Ucrania-Rusia ¿Cerca del punto culminante?

Los combates continúan, particularmente en el este de Ucrania. Occidente no está preparado para una guerra de trincheras de Rusia contra Ucrania, según estamos observando en el campo de combate.
El comandante en jefe ucraniano Valeriy Zalushny escribió en el British Economist que la guerra con Rusia está en un callejón sin salida y que existe el riesgo de una guerra de trincheras como en la Primera Guerra Mundial. El presidente Volodymyr Zelensky lo contradijo indirectamente: no es un callejón sin salida. ¿Quién tiene razón?
Es importante situar estas declaraciones en el contexto del curso de la guerra. Zalushny dice que después de 20 meses se puede ver que Ucrania sólo obtiene lo que le permite reequilibrar una situación asimétrica, solo equilibrar, pero no desbalancear al oponente. O sea que no hay poder de combate suficiente como para arrinconar a los rusos hasta el punto de obligarlos a entablar negociaciones. Un ejemplo son los misiles Atacms o la discusión sobre los aviones de combate F-16. Zalushny dice: miren, la situación es precaria y si quieren que ganemos, aquí tiene que haber una diferencia con respecto a antes.
El presidente está tratando de clasificar eso. Zelensky dice que sí, es la declaración de mi general, pero todavía estamos en el camino de la victoria. Está haciendo lo que se espera de él como presidente. Si el presidente dice que está perdido, eso tendría un enorme impacto moral. Tal como había dicho al comienzo de la guerra: “me quedaré en la ciudad, envíame armas y no un taxi.”

UN DILEMA
Muchos percibieron estas declaraciones de Zalushny y Zelensky como diferencias de opinión que quizás sean tan visibles por primera vez. Esto es un dilema. Los rusos inmediatamente tomaron la pelota y declararon que la ofensiva ucraniana había fracasado, citando al general Zalushny, quien dijo que era poco probable que hubiera "un avance profundo". El dilema es: Ucrania no tenía todas las capacidades que necesitaba.
Desde esta columna en La Prensa hemos explicado este tema desde diferentes ángulos. Algunos analistas y periodistas locales y extranjeros pensaban que con moral se podía lograr. Esto va en contra de toda lógica militar.
El general Zalushny también hizo una declaración muy clara a través de los medios ingleses hace unos meses: estamos aquí en el frente, “no es necesario que nos expliques cómo tenemos que librar esta guerra. Agradecemos cada suministro de armas que recibimos, pero la situación es que sin apoyo aéreo no podemos proceder como se describe en el manual de la OTAN. Por eso desarrollamos nuestras propias tácticas”.
Lo cierto es que la guerra de trincheras ha estado presente, básicamente, durante aproximadamente un año. Después de la ofensiva ucraniana de Kherson, no hubo cambios importantes en la línea del frente y, en cuanto al terreno, Rusia se ha hecho fuerte en sus conquistas.
Cuando Ucrania pudo aplicó la movilidad, la ofensiva y la masa, pero luego se “agotó” su esfuerzo. Los rusos han logrado repetidamente obligar a Ucrania a una guerra estacionaria. Esto, por supuesto, favoreció a la parte rusa porque aquí puede explotar sus grandes capacidades, como el uso de artillería masiva, pero también el uso del campo electromagnético, bloqueando las comunicaciones y los drones. Quisieron romper este dilema con la ofensiva que comenzó el 4 de junio, pero no logró los objetivos marcados. Al hacerlo, los rusos han obligado a los ucranianos a volver a la guerra de trincheras.

