La elección de la provincia de Buenos Aires sigue sumando elementos para certificar su definición de antaño: es inédita. Por donde se la mire. Y aún faltan doce ruedas del mercado. Sí, es ahora la manera en que se miden los plazos electorales. Ya no es tiempo de contar días o semanas, sino cuántas aperturas y cierres del dólar quedan para que se produzca el comicio. Si bien el 26 de octubre, se vota en todo el país, el territorio bonaerense se empecina en dar la nota desde que se definió el cronograma al momento de la decisión de Axel Kicillof de desdoblar por primera vez en la historia. Las extrañas particularidades no pararon de brotar hasta llegar a la última de ellas, no la definitiva, que configuró el caso de José Luis Espert.
El juez federal con competencia electoral de la provincia de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla decidió que Diego Santilli no podrá ser el cabeza de lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Aunque su determinación vaya a ser apaleada, los bonaerenses irán a votar el 26 de octubre y se encontrarán por primera vez con dos novedades: la boleta única y un candidato que estará impreso pero que no puede ser elegido. Rarezas.
La polémica en torno a la reimpresión de las papeletas también sumó otro capítulo insólito. No sólo es una cuestión de lo costoso, sino que algún desprevenido creyó que si se reimprimen, pícaros podrían usar las viejas para confundir al electorado cuando tenga que ir a votar. Imposible, sobre todo porque lo que se tiene en cuenta es siempre la voluntad del votante. Son mañas arraigadas en los métodos históricos de votación que ahora explorarán otra alternativa.
El debut de la boleta única que ahora discuten si debe ser actualidad en función de los cambios hechos por la Libertad Avanza, evitará, entre otras cosas, el famoso robo de boletas o la necesidad de contar con fiscales para reponer las papeletas. Lo que asoma a priori como una ventaja para las fuerzas minoritarias, no lo es tanto en el final del camino. La falta de fiscalización es clave cuando se cuentan los votos, en este caso las cruces que estarán marcadas en la papeletas para la confección del certificado de escrutinio. En otras palabras, la polémica que se desató puertas adentro de la Libertad Avanza sobre la eficacia de la fiscalización en el comicio de septiembre no necesariamente va a desaparecer ahora con el nuevo sistema de votación. Pero el problema mayor no radica en el volumen de gente a contar, sino en la voluntad del trabajo a realizar. Y allí están las principales dudas.
DESMORALIZADOS
Las revelaciones en torno al caso de José Luis Espert, sumado a una serie de inconvenientes que tiene contra las cuerdas al gobierno de Javier Milei ha desmoralizado hasta los más convencidos.
Las dificultades para poder comunicar entre tantas mentiras que iban saliendo a la luz provocaron que hasta los más fanáticos se quedaran sin argumento para retrucar en las redes. Algo que nunca le faltó al relato K que gira alrededor de Cristina Kirchner. Un sólo ejemplo lo marca con claridad: para los militantes de la ex Presidente, ella es una presa política y de allí no se mueven. Es su insumo para dar la discusión. En la batalla de los núcleos duros cuentan con ventaja. Por otro lado, los argumentos para salir en defensa de Espert -si es que era necesario hacerlo- nunca estuvieron claros ni ordenados. Hasta para mentir hay que tener una estrategia y un orden.
De allí que la realización del acto el lunes en la presentación del libro La construcción de un milagro se haya constituido en un insumo para revitalizar los alicaídos brazos de la militancia libertaria.
El objetivo fue explicado en ese rumbo por Agustín Laje, uno de los cerebros más escuchados en el mundo cercano a Javier Milei. El recital que espantó a muchos en el Movistar Arena de Villa Crespo tuvo como elemento central ser el inflador de las Fuerzas del Cielo. Es ahí donde la gestualidad también importa. Más allá de las capacidades rockeras del Jefe de Estado, haber hecho su ingreso junto a los integrantes de esa facción libertaria fue una señal. Debemos volver a las bases, más allá que la oferta electoral de la Libertad Avanza difiere mucho de esas representaciones. “Ningún voto blando se vuelve a conquistar si primero no están activados y convencidos los que integran el núcleo duro”, sostuvo el mismo Agustín Laje.
