“Si llegué hasta acá, voy a seguir apostando”

Carlos Rottemberg analizó la temporada teatral marplatense que se avecina y adelantó que ya tiene dos títulos "casi cerrados" para el verano 2025.

Tal vez el más requerido por su visión del negocio teatral, pero también por la afabilidad con que trata a los trabajadores de prensa, Carlos Rottemberg aceptó mantener un mano a mano con La Prensa durante la presentación en Buenos Aires de los espectáculos que habitarán sus seis salas marplatenses el próximo verano.

-Cada temporada tiene sus particularidades y sus desafíos. ¿Cuáles cree que son los de este año en particular?

-Acostumbro decir que Mar del Plata es una continuidad, más allá de las coyunturas. Es por eso que estamos celebrando 46 años ininterrumpidos de hacer teatro en la ciudad. Con esto quiero decir que no tengo expectativas diferentes, siempre son las mismas. Tratar de programar lo más heterogéneamente posible buscando armar una cartelera ecléctica que intente acertar en el gusto de una gran porción del público. Sabiendo de antemano que vamos a llevar cosas que interesan y en otros casos nos vamos a equivocar. Eso es inherente a nuestra profesión. Pero no es que cada año cambio el método sino que utilizo el mismo. En Mar del Plata siempre fui bien recibido cuando era muy chico, entonces no me moví de ahí. Si no hiciese teatro, igual viviría en Mar del Plata; es mi casa, mi lugar. Y además, es una marca registrada para nuestro país como ciudad y hay que defenderla.

-¿En qué medida puede pesar el actual contexto político y social?

-Eso lo vamos a ver después, con el resultado. Hoy sólo puedo decir que así como hace 46 años que trabajo en Mar del Plata, hace 49 años que trabajo en la ciudad de Buenos Aires haciendo teatro. Soy empresario teatral desde después del Rodrigazo, antes de la dictadura. Durante todo este tiempo pasé por hiperinflación, corralito, Plan Bonex, Lebac, Lecop, patacones, Peso Ley 18.188, australes, epidemia de gripe A, pandemia de covid, temporadas en las que no se podían encender las marquesinas porque no había energía eléctrica...Y siguen las firmas (risas). Por lo tanto, trato de tomar todo con la mayor calma posible, curtido ya por casi cinco décadas haciendo la misma actividad en la Argentina. Si pude superar todo aquello y llegué hasta acá, voy a seguir apostando.

-Que un mismo productor programe diez títulos en una misma temporada debe ser un récord...

-En los últimos años hemos tratado de mantener este promedio. Es un trabajo de más de un año para lograrlo. En este momento ya tenemos casi cerrados los dos primeros espectáculos del verano 2025. Por discreción y para no confundir al espectador, todavía no los nombramos. Quizás en enero.

-¿Y cómo se logra el balance para atraer a públicos distintos ?

-Los éxitos pagan los fracasos. Y por otra parte, esta es una profesión que no tiene facultad. Nos manejamos por intuición, por piel, por relaciones personales. Los títulos surgen de los tallarines del domingo, cuando uno escucha a la madre o al hijo comentando qué les gustaría ver. Con todo eso armamos un combo y la realidad la vemos el día que sube la marquesina, abrimos las puertas y la gente vine o no. Entonces nos felicitamos por como acertamos o nos decimos ‘qué mal, como nos equivocamos’. No hay otra.