelizada les resultarán inolvidables. Sin dudas, sentirán muchas ganas de volver.

Avenida Boedo 797 y sucursales

De lunes a domingos de 10 a 23.50

Instagram: monti.arg