Ucrania en abril de 2022 ¿Qué tan cerca estaban las partes de poner fin a la guerra?

Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana del año pasado, en las últimas semanas se ha difundido en los medios internacionales, reflejados en nuestros artículos semanales en La Prensa, la noticia de la inminente derrota de Ucrania provocada por una grave falta de hombres, armas y municiones, así como por una terrible moral de las tropas. Mientras tanto, los rusos avanzan, aunque lentamente, en casi todas partes.
El tiempo parece estar del lado de Moscú y en contra de Kiev y la Otan. Llegados a este punto surge la hipótesis concreta de la necesidad de llegar, tarde o temprano, a un acuerdo negociado con los rusos: más bien una "congelación" del conflicto según el modelo coreano, que un verdadero acuerdo de paz, que parece muy lejos de cualquier perspectiva realista. Entre otros lo ha pedido el Papa Francisco.
Los ucranianos corren el riesgo de llegar a la mesa de negociaciones en una posición decididamente más débil que en 2022, cuando habían logrado importantes victorias estratégicas, mientras los rusos se preparan para tomar Járkov, la segunda ciudad más poblada del país.
Entonces la pregunta que muchos se hacen es: ¿no se podría haber encontrado antes una salida al conflicto, evitando así decenas de miles de muertes en ambos lados?
Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, el 12 de abril de 2022 se había llegado a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, pero fue abortado. Este “podría ser la base para nuevas negociaciones, pero no hay señales de que Kiev esté preparada para las conversaciones”. El acuerdo incluía cláusulas que exigían a Ucrania adoptar un estatus de neutralidad y no unirse a la OTAN, limitar el tamaño de sus fuerzas armadas y otorgar un estatus especial al este de Ucrania.

LOS HECHOS
Recordemos como se desarrollaron los acontecimientos. En las primeras horas del 24 de febrero de 2022, la fuerza aérea rusa atacó objetivos en toda Ucrania. Al mismo tiempo, la infantería y los blindados de Moscú invadieron el país desde el norte, el este y el sur. En los días siguientes, los rusos intentaron rodear Kiev.
Estos fueron los primeros días y semanas de una invasión que bien podría haber resultado en la derrota y el sometimiento de Ucrania por parte de Rusia. En retrospectiva, parece casi milagroso que no fuera así.
Lo que ocurrió en el campo de batalla, se comprende y se conoce hoy en 2024, relativamente bien. Lo que se entiende menos es la intensa diplomacia simultánea que involucró a Moscú, Kiev y una serie de otros actores, que podría haber resultado en un acuerdo apenas unas semanas después de que comenzara la guerra.
A finales de marzo de 2022, una serie de reuniones presenciales en Bielorrusia y Turquía y compromisos virtuales por videoconferencia habían producido el llamado Comunicado de Estambul, que describía un marco para un acuerdo. Luego, los negociadores ucranianos y rusos comenzaron a trabajar en el texto de un tratado, logrando avances sustanciales hacia un acuerdo. Pero en mayo las conversaciones se interrumpieron, la guerra continuó y desde entonces ha costado decenas de miles de vidas en ambos bandos.
¿Qué pasó? ¿Qué tan cerca estaban las partes de poner fin a la guerra? ¿Y por qué nunca llegaron a cerrar un trato? (Ver https://www.foreignaffairs.com/ukraine/talks-could-have-ended-war-ukraine)

