Jorge cuenta casi con vergüenza que paso tres días debajo de un puente en el conurbano día y noche consumiendo crac y cocaína. Su familia había quedado a un costado, estaba perdido y a la intemperie. Su vida bordeaba la tragedia, pendía de un hilo. Su naturaleza estaba permanentemente puesta a prueba, su cerebro, su sistema cardiovascular, etc. Un infarto podía suspender la vida.
Uno más que desaparecería en la intemperie. Será un “descarte” más encontrado por casualidad por algún vecino o por un recolector. Los griegos nos enseñaban que una ley siempre debía presidir una “polis” (ciudad) y también la naturaleza respondía a una ley. Acá la “polis” no tenía ley (Jorge compraba las drogas al lado de una comisaría) y su Naturaleza tampoco ya que no se respetaban cánones básicos del funcionamiento biológico y psíquico.
Entre la naturaleza y la “polis” bajo una Ley se jugaba todo, luego el judeo-cristianismo incorpora el concepto de persona como eje de todo. Cuando me refiero a la familia me refiero a aquel concepto de ese gran escritor inglés que nos enseñaba: “el primer estado es la familia” (G. K. Chesterton1874-1936).
Cuando W. Churchill, primer ministro inglés, luego de la 2° Guerra Mundial se encontró con miles de chicos abandonados le pregunto en tono de súplica a un gran médico y psicoanalista D. Winnicott como diciéndole ¿y ahora que hacemos? El grande del psicoanálisis le contestó: “…busquemos familias sustitutas de lo contrario peligrará la democracia y el Estado en Inglaterra”. Sabias palabras. Mientras tanto Churchill mandaba a un joven asistente social llamado M. Jones a cuidar y tratar de paliar los dolores de los traumatizados de la Guerra y así nace desde el drama y, porque no, la tragedia la Comunidad Terapéutica.
REVOLUCION PSIQUIATRICA
Formo una estructura, una ley que los organizara y así nació la 3° Revolución psiquiátrica como se la denomino porque transformo al manicomio en un centro de socialización y rehabilitación. La comunidad terapéutica nace en la historia como una superación del manicomio, pero hoy en estos tiempos tecnológicos/digitales y de la caída del lenguaje y los vínculos es familia, escuela, educación en limites valores y en el amor ausente durante días y días en la infancia.
Surge como una consecuencia de la Segunda Guerra Mundial ya que M. Jones es convocado para tratar a los llamados "locos de la guerra, que sufrieron el stress postraumático de la tragedia de un conflicto de armas. Obtuvo un éxito inesperado en su tarea profesional que él denominó" de aprendizaje social a través de matrices sociales" hasta ese momento desconocidas, bajo la tutela de W. Bion, analista y maestro de generaciones.
ENTRE EL DRAMA Y LA TRAGEDIA
La vida para los griegos siempre circulaba entre el drama y la tragedia. El drama y la tragedia forman parte de la lucha por la sobrevivencia. La vida como drama es lucha, agonía, desenlaces previstos o imprevistos, esperanza y a la vez desesperación.
En la tragedia el desenlace ya no tiene vuelta atrás. Hoy nos debatimos como sociedad entre el drama y la tragedia. Entre una vida que lucha por vivir y la muerte como desenlace, en donde ya nada puede hacerse. Miren Uruguay que en un “orgasmo” progresista en el 2010 decretaron “abajo el tabaco y viva la marihuana”.
Venta en farmacias, clubs cannábicos y al mismo tiempo aumento del comercio ilegal con mayor potencia de la marihuana.
HISTORIAS DE VIDA
Jorge, residente de Gradiva, me dice menos mal que estoy acá, viví 5 años en la Carbonilla (Villa de la Capital Federal) hoy estaría muerto. En Jorge la familia brillaba por su ausencia. El padre ignorado y ausente, la mesa familiar nunca existió, la madre metida en sus tareas profesionales.
Un hermano perdido entre otros hermanos de otras parejas del padre. Creció en la calle y como pudo. La comunidad terapéutica ofrece un posible reparo ante las amenazas; y la desorganización de los impulsos, por la pérdida de la función superior fronto-temporal.
