"Es el día 10, cobré, y ya no tengo más plata", señaló una enfermera

Trabajadores del Garrahan denuncian sueldos bajos y pérdida de profesionales

La combinación de salarios bajos, renuncias masivas y reducción de insumos plantea un escenario crítico en el hospital pediátrico de referencia nacional. Advierten que la situación compromete la calidad de atención.

"Es el día 10, cobré, y ya no tengo más plata", dice Georgina Duarte, enfermera del Hospital Garrahan. Su testimonio, duro y sincero, expone una crisis silenciosa que atraviesan cientos de trabajadores del principal centro pediátrico de la Argentina.

Enfermeros y profesionales de distintas áreas señalaron que la mayoría de los sueldos se encuentra por debajo del millón de pesos, y en muchos casos, entre los 600.000 y 800.000 pesos mensuales.

Duarte, jefa de familia, no tiene otro ingreso más que su sueldo como enfermera. El alquiler se lleva la mitad de sus ingresos y el resto apenas alcanza para cubrir servicios básicos. “Empezás a sobrevivir con lo que te queda de dinero”, relata en diálogo con AM Splendid 990.

Sus palabras no son aisladas. Reflejan el sentir de una planta de trabajadores que, según afirma, cobra entre 600 y 800 mil pesos mensuales, lejos de la línea de pobreza. En un contexto inflacionario que no da tregua, el descontento crece, especialmente tras los dichos del presidente Javier Milei, a quien

Duarte invita a recorrer los pasillos del hospital para "ver el trabajo titánico que se realiza con sueldos miserables". “No me siento identificada con lo que dice el Presidente. La sociedad sabe cómo trabajamos”, afirma la enfermera. La respuesta del personal del Garrahan no es solo emocional: es también política. Con conocimiento de sus derechos laborales y una trayectoria profesional sólida, aseguran que no se quedarán callados. “Lamentablemente para el Presidente, nos va a tener que escuchar”.

La situación institucional no ayuda. El paro de residentes ha puesto al hospital en una situación crítica. “Desde las 16 horas, muchas salas quedaron sin médicos, y los pacientes fueron derivados a otras áreas, lo que aumentó la carga de trabajo y el desgaste emocional del personal que queda”, detalla Duarte.

La sangría de profesionales también preocupa: en el último año, más de 200 trabajadores de planta permanente renunciaron por los bajos salarios, y muchos más evalúan seguir el mismo camino. A eso se suma la caída en la calidad de los insumos médicos, según denuncian. “Nunca habíamos tenido problemas con los pañales, y hoy nos quedamos cortos”.

Por su parte, lamentó que los trabajadores se acostumbran a vivir con bajos sueldos, aunque remarcó que en el Hospital Garrahan “saben también los derechos que tiene”.  “Los profesionales que trabajamos ahí sabemos decir que no y quizá le cueste caro al Presidente el hecho de hablar de esta manera de todos los trabajadores que nos costó tanto llegar a este lugar, formarnos y poder trabajar para la gente, para los niños”, aseveró.

“La característica que tenemos es que sabemos los derechos que tenemos y lamentablemente para el presidente nos va a tener que escuchar”, subrayó además Duarte. 

Respecto a la situación que vive el centro pediátrico, la enfermera planteó la mayoría de los trabajadores “están en situación complicada con el tema sueldos”, y si bien destacó el paro de los residentes, admitió que "está todo más difícil”.