LA VIGENCIA DE LA DEMAGOGIA CONDENA A LA ARGENTINA Y A EUROPA AL ATRASO

Señor Trump recuerde a Johnson

Voy a atreverme a decir que el país de América Latina de mayor agradecimiento a la acción de Estados Unidos es la República Dominicana. La libertad impera en Santo Domingo dado que en 1965 Lyndon Johnson envió los marines para destituir a su presidente que iba en camino de Fidel Castro y evitó así que el país caribeño fuese la segunda Cuba en el continente.

Ese hecho, a mi juicio trascendente, es ignorado hoy en el mundo. Al respecto, mo puedo ignorar el contraste de esa acción con la del presidente John Fitzgerald Kennedy, quien en 1962 en la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba se nego a proveer la asistencia aérea que le había prometido a los cubanos. Y algo peor fue su acuerdo con Jruschev durante la crisis de los misiles de entregar a Cuba a la orbita soviética.

Hoy tenemos el caso pendiente de Venezuela respecto al cual aparentemente Donald Trump parece pretender accionar como Lyndon Johnson y restaurar la libertad de los venezolanos. No obstante la valides de esa aparente proposición, los paises de América Latina persisten en la necesidad de que la libertad en Venezuela se logre por acuerdo con Maduro.

¡Oh ignorancia de la historia! No se conoce un solo país que haya logrado la libertad por diálogo y acuerdo con el dictador. Recordemos entonces un hecho insólito para la humanidad que fue que los países que perdieron la Segunda Guerra Mundial en 1945 lograron la libertad.

OTRO MILAGRO

Desde mi punto de vista y mi lamentable tristeza histórica, el ver la supervivencia de Juan Guaidó en Venezuela me parece otro milagro de la historia. Hoy llegaron nuevas noticias respecto a las matanzas hechas en Venezuela por los policías y militares partidarios de Maduro. No obstante la evidencia de estos hechos hoy Guaidó permanece de presidente de la Asamblea General y se reconoce como presidente venezolano en muchos países del mundo. Ese hecho que considero un sueño de una noche de verano no implica que olvide la tristeza que implica la ignrancia de los crímenes de los Castro, así como la falta de libertad y el hambre de los cubanos en Cuba. Tantó así que Obama pactó con Raúl Castro y el Papa Francisco fue a visitarlo a la Habana.

Y pasando al resto de América Latina en un reciente artículo de Oppenhaimer se refirió a una visión favorable de la situación actual de los países latinoamericanos con excepción de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Dios quiera que esa visión sea verdadera, pero no puedo evitar mis dudas al respecto y en especial por mi visión de la situación actual de la Argentina.

Con respecto a la Argentina recibí un artículo de The Washington Post en el cual se sostiene que el problema de Argentina es el dilema que implica la angustia que resulta de lo que prefiere. O sea que pretende reconocer la problemática argentina como resultado del pensamiento de los argentinos. Nada más falaz que esa conclusión que ignora la historia de la humanidad.

Al respecto vale recordar, una vez más, el libro de William Berntein The Birth of Plenty en el que se explica que hasta hace unos doscientos años el mundo vivia como vivía Jescristo. Y permítanme recordar a Aristóteles que hace 2.500 años describió la demagogia. O sea reconoció la acción humana en preferencia por los mecanismos que derivaban en la destrucción de la República.

A partir de esa realidad lo que que se requiere es definir los factores determinantes de la evolución del mundo en que vivimos. Ello no fue producto de un cambio en la naturaleza humana sino en el reconocimiento de la misma. Tal como reconociera David Hume: "No podeos hacer nada para cambiar la naturaleza humana, si queremos cambiar los comportamientos tenemos que cambiar la situación y las circunstancias".

Es evidente pues que la evolución del mundo no fue resultado de un cambio en la naturaleza humana sino en el reconocimiento de la misma. Así surgió en Inglaterra la Glorious Revolution de 1688 como producto del pensamiento de John Locke que escribió: "Los monarcas también son hombres por tanto se requiere limitar las prerrogativas del rey mediante el Parlamento".

Fue en Estados Undos donde se recooció la elocuencia de ese principio a partir de la Constitución de 1787. En razón del mismo, James Madison reconoció que el gobierno es una administración de hombres sobre hombres y por tanto se requería el control político. Al respecto sostuvo que el primer control era del pueblo pero que la historia nos había enseñado la necesidad de otras precauciones. De ese principio, surgió la llamada Judicial Review que tal como reconociera el juez Marshall en el caso Marbury vs. Madison era la función y el deber del poder judicial el decir qué es la ley.

¡Y oh milagro de la historia! Voy a repetir la visión histórica de la Argentina, la que ignora el artículo del Washington Post. A la caída de Juan Manuel de Rosas, Cepeda mediante, en 1852 la Argentina se convirtió en el tercer país del mundo en reconocer los principios que determinaron el cambio en la historia de la humanidad. Por entonces, la Argentina era uno de los países más pobres del mundo pero a principios del siglo XX, tal como reconoció The Economist, tenía un ingreso per cápita más alto que Francia, Italia y Alemania.

Pero he aquí que llegó Juan Domingo Perón, nacionalismo católico mediante, embrión del fascismo incluido en la encíclica Quadragesimo Anno del Papa Pío XI surgido del Concordato de Letrán. Ese documento fue una probada contradicción ideológica con la encíclica Rerum Novarum en la cual el Papa León XIII hacía reconocido la falacia del socialismo de su intento de igualar a los hombres. Y no olvidemos, tal como lo explicara Von Hayek, el socialismo era la fuente de creación del fascismo.

EL PROBLEMA

El problema vigente en la Argentina es la vigencia permanente del peronismo, así como en la Unión Europea prevalece el socialismo, o sea la vigencia de la demagogia. Expresión que se manifiesta en el aumento del gasto público que implica la violación del derecho de propiedad y consecuentemente hace más de diez años que no crece. Y no existe un partido no socialista que pueda alcanzar el poder político democráticamente.

Ya debieramos saber que cuando se incrementa el gasto público en la supuesta búsqueda de la igualdad, surge la desigualdad económica, enriqueciéndose los que llegan al poder llorando por los pobres. Al respecto ya Juan Bautista Alberdi había advertido: "Hasta aquí el peor enemigo de la riqueza del país es la riqueza del fisco". Actual factor determinante de la crisis que padece la Argentina.

Por último, permítanme recordar de nuevo el caso de Cuba. A diferecia de la Argentina en Cuba a la llegada de Fidel Castro prevalecia el sistema que cambió al mundo. No era nuestra sabiduría sino la situación que surgía por ósmosis, es decir la vigencia de la relación con Estados Unidos.

Consecuentmente, Cuba tenía el nivel de vida más alto de América Latina. Llegó Fidel y el comunismo y desapareció la libertad y surgió el hambre. Por favor recordemos a Séneca cuando dijo: "Para el que no sabe donde va no hay viento favorable". Yo me permito añadir: "Y para el que no sabe donde está y porqué está donde está, dificilmente sepa donde quiere ir". Y por último, señor Trump recuerde a Johnson.


La supervivencia de Juan Guaidó en Venezuela me parece otro milagro de la Historia.