Jorge me estaba agradeciendo, pero en realidad él se estaba agradeciendo a sí mismo por atreverse a disputar una vida en dignidad. La comunidad terapéutica es una propuesta existencial y de reconstitución del tejido social. Siempre sufren los más vulnerables tanto en la droga como con los que tienen un sistema inmunológico debilitado (vulnerabilidades de la personalidad, de los contextos en los cuales se vive y del consumo de drogas como elemento precipitante de mayor vulnerabilidad).
Las drogas progresan por virosis miméticas, así lo definí hace algún tiempo, en donde la imitación y el prestigio del consumir se vale de la inermidad simbólica de miles.
“JOVENES INVISIBLES”
Las epidemias del AMBA hacen carne en “nadies”: personas con identidades vaciadas poseídos por un objeto (drogas, bandas, tribus) o son "jóvenes invisibles que se visibilizan en agrupamientos tóxicos. Resulta preocupante la población que queda fuera del sistema: aquellos que no entran en los centros de tratamiento, que no pueden concurrir a hospitales de día, que no les basta la atención virtual, o que no han logrado consolidar la transferencia con una institución terapéutica.
Hace falta mucha atención humana y numerosas entrevistas para lograr que una persona se instale en un proceso terapéutico. Estamos observando en nuestros consultorios que los pacientes acuden con un alto daño psíquico, luego de internaciones en terapia intensiva, accidentes y problemas legales. espíritu. Los llamo los "'name-less' (nadies) de nuestras ciudades.
LOS “PARAISOS” DE LOS "NADIES"
Cada vez que se celebra el Día Mundial de la Salud Mental los medios de comunicación se llenan de las imágenes de miles de personas que viven en las calles, afectadas por patologías duales (enfermedad mental junto con adicción a drogas), población que encuentra en estado de desprotección. Concurren a las guardias de hospitales, se los trata por la intoxicación a drogas y alcohol, se los desintoxica, presuntamente en una noche, y luego vuelven a la calle.
En un reciente estudio del Programa Sumar del Ministerio de Salud de la Nación (2018) se mostraba que el 90 % de ellos no volvía al hospital para su seguimiento. La intervención médica los sacaba del episodio agudo, pero volvían a las calles donde continuaban con su adicción y deterioro mental. La adicción, renovada después de la desintoxicación, seguía haciendo su tarea, y el ciclo de marginación y desesperanza actuaba con la justeza homicida-suicida de las patologías letales.
Una madre me decía sobre esto: "cuando mi hijo sufre una crisis lo ingresan en la unidad de agudos, enseguida le dan el alta y vuelve a lo mismo, nunca vemos el final del túnel; no hay lugares para su asistencia, nos sentimos desvalidos, es un sufrimiento permanente". Es el drama de la medicina y la psiquiatría actual ya que la crítica a las instituciones psiquiátricas (confundir manicomios con instituciones especializadas) ha dejado miles de personas con padecimientos mentales en la calle. Se confunde manicomio (estructura a reformar y modificar en sus bases mismas de marginación) con los centros residenciales como las comunidades terapéuticas o las casas de vida.
Estar internado parece ser mala palabra. Se confunde internación con prisión y se los devuelve a la prisión verdadera o a la prisión de la marginación callejera. Así, hay miles en la calle. Un estudio realizado por La Coalición Nacional por los Homeless (Human Rigths Watch) y publicado por el New York Times muestra que a, medida que se ataca a las instituciones se desplaza a los pacientes a la calle (aumentan los homeless), a la cárcel y a cualquier lado (lo llaman "elsewhere” o sea en otra parte o en cualquier parte).
Es un estudio realizado entre 1963 y 2003 que muestra este circuito de la decadencia y que se está tratando de reformar en los países centrales. Permítanme al final citar un pensamiento que alumbra de Charles Péguy (1873-1914): “…. Quien será el valiente o quizás el temerario, el irregular, el hombre que se atreva a tener mujer e hijos y que ose formar una familia. Todo está en su contra en un sistema sabiamente organizado en su contra y él es único comprometido por la ciudad futura”. (obra “Veronique”). Palabras sabias de los que están planificando la caída de la natalidad y el abandono de los pocos hijos que quedan.