En el fondo, la perspectiva del oficialismo nacional sigue siendo la misma: captar a quienes aún dudosos de la eficacia de su gobierno, se resistan a tener que volver a opciones como el kirchnerismo. La necesidad de construir un espacio que pueda aglutinar lo mejor de cada uno es el gran desafío que ya está en marcha y que aún no se verá en esta elección. Es más, hay dirigentes experimentados del peronismo que suelen decir: “Milei está haciendo el trabajo sucio que nosotros no podríamos hacer si éramos gobierno”. Mientras uno se inmola otros se van proyectando para constituirse en una alternativa de poder. Pero existen los imponderables. Siempre.
LA GENERACION Z
En ciertas mesas políticas muy bien informadas han comenzado a analizar otros fenómenos con cierta preocupación. Se trata de las imágenes que llegan desde latitudes muy lejanas a la Argentina y sobre todo al conurbano bonaerense. Las protestas frente al Palacio Real de Marruecos, protagonizadas por jóvenes sin líderes designados, y solamente organizadas a través de redes sociales, marcan algo más profundo que un aparente simple estallido local. Según esos mismos analistas, serían el síntoma visible de una nueva forma de conflicto social que emerge desde la desesperanza.
“La denominada Generación Z, sin carreras ni trabajos que les permitan cierto ascenso social, hiperconectada y desilusionada, empieza a reemplazar la ideología por la ira”, sostiene un experimentado analistas de temas de inteligencia que viene siguiendo la cuestión con preocupación y atención. Y agrega: “Nepal fue un anticipo. Marruecos, la confirmación. Y América Latina, si las condiciones se mantienen, podría ser el siguiente escenario”. Por lo menos inquietante.
Entre esas argumentaciones, se cree que, por ejemplo, en el conurbano bonaerense se agrupan los mismos ingredientes que llevaron a esas explosiones sociales que sucedieron en Nepal y luego en Marruecos, con orígenes similares pero resultados distintos. En el primero de los casos, cayó un gobierno. En el segundo, eso no sucedió pero se plantó una semilla.
TRIPLE CRIMEN
La existencia de desempleo juvenil estructural, deterioro educativo, inflación, corrupción y una narrativa política agotada también están presentes en Argentina. A lo que hay que sumarle la influencia de la narcocultura. Los ejemplos más recientes están a la vista.
“En las sociedades latinoamericanas, donde existe una pérdida total de símbolos de autoridad moral, el narco se convierte en modelo de éxito, en símbolo de poder inmediato. La cultura del dinero rápido reemplaza a la del esfuerzo. La estética de las redes, del lujo y la ostentación, convierte al crimen en aspiración y al riesgo en mérito”, sostiene otro experimentado sociólogo que prefiere guardar su identidad porque es consultado por políticos de distinta procedencia partidaria.
Y agrega: “El reciente triple crimen de tres mujeres jóvenes vinculadas a la prostitución en el conurbano bonaerense, asesinadas en un confuso episodio con narcos locales, y con transmisión en vivo, expone la cara más brutal de ese ecosistema. No se trata de un hecho policial aislado, sino de una postal social de jóvenes sin destino, atrapadas entre la marginalidad y la promesa de ascenso rápido que ofrece el delito. La precariedad económica se mezcla con la estetización del crimen y produce un tipo de tragedia nueva, donde las víctimas y los victimarios habitan la misma periferia”.
Los jóvenes no marchan detrás de un partido, sino detrás de un hashtag. En un continente donde la miseria convive con la impunidad, el riesgo no es solo el caos, sino la consolidación de una generación que deje de creer en la democracia como camino posible. La revuelta global de los jóvenes sin futuro ya comenzó. En América Latina, podría tener rostro de protesta callejera, o de cadáveres prácticamente irreconocibles en la frontera difusa entre pobreza y narcotráfico. Ante este desafío también se encuentra la política argentina de estos tiempos. El rostro de José Luis Espert concentra ese mensaje. La resistencia de Javier Milei a sostenerlo no era una buena señal.
SIN OXIGENO
Faltan 12 ruedas para el 26 de octubre. Es la nueva manera en la que se mide el tiempo en Argentina para saber con qué oxigeno llega el gobierno a esa fecha. En el medio, la reunión con Trump en la Casa Blanca y la espera de la soga financiera que pareciera no ser suficiente. En ese tránsito, donde la política palpita al compás del mercado, al tesoro le quedarían 680 millones del dólares en el Banco Central y tiene que pagar 313 millones a organismos antes de las elecciones, por lo que asoma como inminente que el Banco Central vuelva a intervenir para sostener la cotización del dólar, según estimó la consultora 1816. En definitiva, “Alguien tiene que hacer el trabajo sucio”. ¿Alcanzará?