LA OPOSICIÓN DE BORIS JOHNSON
A pesar de la noticia de la masacre de Bucha a principios de abril, las conversaciones continuaron, hasta el borrador del 15 de abril, que preveía que se podría alcanzar un acuerdo en dos semanas. ¿Por qué se detuvieron las conversaciones? Según el líder ruso Vladimir Putin, bajo la presión de Occidente, y en particular de Boris Johnson, entonces primer ministro británico, el Reino Unido obligó a los ucranianos a seguir luchando. “La respuesta occidental a estas negociaciones –admite la revista ‘Foreign Affairs’– fue ciertamente tibia. Washington y sus aliados se mostraron profundamente escépticos sobre las perspectivas de la vía diplomática que surgiera de Estambul”.
Ciertamente, no es ningún misterio que Boris Johnson, que fue a Kiev en esos días, le dijera a Zelensky que cualquier tipo de acuerdo negociado representaría una victoria para Vladimir Putin. Como relató Davyd Arakhamiia, uno de los principales asesores del líder ucraniano, “tras nuestro regreso de Estambul, Boris Johnson visitó Kiev y nos dijo que no deberíamos firmar nada con los rusos y seguir luchando”. De hecho, durante su visita a Ucrania, Johnson dijo: “Putin es un criminal de guerra, hay que presionarlo” y tres días después de que el entonces primer ministro británico abandonara Kiev, Putin declaró públicamente que las conversaciones con Ucrania habían terminado repentinamente “en un callejón sin salida”. Evidentemente algo había sucedido, como también lo confirman fuentes gubernamentales.
Como revela el ‘Washington Post’ (https://www.washingtonpost.com/national-security/2022/07/09/blinken-lavrov-diplomacy/), la diplomacia estadounidense también se opuso al acuerdo de abril de 2022 con Moscú.
En una entrevista en la televisión israelí, el ex primer ministro de ese país, Naftali Bennett, confirmó que los Estados Unidos y el Reino Unido bloquearon el acuerdo y esta tesis también está respaldada por el testimonio directo de un diplomático ucraniano que formó parte de la delegación de Estambul.
Se trata del embajador Oleksandr Chalyi quien, durante un acto público en Ginebra, Suiza, recordó lo "cerca" que estaban Kiev y Moscú de poner fin a "nuestra guerra con una solución pacífica". Putin, destacó, "trató de hacer todo lo posible para concluir un acuerdo con Ucrania" y "realmente quería llegar a una solución pacífica". Y en Estambul las dos partes "consiguieron llegar a un verdadero compromiso". Sin embargo, "por algunas razones" que el embajador no especificó mejor, ese compromiso "fue pospuesto".
Ahora, gracias a una serie de testimonios y documentos, sabemos por qué y podemos llegar a la conclusión de que Occidente, liderado por los angloamericanos, nunca quiso la paz en Ucrania.
Evidentemente existen intereses e interesados, empresas y organizaciones que se benefician con esta guerra larga e irrestricta que venimos anunciando en esta columna.

GESTA DE MALVINAS
No podemos evitar recordar un hecho referido a nuestra propia experiencia en la Gesta de Malvinas y el artero accionar de Gran Bretaña.
En un libro de lectura obligada para quien quiera entender la trama del conflicto permanente que mantenemos con ‘Gran Bretaña: Malvinas: cinco días decisivos’ (escrito por el Lic. J.E. García Enciso y el Alte. Benito Rotolo), encontramos un documento que no ofrece un relato puramente bélico ni un relato puramente diplomático. Ofrece un relato único y detallado de los pormenores de la negociación para demostrar cuán cerca estuvimos de lograr la paz, mientras presenta simultáneamente las consecuencias y vivencias de ese proceso en la zona de guerra. El ataque que no fue y la paz que se hundió. En cinco días se condensa toda la tragedia.
Allí, vemos las intensas negociaciones entre el presidente del Peru, Fernando Balaúnde Terry, quien llamaría al Tte Grl L. Galtieri reiteradamente, con bases firmes para un cese al fuego.
Según nos dice Juan Bautista Yofre: “A las 14.50 del 2 de mayo, Belaúnde volvió a llamar a Galtieri”. El mandatario peruano le preguntó: “¿En el día de hoy ha habido ataques?”. Y Galtieri le respondió: “En principio no, han terminado a media noche y en el día, parece que hasta ahora, no sé si se han tomado domingo libre, no ha habido ataque hoy”.
Mientras se intentaba recrear un espacio de negociación, el mismo 2 de mayo, tras 30 horas de persecución, el submarino nuclear Conqueror hundió al crucero General Belgrano. Con una tripulación de 1.093 la acción provocó la muerte de 323 tripulantes. Fue hundido fuera de la zona de exclusión establecida o autoimpuesta por Gran Bretaña.
El mismo día, también, fue atacado el Aviso Alférez Sobral, muriendo su capitán y siete tripulantes. La ofensiva británica en medio de negociaciones muy avanzadas para lograr un cese de hostilidades fue una provocación para evitar cualquier tipo de acuerdo negociado. Los ingleses solo buscaban una victoria a sangre y fuego. Jamás quisieron negociar.

SACANDO CONCLUSIONES
Ambos hechos históricos, en 1982 y en 2022 muestran un modo de operar, hay otros ejemplos históricos que por cuestión de espacio no podemos reseñar que indican como precede Gran Bretaña para conseguir sus objetivos políticos. El que quiera entender que entienda…