Torino cambia la historia del TC
El baúl de los recuerdos. El auto fabricado por IKA - Renault debutó en 1967 con una victoria en la Vuelta de San Pedro. Su triunfal irrupción marcó el comienzo del fin de la era de las tradicionales cupecitas.
Hacía calor en San Pedro ese fin de semana de febrero de 1967. A alguien se le ocurrió comprar helados. Caminar bajo ese sol abrasador era una locura. El encargado de adquirir esos refrescantes productos se puso al volante de un auto gris plata con una franja azul. A simple vista parecía un vehículo de calle. El domingo 26, esa máquina hizo historia en el Turismo Carretera (TC) al imponerse en la Vuelta de esa ciudad enclavada a orillas del río Paraná. Se trataba del Torino, un símbolo de la industria nacional que desembarcaba en el automovilismo para ponerle fin a la era de las venerables cupecitas.
La anécdota brota de un ejemplar de Corsa, una revista de Editorial Abril que entre 1966 y 2007 narró con lujo de detalles todo cuanto sucedió en el automovilismo deportivo. Según el relato, nadie en San Pedro reparó en ese auto producido por Industrias Kaiser Argentina, una empresa que desde 1967 cambió su nombre a IKA – Renault. Inspirado en el Rambler American de 1964, el Torino nació dos años más tarde alimentado por un poderoso motor Tornado. ¿Cómo podía ese vehículo pensado para los paseos familiares entreverarse en los duelos a pura velocidad que Ford y Chevrolet libraban desde 1937 en el TC?
Las cupecitas eran las protagonistas de la categoría. Es verdad que la modernidad irrumpió desde siempre para amenazar las tradiciones, pero ese auto no era de carrera. No parecía de carrera. Si bien el TC buscó eternamente soluciones técnicas revolucionarias, se antojaba una herejía que el Torino le discutiera la supremacía a los viejos Ford y Chevrolet. Ya había sido un escándalo que un Renault Gordini liderara en 1966 un tramo de una carrera en el Autódromo, un hecho que siguió al sorpresivo triunfo en la Vuelta de Mar de Plata del 64 de Eduardo Copello a bordo del Chevitú, el primer compacto que ganó en el universo teceísta.