Uno más que desaparecería en la intemperie. Será un “descarte” más encontrado por casualidad por algún vecino o por un recolector. Los griegos nos enseñaban que una ley siempre debía presidir una “polis” (ciudad) y también la naturaleza respondía a una ley. Acá la “polis” no tenía ley (Jorge compraba las drogas al lado de una comisaría) y su Naturaleza tampoco ya que no se respetaban cánones básicos del funcionamiento biológico y psíquico.
Entre la naturaleza y la “polis” bajo una Ley se jugaba todo, luego el judeo-cristianismo incorpora el concepto de persona como eje de todo. Cuando me refiero a la familia me refiero a aquel concepto de ese gran escritor inglés que nos enseñaba: “el primer estado es la familia” (G. K. Chesterton1874-1936).
Cuando W. Churchill, primer ministro inglés, luego de la 2° Guerra Mundial se encontró con miles de chicos abandonados le pregunto en tono de súplica a un gran médico y psicoanalista D. Winnicott como diciéndole ¿y ahora que hacemos? El grande del psicoanálisis le contestó: “…busquemos familias sustitutas de lo contrario peligrará la democracia y el Estado en Inglaterra”. Sabias palabras. Mientras tanto Churchill mandaba a un joven asistente social llamado M. Jones a cuidar y tratar de paliar los dolores de los traumatizados de la Guerra y así nace desde el drama y, porque no, la tragedia la Comunidad Terapéutica.
REVOLUCION PSIQUIATRICA
Formo una estructura, una ley que los organizara y así nació la 3° Revolución psiquiátrica como se la denomino porque transformo al manicomio en un centro de socialización y rehabilitación. La comunidad terapéutica nace en la historia como una superación del manicomio, pero hoy en estos tiempos tecnológicos/digitales y de la caída del lenguaje y los vínculos es familia, escuela, educación en limites valores y en el amor ausente durante días y días en la infancia.
Surge como una consecuencia de la Segunda Guerra Mundial ya que M. Jones es convocado para tratar a los llamados "locos de la guerra, que sufrieron el stress postraumático de la tragedia de un conflicto de armas. Obtuvo un éxito inesperado en su tarea profesional que él denominó" de aprendizaje social a través de matrices sociales" hasta ese momento desconocidas, bajo la tutela de W. Bion, analista y maestro de generaciones.
ENTRE EL DRAMA Y LA TRAGEDIA
La vida para los griegos siempre circulaba entre el drama y la tragedia. El drama y la tragedia forman parte de la lucha por la sobrevivencia. La vida como drama es lucha, agonía, desenlaces previstos o imprevistos, esperanza y a la vez desesperación.
En la tragedia el desenlace ya no tiene vuelta atrás. Hoy nos debatimos como sociedad entre el drama y la tragedia. Entre una vida que lucha por vivir y la muerte como desenlace, en donde ya nada puede hacerse. Miren Uruguay que en un “orgasmo” progresista en el 2010 decretaron “abajo el tabaco y viva la marihuana”.
Venta en farmacias, clubs cannábicos y al mismo tiempo aumento del comercio ilegal con mayor potencia de la marihuana.
HISTORIAS DE VIDA
Jorge, residente de Gradiva, me dice menos mal que estoy acá, viví 5 años en la Carbonilla (Villa de la Capital Federal) hoy estaría muerto. En Jorge la familia brillaba por su ausencia. El padre ignorado y ausente, la mesa familiar nunca existió, la madre metida en sus tareas profesionales.
Un hermano perdido entre otros hermanos de otras parejas del padre. Creció en la calle y como pudo. La comunidad terapéutica ofrece un posible reparo ante las amenazas; y la desorganización de los impulsos, por la pérdida de la función superior fronto-temporal.
