Soluciones naturales para combatir los síndromes post vacunación covid

El médico cardiólogo estadounidense Peter McCullough elaboró un protocolo para desintoxicar el organismo de la proteína spike tras la inoculación con productos de ARNm o bien por haber padecido covid y seguir presentando secuelas a largo plazo.

Desde enfermedades autoinmunes y gastrointestinales, hasta afecciones cardiológicas y neurológicas, son algunos de los principales daños que ha sufrido una porción -lamentablemente grande- de las personas que recibieron ‘vacunas contra el covid’ basadas en tecnología ARNm. De hecho, “en Estocolmo y Noruega hubo protestas luego de que se concediera el Premio Nobel al ARNm, responsable de 17 millones de muertes en todo el mundo, según publicó este año el investigador canadiense Denis Rancourt”, destaca el médico cardiólogo estadounidense Peter McCullough.
McCullough señala que cerca del 75% de los estadounidenses han recibido una o más dosis de vacunas covid-19, y como éstas han fallado, estos pacientes han tenido uno o más episodios de infección por SARS-CoV-2. 
“El reciente estudio NEURO-COVAX demostró que 30% de los vacunados tienen uno o más síntomas neurológicos. Puede que sea la mitad de ese número en total los que tengan secuelas posagudas tras la infección por SARS-CoV-2 y/o la vacunación, causadas por la proteína spike, que también se produce potencialmente durante un largo periodo de tiempo tras la vacunación”, puntualiza.
El médico estadounidense dice que mientras la administración Biden gastó alrededor de 1.000 millones de dólares en la investigación del ‘covid largo’, sin obtener ni un solo nuevo fármaco o protocolo para ayudar a los pacientes que lo necesitan, él organizó un equipo y publicó la primera propuesta para ayudar al cuerpo a liberarse de la proteína spike, que es el problema en estos síndromes.
“Estamos lidiando con la ‘enfermedad por la proteína spike’, vinculada con cuatro áreas principales: cardiovascular, siendo la miocarditis la principal afección; neurológica (accidente cerebrovascular, hemorragia intracraneal, síndrome de Guillain Barre, neuropatía de fibras pequeñas); coagulación (coágulos sanguíneos, trombosis venosa profunda, embolia pulmonar); e inmunológica (trombocitopenia inducida por la vacuna e inflamación multisistémica)”, enumeró McCullough en una reciente entrevista con el nutricionista holístico Josh Dech.
“Hay estudios publicados de personas que han desarrollado síndromes del tipo lupus, otras que dan ANCA positivo (anticuerpos frente al citoplasma de los neutrófilos) lo cual puede involucrar eccemas cutáneos y falla renal, gatillar otras enfermedades autoinmunes preexistentes, incluyendo lupus sistémico y artritis reumatoide, y anemias”, abundó.
En todos estos casos, el problema es la proteína spike, de la cual el cuerpo no puede deshacerse, insistió McCullough.
Sin embargo, el cardiólogo aseguró que hay ciertas enzimas naturales, que pueden ser administradas como suplementos, capaces de brindar ayuda.
“No existen por el momento estudios prospectivos controlados a doble ciego y tampoco hay ninguno planeado. Así es que estamos muy lejos de que se ofrezcan soluciones terapéuticas”, lamentó.
Uno de los elementos que forman parte de su protocolo de desintoxicación de la proteína spike es la natoquinasa (un producto de la fermentación de los porotos de soja), que tiene propiedades anticoagulantes y que -según afirmó- se ha comprobado que disuelve la proteína spike mientras que las enzimas humanas no pueden hacerlo. 
También incluye en su protocolo la bromelaína, “una enzima extraída de los tallos del ananá, que también parece ayudar en el proceso”. Y luego se refirió a una sustancia que parece impedir el daño producido por la proteína spike: la curcumina (derivada de la cúrcuma).
“He probado distintos medicamentos corticoides esteroides, distintas formas de antiinflamatorios, los tradicionales antivirales que ya hemos utilizado (hidroxicloroquina, ivermectina, paxlovid) y lo que estoy encontrando es que los productos naturales parecen ayudar a que las personas mejoren clínicamente”, subrayó.
Es por eso que a aquellos pacientes con fatiga, pérdida de peso, pérdida de cabello, síntomas gastrointestinales, cambios de la piel y el cabello, niebla mental, dolores de cabeza, en los que no hay un síndrome definido pero reúnen las características de quienes están afectados por la proteína spike, McCullough les indica el siguiente protocolo: natoquinasa 100 mg dos veces por día, bromelaína 500 mg por día, curcumina (preferentemente nano curcumina) 500 mg dos veces por día, y aspirina (81 o 325 mg por día, dependiendo del tamaño corporal y el riesgo de sangrado del paciente).
“Este tratamiento lo continuo por al menos tres meses, a veces 9 o 12 meses”, expresó el cardiólogo para luego aclarar: “En mi experiencia, la mejoría se ve luego de dos meses, no es instantáneo”.
En tanto, añadió que si hay un síndrome torácico (pleurodinia, pleuritis, pericarditis), aconseja utilizar colchicina 0,06 mg al día y prednisona (un corticoide esteroideo).
“Si el paciente fuese ANA positivo, es decir que diera positivo el test de sangre para autoinmunidad y tiene dolor de articulaciones, usaría hidroxicloroquina 200 mg dos veces al día”, prosiguió.
“Si el paciente diese positivo para ANCA, probablemente derivo a ese paciente al reumatólogo ya que puede necesitar un tratamiento más intensivo”, reconoció.
Para McCullough, el primer paso fundamental es identificar los distintos tipos de síndromes.

