Trascendencia de una infusión
El libro de la yerba mate
Por Christine Folch
Fondo de Cultura Económica. 330 páginas
Dulce o amargo; con cáscaras de limón o naranja; con café o con yuyos serranos; con o sin palo; con más o menos polvillo; con agua bien caliente o con agua fría, en modo tereré; con jugo o con un chorrito de ginebra; orgánica, artesanal o industrial. Existen incontables maneras de tomar mate en la Argentina pero, en definitiva, su esencia es una sola.
El mate tal como lo conocemos por estas pampas está asociado al verbo compartir, a la amistad, a esto de detener el tiempo, frenar la vorágine y, cobijando una calabaza entre las manos, pensar un poco en el sentido de la vida. A la infusión y sus componentes también los atraviesa la moda y una industria que no cesa en crear variantes y pseudo necesidades.
La costumbre tiene una dinámica constante. Hace algunos años ya que los argentinos incorporamos, por ejemplo, el termo como elemento clave para cebar y mantener el agua caliente en detrimento de la vieja pava. Sin embargo, hubo un tiempo en que sólo se utilizaba al aire libre, cuando las personas, canasta en mano, salían a pasear. También la moda ha abrazado a los portamates, que mutaron en formas, materiales y texturas.
Quién iba a decirlo, pero hasta existen negocios que sólo venden mates. Hubiera sido impensada esta actividad comercial apenas unas décadas atrás. Pero hoy las calabazas se multiplican: forradas en cuero; con apliques de plata o alpaca; con base o sin ella; altas, espigadas o más bien redondas y chatas como una ollita. También están los mates de metal, los de cerámica y los de palo santo. Hasta las bombillas fueron cambiando, desde aquellas largas y rectas, como una estaca, hasta las actuales, curvas y repujadas en arabescos, artísticas.
El universo es amplio y ofrece muchas aristas por dónde abordarlo. La doctora Christine Folch, antropóloga, ha decidido analizar las virtudes de la infusión transitando por el camino de la ciencia. Eso es lo que ofrece en El libro de la yerba mate, una historia estimulante.
La obra se divide en siete capítulos que abarcan desde el origen del vegetal (Ilex, en su nombre científico) hasta el consumo en lugares remotos del mundo como Siria o El Líbano. En el recorrido la autora tampoco descuida el uso dado por los pueblos originarios a la infusión, el “descubrimiento” por parte de Europa o la competencia con el café.
La edición incluye fotografías, mapas y afiches en blanco y negro que tienen como fin complementar la nutrida trama. En algunos países, asegura Folch, el mate ha venido a ser una especie de estandarte contracultural, una infusión que desafía las corrientes dominantes en materia de consumo.
Es difícil verlo o comprenderlo desde estas costas, donde el mate es parte de nuestro acervo, pero se vuelve más notorio en sociedades como la estadounidense, adonde también venden bebidas en lata elaboradas a base de yerba mate.
La narrativa fluye entre un tono científico e histórico y brinda datos de interés, curiosidades y análisis, e incorpora la visión económica de la mano de consagrados pensadores de todos los tiempos. En definitiva, en su libro Christine Folch nos ayuda a comprender la trascendencia global de una infusión que marca el ritmo de nuestra vida cotidiana.