Sindicalización en la industria de videojuegos y la lucha por condiciones laborales sostenibles

La International Alliance of Theatrical Stage Employees (IATSE), la organización que está ayudando a los trabajadores de efectos visuales a sindicalizarse en Estados Unidos, difundió una encuesta que revela, entre otras cosas, la inestable situación laboral que enfrentan los desarrolladores de videojuegos en todo el mundo.

Mediante un sondeo entre marzo y agosto a cientos de desarrolladores sobre salario, beneficios y condiciones laborales, este trabajo revela que la mayoría de los trabajadores del sector cree que la carrera en el ámbito de los videojuegos es insostenible y menos de la mitad permanece más de siete años en la industria. Al mismo tiempo, los problemas para conseguir una jubilación, las recurrentes horas extras y los salarios más bien bajos en comparación con otros desarrolladores, concurren a aumentar la fatiga, la ansiedad y el agotamiento, tres sensaciones que señalan estar viviendo la mayoría de los encuestados. 

El problema, y lo que probablemente intentará remediar la IATSE en un futuro no muy lejano, es que más del 70% considera que no tiene forma de negociar mejoras en estas condiciones en solitario, lo que ha llevado a plantear la creación de un entorno donde la sindicalización y la negociación colectiva puedan ser una realidad.

Volvamos a uno de los datos que más llamaron la atención de la encuesta: la experiencia promedio de los encuestados en la industria es de 6,9 años y menos de la mitad pudo llegar a cumplir 7 años. Aunque el 42,9% consideró que una carrera en el mundo de los desarrolladores de videojuegos es sostenible, el 37,9% considera que no lo es y el 19,2% no lo tiene del todo claro. Entre los que consideran viable la carrera están los desarrolladores que llevan décadas en el sector, quienes no obstante reconocen que es una industria muy dura para los trabajadores que recién comienzan.

La sobrecarga laboral es uno de los problemas más recurrentes que enfrentan los desarrolladores, un dato que se ve corroborado por una serie de informes y reportes que han ido surgiendo en el último tiempo. El 50% de los trabajadores encuestados por IATSE dijo haber experimentado sobrecarga laboral en algún momento de los últimos dos años. En promedio, la mayoría trabaja 40 horas semanales, pero uno de cada cuatro trabaja 41 horas o más, mientras que la semana promedio más larga reportada fue de unas increíbles 95 horas semanales.

En cuanto a las condiciones salariales, mientras el 57,9% confirmó que recibe un salario anual como Dios manda, el 26,4%, es decir más de uno de cada cuatro, trabaja por hora. Sin embargo, la escalada inflacionaria que azotó (y azota) al mundo desde el inicio de la guerra de Ucrania también está haciendo mella en el sector. Para el 45% su salario está corriendo detrás del costo de vida y un poco más de la mitad (54,3%) logró negociar algún tipo de aumento salarial, aunque siempre de forma individual.

Qué opciones existen para los desarrolladores que se jubilen después de hacer carrera en esta industria también es motivo de ansiedad. El 36% no dispone de ningún plan de retiro que esté impulsado por su empleador. Este es uno de los factores más importantes a la hora de cambiar de carrera, como lo muestra el promedio realmente bajo de permanencia de los desarrolladores en la industria de los videojuegos.

La IATSE ya ha confirmado que la encuesta difundida en estos días es el puntapié inicial de una hoja de ruta que tiene como finalidad la creación de un entorno favorable donde pueda ponerse en discusión la falta y necesidad de la sindicalización en la industria de videojuegos. A juzgar por los datos, se trata ciertamente de un tema que debe abordarse, y pronto.