Siete de cada diez ucranianos quieren las negociaciones de paz con Rusia

Ucrania intenta generar titulares positivos a nivel estratégico. Genera noticias para la guerra en los medios, dada su imposibilidad de poder cambiar la situación en el frente de combate.
Leemos en estos días: “Drones no tripulados ucranianos atacaron petroleros de la flota encubierta rusa. Se informa que tres petroleros están involucrados. Uno fue alcanzado en el océano Atlántico frente a Dakar, capital de Senegal, y otros dos frente a la costa turca del mar Negro”.
Mas noticias: “Los últimos actos del régimen de Zelenski denotan una audacia extrema, no solo hacia Rusia, sino también hacia terceros Estados como Turquía, con los que Ucrania aparentemente mantiene relaciones normales. Los días 28 y 29 de noviembre, lanchas no tripuladas ucranianas atacaron a los petroleros Kairos y Virat, que navegaban hacia Rusia bajo bandera de Gambia. Ambos buques se encontraban en la zona económica exclusiva de Turquía. A esto le siguió un ataque con un dron marítimo no tripulado contra un barco turco lejos de la región del mar Negro. El petrolero Mersin, de bandera panameña y propiedad de la compañía turca Besiktas Shipping, fue atacado por cuatro lanchas no tripuladas, presuntamente también de origen ucraniano. Ucrania ni siquiera intentó ocultar su participación en estos actos de piratería internacional; al contrario, comentó con orgullo las acciones de sus servicios especiales, que perjudican a la flota rusa en la sombra. Las últimas noticias de esta serie llegaron en la mañana del 2 de diciembre. Esta vez, el petrolero Midvolga 2, que viajaba de Rusia a Georgia con una carga de aceite de girasol, fue atacado por lanchas no tripuladas”, nos dice Sergey Sysoev. Además, también se produjo un ataque con éxito contra el puerto de la ciudad rusa de Novorossiysk.
Es evidente que Ucrania pretende retomar cierta iniciativa, por lo menos ante la opinión pública occidental, ya que actualmente se encuentra en una situación precaria en varios frentes.

RESPUESTA RUSA
¿Habrá respuesta rusa, a este ataque a buques civiles? El presidente Putin en una reunión con la prensa el 2 de diciembre: “Rusia, en respuesta a los ataques a los petroleros, ampliará los ataques a los puertos ucranianos y a los barcos que ingresen a estos puertos (…) En general, podemos cortar a Ucrania del mar, si continúa la práctica de las acciones piratas por su parte”.
De esta forma, los autores de la idea de atacar el transporte civil de esta manera abren la Caja de Pandora y claramente pueden enfrentarse al efecto bumerán. No olvidemos las acciones de los hutíes en el mar Rojo. Sin embargo, el deseo y la necesidad de obtener un resultado momentáneo lo eclipsa todo.
¿Qué está haciendo Rusia a nivel estratégico?
Rusia lanzó otro potente ataque aéreo. Fue el quinto ataque de esta magnitud en noviembre. Rusia atacó con 632 drones, misiles de crucero y cohetes el sábado 29 de noviembre. Y Moscú pretende aumentar aún más la presión. Además, el Kremlin se ha comprometido a invertir 166 000 millones de dólares, en la guerra el próximo año. Esto representa un tercio del presupuesto total del país y es el presupuesto militar más alto de Rusia desde la era soviética. Por lo tanto, concluimos que, Rusia está dispuesta a continuar esta guerra si no se llega a un acuerdo.
Con el asesor de Zelenski, Andriy Yermak, fuera del escenario, tras dimitir antes de ser arrestado por corrupción, las negociaciones sobre el conflicto ucraniano tienen una oportunidad. Como ya adelantamos en La Prensa, esto no significa que vayan a prosperar, ya que los defensores de guerras interminables no se resignan a la idea de poner fin a la guerra indirecta contra Rusia, que involucra hasta al último ucraniano: hay demasiados intereses en juego, tanto económicos como geopolíticos. Otra vez la misma cantinela…

PRESION EUROPEA
Las últimas semanas han sido muy difíciles para el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. Obligado a ponerse a la defensiva por las graves acusaciones de corrupción vinculadas a la empresa estatal Energoatom y por una coincidente campaña de presión europea destinada a reducir la edad mínima para el servicio militar, se ha visto socavado y presionado por otro plan de paz promovido por el presidente estadounidense Donald Trump.
Si bien la presión europea apunta a expandir la base de reclutamiento del ejército ucraniano con el fin de contrarrestar el avance de Rusia, y así prolongar esencialmente el conflicto (Kiev no tiene esperanzas de revertir su suerte), el nuevo plan de Trump aparentemente pretende poner fin a las hostilidades a través de concesiones que son igualmente difíciles de aceptar para Zelensky.
De esta manera, se puso en marcha un mecanismo ya visto en los últimos meses: ante la propuesta de la Casa Blanca, Kiev expresó sus dudas, aliados europeos y halcones estadounidenses corrieron en ayuda del gobierno ucraniano desarrollando "contrapropuestas", y Trump afirmó que el plan no era inamovible, allanando así el camino para una formulación consensuada con Kiev.
Y vuelta a empezar… El resultado probablemente será un plan que Ucrania y sus socios europeos puedan digerir, pero que Moscú encontrará completamente indigesto. El ultimátum inicial de Trump, del 27 de noviembre, para que Zelenski aceptara el plan, so pena de suspender la asistencia militar y de inteligencia, se ha evaporado desde entonces, una vez más.