Jorge me estaba agradeciendo, pero en realidad él se estaba agradeciendo a sí mismo por atreverse a disputar una vida en dignidad. La comunidad terapéutica es una propuesta existencial y de reconstitución del tejido social. Siempre sufren los más vulnerables tanto en la droga como con los que tienen un sistema inmunológico debilitado (vulnerabilidades de la personalidad, de los contextos en los cuales se vive y del consumo de drogas como elemento precipitante de mayor vulnerabilidad).
Las drogas progresan por virosis miméticas, así lo definí hace algún tiempo, en donde la imitación y el prestigio del consumir se vale de la inermidad simbólica de miles.
“JOVENES INVISIBLES”
Las epidemias del AMBA hacen carne en “nadies”: personas con identidades vaciadas poseídos por un objeto (drogas, bandas, tribus) o son "jóvenes invisibles que se visibilizan en agrupamientos tóxicos. Resulta preocupante la población que queda fuera del sistema: aquellos que no entran en los centros de tratamiento, que no pueden concurrir a hospitales de día, que no les basta la atención virtual, o que no han logrado consolidar la transferencia con una institución terapéutica.
Hace falta mucha atención humana y numerosas entrevistas para lograr que una persona se instale en un proceso terapéutico. Estamos observando en nuestros consultorios que los pacientes acuden con un alto daño psíquico, luego de internaciones en terapia intensiva, accidentes y problemas legales. espíritu. Los llamo los "'name-less' (nadies) de nuestras ciudades.
LOS “PARAISOS” DE LOS "NADIES"
Cada vez que se celebra el Día Mundial de la Salud Mental los medios de comunicación se llenan de las imágenes de miles de personas que viven en las calles, afectadas por patologías duales (enfermedad mental junto con adicción a drogas), población que encuentra en estado de desprotección. Concurren a las guardias de hospitales, se los trata por la intoxicación a drogas y alcohol, se los desintoxica, presuntamente en una noche, y luego vuelven a la calle.
En un reciente estudio del Programa Sumar del Ministerio de Salud de la Nación (2018) se mostraba que el 90 % de ellos no volvía al hospital para su seguimiento. La intervención médica los sacaba del episodio agudo, pero volvían a las calles donde continuaban con su adicción y deterioro mental. La adicción, renovada después de la desintoxicación, seguía haciendo su tarea, y el ciclo de marginación y desesperanza actuaba con la justeza homicida-suicida de las patologías letales.
Una madre me decía sobre esto: "cuando mi hijo sufre una crisis lo ingresan en la unidad de agudos, enseguida le dan el alta y vuelve a lo mismo, nunca vemos el final del túnel; no hay lugares para su asistencia, nos sentimos desvalidos, es un sufrimiento permanente". Es el drama de la medicina y la psiquiatría actual ya que la crítica a las instituciones psiquiátricas (confundir manicomios con instituciones especializadas) ha dejado miles de personas con padecimientos mentales en la calle. Se confunde manicomio (estructura a reformar y modificar en sus bases mismas de marginación) con los centros residenciales como las comunidades terapéuticas o las casas de vida.
Estar internado parece ser mala palabra. Se confunde internación con prisión y se los devuelve a la prisión verdadera o a la prisión de la marginación callejera. Así, hay miles en la calle. Un estudio realizado por La Coalición Nacional por los Homeless (Human Rigths Watch) y publicado por el New York Times muestra que a, medida que se ataca a las instituciones se desplaza a los pacientes a la calle (aumentan los homeless), a la cárcel y a cualquier lado (lo llaman "elsewhere” o sea en otra parte o en cualquier parte).
Es un estudio realizado entre 1963 y 2003 que muestra este circuito de la decadencia y que se está tratando de reformar en los países centrales. Permítanme al final citar un pensamiento que alumbra de Charles Péguy (1873-1914): “…. Quien será el valiente o quizás el temerario, el irregular, el hombre que se atreva a tener mujer e hijos y que ose formar una familia. Todo está en su contra en un sistema sabiamente organizado en su contra y él es único comprometido por la ciudad futura”. (obra “Veronique”). Palabras sabias de los que están planificando la caída de la natalidad y el abandono de los pocos hijos que quedan.