PRECAUCIONES

El médico e investigador enfatizó que lo bueno de las sustancias naturales es que son de fácil acceso y no requieren prescripción. No obstante, hizo hincapié en que “la gente tiene que entender que estos suplementos son medicamentos y hay ciertas de precauciones de seguridad a tener en cuenta, en especial con la natoquinasa”. En ese sentido, apuntó que quienes tienen alergia a la soja, tendrán alergia a la natoquinasa. 
“En segundo lugar, la natoquinasa es un anticoagulante, por lo que hay tener cuidado con los sangrados. Si la persona ya está tomando anticoagulante y aspirina, debemos tener precaución extra. Lo podemos usar, pero hay que tener especial precaución”, reiteró.
Estos productos no deben ser tomados por embarazadas o mujeres en periodo de lactancia o por aquellos con alergias a cualquiera de los componentes. “El uso de estos productos puede provocar fácilmente hematomas y hemorragias, por lo que se debe consultar a un médico si esto es motivo de preocupación o si está tomando anticoagulantes con receta”, enfatizó.
Por último, McCullough consideró especialmente interesante el hecho de que "para un virus tan poco natural como el SARS-CoV-2 -que fue desarrollado por investigaciones estadounidenses en el laboratorio chino-, y para las secuelas de estas vacunas -que también son muy poco naturales (de ARNm sintético codificado con esta proteína desarrollada en china)-, las soluciones en gran medida sean naturales".
“La aspirina, que es clave en el tratamiento agudo y durante el seguimiento, se extrae de la corteza del sauce.  La hidroxicloroquina se extrae del árbol de la cinchona, la ivermectina se extrajo de la tierra en Japón… resulta muy interesante que estos productos naturales ayuden a sacar a tanta gente adelante en esta pandemia de lesiones por vacunas”, reflexionó.
Los trabajos de McCullough se pueden leer en su cuenta de Substack (Corageous Discourse), donde mantiene una actualización de los nuevos estudios publicados en la literatura científica. “Allí encontrarán la evidencia, nada es conjeturas o especulación, todo está bien fundamentado”, concluyó.