ESTADO SOBERANO
Ucrania aún no ha aceptado los planes. ¿Por qué?
Ucrania desea seguir siendo un Estado soberano. También desea poder decidir sobre su posible adhesión a la OTAN o a la UE. No quiere ceder ningún territorio que Rusia aún no haya conquistado, especialmente en el Donbás. Quiere poder determinar el tamaño de sus fuerzas armadas y poseer armas de largo alcance. Y exige garantías de seguridad, principalmente de Estados Unidos. Es muy probable que todo esto contradiga la intención de Estados Unidos y estas condiciones no son aceptables para Rusia. Por lo tanto, sigue imperando “la continuación de la política por otros medios”.

OFENSIVA INVERNAL RUSA
El Kremlin confirmó que Vladimir Putin recibió en un puesto de mando militar los informes sobre la caída de Pokrovsk, en la región de Donetsk, y Volchansk, en la región de Járkov. Según el portavoz Dmitry Peskov, los jefes militares también informaron al presidente ruso sobre las operaciones en curso para tomar Guliaipole, un punto estratégico en Zaporiyia. Esto fue el 1 de diciembre de 2025. Al sur de Pokrovsk, los rusos han logrado avanzar 35 kilómetros de ancho y hasta 15 kilómetros de profundidad hacia Zaporiyia. Aquí, en el llamado sector sur, las tropas rusas tienen a Hulyaipole y Dobropillia en un movimiento de pinza.
La situación se complica aún más por la injerencia indebida de los altos mandos de la OTAN, quienes siguen actuando como si el organismo responsable de la seguridad de los Estados miembros fuera una entidad política y no un organismo militar subordinado a las decisiones de los líderes de los países. Estamos observando en estos días muchas opiniones de “altos mandos” de la OTAN, que no contribuyen a los esfuerzos que se desarrollan en el campo diplomático.
Para dar algunos ejemplos empecemos por las declaraciones del ex jefe de las fuerzas ucranianas, el General Valery Zaluzhny. “Para comprender la insensatez de la ´resistencia´ ucraniana, basta con leer la reciente declaración de Valery Zaluzhny, exjefe del Estado Mayor ucraniano y actual embajador en Londres. En un acuerdo con Moscú, escribe Zaluzhny, Kiev debería recibir garantías de seguridad como la pertenencia a la OTAN, el despliegue de armas nucleares en su territorio o el despliegue de un gran contingente militar aliado capaz de enfrentarse a Rusia". Estas condiciones han sido vetadas incluso por un halcón como Lindsey Graham. Y Zaluzhny es sin duda una figura importante para Kiev en este momento de transición.
Otra declaración explosiva: La OTAN considera 'ataques preventivos' contra Rusia tras los ciberataques y las incursiones con drones, lo que provoca furia en Moscú. “La OTAN se está preparando para adoptar una postura más dura contra los incesantes ataques cibernéticos, las operaciones de sabotaje y las intrusiones con drones de Rusia, en una medida que ya está provocando ira en Moscú”.
El comandante militar de mayor rango de la alianza advirtió que simplemente reaccionar a las amenazas del régimen de Vladimir Putin ya no funciona y que la OTAN ahora debe considerar atacar primero para disuadir futuros ataques. “Estamos estudiándolo todo... En materia cibernética, somos más bien reactivos. Estamos considerando ser más agresivos o proactivos en lugar de reactivos”, declaró el almirante Giuseppe Cavo Dragone al Financial Times.

SIGUEN LAS NEGOCIACIONES
Más allá de estos detalles, poco se sabe de las negociaciones que se desarrollaron en Miami, salvo que el asunto más difícil de resolver, obviamente, es la transferencia de territorios a Rusia o, mejor aún, reconocer que los territorios que actualmente ocupan, o parte de ellos, estén incluidos en el eventual acuerdo de paz.
Quienes critican dicho reconocimiento argumentan que dicha concesión plantearía desafíos insalvables para la supervivencia de la soberanía ucraniana. En este sentido, cabe recordar que todas las guerras que Occidente ha desatado recientemente (también bajo la presión de los actuales "defensores" de Kiev), con la excepción de la guerra de Libia, que solo desembocó en el caos, han terminado o bien con un cambio de régimen que impuso un gobierno títere, es decir, con el fin de la soberanía del país objetivo, o bien, como ocurrió en la guerra contra Serbia, con Belgrado obligado a ceder Kosovo. Esta violación, sin embargo, no puso fin a su soberanía, que, además, sobrevivió a varios intentos posteriores de cambio de régimen.
Es inútil albergar un optimismo irónico, a pesar de que varios factores parecen favorecer el acuerdo. Es más apropiado esperar que prevalezca el realismo, un realismo que exige el fin de una guerra perdida y que está diezmando a la población ucraniana. Una población que los defensores de la guerra interminable afirman querer defender de los rusos y de una paz impuesta, pero evitan cuidadosamente consultarlos.
¿Alguien considera la opinión de los ucranianos? Durante estos años de guerra, se han realizado multitud de encuestas. Pero es interesante recordar que la última encuesta realizada por Gallup a principios de agosto, reveló que el 70 % de los ucranianos abogaba por negociaciones con los rusos. Tengamos en cuenta que, en agosto el frente de combate ucraniano todavía estaba más o menos sólido, no se estaba derrumbando como ahora, un colapso del que los ucranianos son perfectamente conscientes, pero que no parece interesar mucho ni a los dirigentes de Kiev ni a los grandes medios de comunicación. (Articulo: Encuesta Gallup: Siete de cada diez ucranianos quieren negociaciones de paz con Rusia, del 8 de agosto de 2025).
La niebla de la Guerra 2.0 a toda velocidad. Solo en La Prensa, disipamos la niebla de la guerra…