Un bar notable para todas las horas
Sus completas picadas, excelente trato y decoración con objetos entrañables atraen a porteños y extranjeros.
Es un clásico, un lugar de encuentro, bohemio, interesante, cálido. Ideal para tomarse una cerveza bien fría, acompañada por maní. O también una riquísima limonada. Es ‘El Celta’, que albergó en sus mesas historias de amor y de desamor, peleas, lágrimas, poesías. La vida pasó y pasa por este particular bar de la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña. Bien porteño, bien querible.
De toda esa historia, en sus paredes se ven chapas publicitarias vintage de los años 50, retratos de músicos notables, antiguos paquetes de yerba y jabones, frascos y cajones de reparto.
Fundado originalmente en 1941 por el asturiano Claudio Fernández, el establecimiento atravesó reformas y modificaciones, fue confitería-bar, incluso café concert, pero siempre se destacó por ese cafecito rico, la charla amena, el mozo amigo.
Osvaldo Masilla es uno de ellos, alma mater, también encargado. Recibe a La Prensa
en la puerta. Amable, da pistas del lugar en el que trabaja desde hace décadas. Conoce las vueltas de los clientes, sus secretos, qué les gusta y qué no. Pero sobre todo se lo ve como a alguien muy orgulloso del lugar donde trabaja, con la camiseta bien puesta.
"Este bar es notable -fue nombrado así en 2012 por la Legislatura- porque conserva el patrimonio cultural de Buenos Aires. Nuestra idea es apuntar al café tradicional y también un poquito adaptarnos a lo moderno”, señala un jueves al mediodía.
La gente que se ve en las mesas, en plena hora de oficina, es tal vez un poco más formal que en el resto del amplísimo horario de atención -de 8 de la mañana a 2 de la madrugada-. "La realidad es que al Celta viene gente de todo tipo: joven, grande, mediana, argentinos, extranjeros, todo”, asegura Osvaldo.
Asimismo, explica el objetivo del boliche: “Apuntamos a todos los públicos y a todo el día. Por la variedad de cosas que hacemos, queremos que sea un bar de toda hora”. Y así, si el cliente va a la mañana, se encuentra con los cafés tradicionales, con medialunas o tostadas. “Pero también -aclara el mozo-, tenés desayunos americanos completos (lo sirven con deliciosa panceta junto a los huevos revueltos)”.
Al mediodía, para almorzar está el plato del día y una variedad muy grande de sándwiches y pizzas. A la tarde, hay café, por supuesto, pero no faltan los que piden la tradicional picada y unos tragos. A la noche, menú completo.
La recomendación de Osvaldo para probar incluye por supuesto la picada -exquisita y completa-, la clásica tortilla y las deliciosas croquetas de papa con mozzarella. También resultan imperdibles las empanadas de tapa de asado fritas y el omelette.
En suma, el ‘Celta bar’ es un entrañable espacio de Buenos Aires que merece visitarse a cualquier hora. Siempre habrá algo rico para probar y calidez asegurada para ver pasar la vida.
‘Celta Bar’
Lunes a Lunes de 8 a 2 am
Sarmiento 1701.
@bareslosnotables
