Un actor, una gira y un lazo de amistad

Agustín ‘Soy Rada’ Aristarán estrena en la plataforma Flow un registro emotivo de su primer tour por Europa. Tras protagonizar ‘Matilda’ en teatro, trabajo por el que acaba de ganar el Premio Hugo, muestra la intimidad del viaje iniciático que lo llevó a España, Portugal y el Reino Unido.

Cuando Agustín Aristarán era chico pasaba muchas horas frente al televisor mirando los VHS de Luis de Matos. Rebobinaba, adelantaba, tratando de develar los trucos que el ilusionista portugués hacía. “Era mi maestro sin saberlo”, dice el actor del otro lado del teléfono. El año pasado, Agustín, más conocido como ‘Soy Rada’, realizó su primera gira por Europa, que incluyó una parada en Coimbra, Portugal, para participar de ‘Encontros magicos’. Fue allí cuando De Matos -organizador del festival- dijo sobre Rada: “Es ilegal que una persona tenga tanto talento”. Eso y parte de la intimidad del tour que incluyó ciudades como Madrid, Alicante, Valencia, Barcelona y Londres forman parte de ‘Una película de gira’, que desde este jueves estará disponible en Flow.

El artista, que hasta hace poco fue la señorita Tronchatoro en ‘Matilda, el musical’ (y el lunes ganó un Premio Hugo por esa interpretación), registró junto a su amigo y director Gonzalo Llamas Sebesta este viaje lleno de anécdotas y humor, que además muestra la complicidad de cuarenta años de amistad entre ellos.

-¿Cómo nació la idea de hacer ‘Una película de gira’?
-Nació yéndome a mi primera gira y mi mejor amigo que es filmmaker y director que me dijo “che, esto hay que filmarlo”. Salimos, se filmó y después se armó. La película existió después de haberla filmado. Confiábamos mucho en que la espontaneidad de nuestra amistad iba a dar contenido para esta película y así fue. Así de sincera, como es la amistad, es la película. Se lo presentamos a Flow, con los que vengo trabajando hace varios años con ‘Radahouse’, porque me parecía que valía mucho la pena que este contenido tuviera aire. Es un material muy sincero, que empezó siendo una película que retrataba mi gira pero terminó un filme sobre la amistad. Creo que lo novedoso es poder mostrar qué es lo que sucede en una gira de estas características, porque no es una de avión privado y hotel cinco estrellas sino que muestra el contraste de un Luna Park lleno a ir por primera vez a ver qué onda en Europa.

 

ALGO DE ALLA
-¿Cómo fue esa experiencia iniciática de estar de gira por Europa?

-Hermosísima, la pasé muy bien. Me emocionó mucho, me flasheó eso de estar tan lejos llevando mi propuesta artística y que tanta gente nos acompañe. Lo de Inglaterra fue re loco porque fue en una iglesia; y el festival en Portugal, que si bien yo ya había ido a otros, era más desde el anonimato porque no me conocía nadie. Acá fui a hacer mi espectáculo y que la gente decida ir a verme.

-En el documental se lo ve muy emocionado con la devolución del público.
-Sí, eso me flasheó y me volteó en el mejor sentido, sentí mucho esto de “gracias por traernos un pedazo de allá”. Yo viví un desarraigo cuando me vine de Bahía Blanca a Buenos Aires, ser del interior y llegar acá es pesado; me imagino lo que debe ser irse a otro país, un flash. Cada cosa que los acerca a algo de argentinidad es emocionante para ellos. Lo vi con las cosas hermosas que me decían. 

-¿Hubo algún momento que se le hizo duro durante la gira?
-Yo soy de extrañar mucho, a mi novia, a mi hija, a mi casa. Si bien hago mucha gira, nunca son tan largas. Esto fue un mes y medio, y venía de un año de mucha gira nacional también, entonces estuve muy poco en mi casa el año pasado y eso en un momento se me hizo muy pesado. Pero después fue todo fiesta, todo alegría. 

-Tanto, que ahora prepara su segunda gira europea.
-Sí, voy a hacer algunas ciudades nuevas y repetimos otras. Pero no lo vamos a filmar.

 

SOÑAR EN GRANDE
-¿Qué le pasó cuando escuchó a Luis de Matos decir sobre usted que “es ilegal tener tanto talento”?

-Fue muy raro porque no lo había escuchado hasta que vi el primer corte de la película. Me alucinó porque ese tipo es mi referente desde que soy muy chico. Cuando era joven miraba los VHS de él haciendo magia y era mi maestro sin saberlo. Rebobinaba, iba para adelante, lo pasaba en cámara lenta para poder entender cómo funcionaban los trucos que hacía y después poder aplicarlos a mi manera. Es muy loco eso. Soy muy afortunado porque muchos de mis maestros me han dicho cosas muy hermosas a lo largo del tiempo, pero esto era extraño porque un chabón en la otra punta del planeta me lo estaba diciendo. Fue ir a mi Agustín chiquito a decirle “en ese momento ni en pedo te ibas a imaginar que en alguna vez Luis de Matos te iba a llamar para que vayas a trabajar a su festival, que es de los más importante del mundo, y que el tipo hable así de vos”. Nos emocionamos yo y mi niño interior. 

-¿Cómo sigue su año?
-Después de la gira y antes de volver al teatro con ‘Matilda’ en el verano, voy a grabar una serie de la que no puedo decir nada de nada, y el año que viene hay un proyecto muy grande que voy a anunciar en pocos días y que tiene que ver con el teatro.

-¿De chico fantaseaba con todo lo que logró en su carrera?
-Sí, soy de haber pensado mucho esas cosas desde muy chico, pero la verdad es que la realidad superó a los sueños que yo tenía. Nunca soñé con tener dos especiales en Netflix porque cuando era chiquito no existía Netflix, no había internet. Fueron cambiando también mis sueños y mis metas Al principio era que me reconozcan mis colegas; después, que por lo menos veinte personas compren la entrada para ir a verme a un teatro. Todo fue superándose muchísimo; por supuesto que sí de chiquito soñaba en grande, pero no me daba la capacidad para soñar lo que terminó pasando.