Transmisión del horror: la ejecución de las tres jóvenes fue en vivo por una red social
Las jóvenes Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, de 20 y 15 años, fueron engañadas y llevadas a una casa de Florencio Varela, donde fueron torturadas y asesinadas por una organización narco. El ataque fue transmitido en vivo por redes sociales para un grupo cerrado como acto de disciplinamiento.
El hallazgo de los cuerpos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Morena Gutiérrez, de entre 15 y 20 años, reveló una de las escenas más estremecedoras de los últimos años en el conurbano bonaerense. Las tres jóvenes, que estaban desaparecidas desde el viernes, fueron encontradas asesinadas y descuartizadas en una vivienda de Florencio Varela. Lo que conmocionó aún más a la sociedad fue la confirmación de que los crímenes fueron transmitidos en vivo a través de Instagram para un grupo reducido de “invitados” vinculados a la organización narco responsable.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, precisó que unas 45 personas vieron la transmisión, que funcionó como un mensaje de disciplinamiento mafioso dentro de la propia banda. Según explicó, la orden la dio el jefe narco, un ciudadano peruano de 23 años identificado como “Julito” o “el pequeño J”, contra quien ya pesa un pedido de captura. “Esto le pasa al que me roba droga”, habría dicho durante la transmisión, en alusión a una supuesta traición cometida por una de las víctimas.
Las jóvenes fueron engañadas con la promesa de asistir a una fiesta. Subieron a una Chevrolet Tracker blanca y fueron trasladadas a la casa donde finalmente encontraron la muerte. Allí comenzó la brutal sesión de torturas: a Lara, de apenas 15 años, le amputaron los dedos de una mano y una oreja antes de degollarla; a Brenda le provocaron puntazos en el cuello, le hundieron el cráneo a golpes y luego le abrieron el abdomen; y a Morena le quebraron el cuello después de golpearla salvajemente.
La existencia de la transmisión salió a la luz gracias a la declaración de uno de los cuatro detenidos. Dos de ellos fueron sorprendidos dentro de la vivienda intentando limpiar la escena, mientras que los otros dos serían los dueños del inmueble. Durante los allanamientos, la policía encontró grandes cantidades de comida envasada, dinero fraccionado en fajos y un búnker narco que había sido desmantelado a las apuradas.
Las imágenes del horror no solo exponen el nivel de violencia de estas organizaciones, sino también el uso de las redes sociales como herramienta de control y terror. “Si les roban droga, no pueden quedar como unos inútiles”, explicó Alonso, al remarcar que la lógica del narcotráfico impone un castigo ejemplar para evitar futuras desobediencias.
La investigación ahora busca dar con el paradero del líder prófugo y desarticular la red que opera en distintas zonas del conurbano sur y la Ciudad. Mientras tanto, las familias de Brenda, Morena y Lara enfrentan el dolor irreparable de una pérdida marcada por la crueldad y la impunidad del negocio narco que avanza sobre los barrios más vulnerables.