OFENSIVA EN PRIMAVERA
Por eso, ahora es lógico pensar que Ucrania debería poner fin a la ofensiva de verano y prepararse, si puede, para que pueda volver a la ofensiva en la primavera. Se pueden ver los signos de ésto en la creación de cinco nuevas brigadas. Pero la pregunta es: ¿de dónde viene el armamento y el personal? Para ello necesitan 150 tanques, 300 vehículos de combate de infantería y al menos entre 200 y 300 sistemas de artillería, que deberían ser entregados por Occidente. Situación difícil si consideramos, por ejemplo, el anuncio reciente de entrega de Alemania: 10 tanques Leopard 1A5 , 5 ambulancias, 14 vehículos utilitarios, algo de munición, algunos drones. Como vemos, cantidades absolutamente insuficientes para las necesidades expuestas.
"Tenemos una situación en la que ambas partes están en una especie de punto muerto". Zalushny menciona en su artículo un milagro técnico. Y aunque no dice la palabra "milagro", espera algo así basándose en la posible aparición de un “Ingenio Militar” y lo compara con la invención de la pólvora negra.
Para quebrar esta situación de “punto muerto” están buscando quebrarlo mediante los avances tecnológicos. Mientras que Ucrania ha sido muy innovadora en la introducción de nuevos sistemas de armas en los últimos meses, de una calidad que antes sólo podía leerse teóricamente, en textos sobre el futuro de la guerra como los enjambres de drones operando casi simultáneamente, la parte rusa a menudo ha copiado y comenzado a reproducir estas ideas innovadoras. Tenemos entonces el llamado campo de batalla de cristal. Ya no es posible proporcionar fuerzas, concentrar un gran número de tanques en un espacio reducido y luego empezar a maniobrar porque el enemigo o el defensor sabe inmediatamente que vienen y eso se puede neutralizar con artillería y drones.

CONTRAMEDIDA
Una contramedida podría ser: tratar de dominar el campo electromagnético donde se transmiten las señales de radio y se controlan los drones. Si se logra dominar ésto, también se podrá volver a cegar a tu oponente.
El indicio de esta búsqueda tecnológica es que Zalushny describe, en los medios, su encuentro con Eric Schmidt, ex-director ejecutivo de Google. Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial. Muchos sensores generan datos y la IA los evalúa y rápidamente hace una propuesta o sugerencia: aquí hay un objetivo y estas son las armas a las cuales se pueden asignar.
El tiempo es un factor importante en la guerra. Si Ucrania lograra recuperar de manera innovadora el campo electromagnético y trabajar con el factor tiempo, entonces podrá aprovechar el impulso de su lado. Como hemos observado, los gobiernos occidentales y la OTAN parecen no estar preparados para ésto porque llevan 20 meses ignorando la situación y porque creen que Ucrania está en condiciones de utilizar la “moral alta” para derrotar a este oso ruso. No funciona así. Creemos que solo hay dos opciones. Una es ir con todo, no de a poco. Pero para esto cada semana tendrían que viajar a Ucrania entre cuatro y cinco trenes militares cargados. La otra cosa es admitir autocríticamente que no es posible. Entonces hay que decírselo a los ucranianos. Quizás entonces haya que iniciar negociaciones.

PUNTO CULMINANTE
¿A que llamamos punto culminante? Es un concepto aplicable en los diversos niveles del conflicto y, dentro de estos, a sus variantes ofensiva y defensiva. “Podemos definirlo como: La situación dada en el desarrollo de un conflicto, en la cual la relación de poder entre los actores, dentro del espacio en que interactúan, impide a uno de ellos (o a un grupo de ellos que conforman una alianza) mantener la actitud estratégica, actitud operacional u operación táctica en curso con razonable expectativa de éxito, obligándole a evaluar la conveniencia de adoptar un cambio de rumbo que lo preserve de un fracaso altamente probable. No obstante, a pesar de que cruzar (consciente o inconscientemente) el punto culminante casi siempre lleva al fracaso, circunstancias tales como la buena fortuna, una corazonada brillante, la imposibilidad física o mental de cambiar, o simplemente no percibir que se alcanzó ese punto, puede llevar a un conductor a “pasarlo de largo” y obtener igualmente el éxito”. (Ver http://cefadigital.edu.ar/bitstream/1847939/20/1/VC%209-2013%20BARRALES.pdf). Nos acercamos a un punto culminante en el que la situación está al borde del abismo y se decidirá en una u otra dirección. Tenemos múltiples crisis (Medio Oriente es la prioridad hoy) y cada vez es más difícil mantener la atención hacia Ucrania. Si Ucrania no logra permanecer en el centro de atención del mundo las cosas serán difíciles para este país.