Señales mixtas no frenan por ahora el crecimiento global

POR JUAN JOSE LLACH *

Días atrás ocurrieron dos hechos cuya simultaneidad era inimaginable hasta hace poco. Corea del Norte redobló a límites sin precedentes sus amenazas en la región y, sin embargo, los mercados financieros de la República de Corea y de Japón siguieron su ruta, como si nada pasara. 

La amenaza de Corea del Norte a Japón fue muy explícita: "Ya no es necesario que Japón exista cerca de nosotros y las cuatro islas del archipiélago deben ser hundidas en el mar por la bomba nuclear". Por ahora con diplomacia nipona, Japón contestó que "si Corea del Norte sigue el curso que lleva quedará cada vez más aislada del mundo". 

Pero tratando de dar realismo a sus palabras, Corea del Norte reiteró al día siguiente un misil que sobrevoló Japón. Pese al lenguaje terrorífico y al misil, los mercados financieros de Japón y de la República de Corea no se inmutaron. El yen y el won coreano seguían valiendo casi lo mismo que un año atrás, con una leve apreciación, y los índices bursátiles de ambos países continuaron su tendencia alcista.

Quedó claro que y suponen, como parece probable y todos deseamos, que ellas no se concretarán. 

POSITIVO

Un dato positivo del último mes fue la revisión hacia arriba del crecimiento anualizado de Estados Unidos en el segundo trimestre, ahora estimado en 3%.

Transcurridos ya diez meses de la elección del presidente Trump, los únicos indicadores que han empeorado son el valor del dólar, el del peso argentino y la soja, junto a una leve suba del rendimiento de los bonos de Estados Unidos a diez años. 

En las bolsas se destaca la suba del Merval que, aun medido en dólares se incrementó un 21,8%, casi lo mismo que el Nikkei. Las bajas de los granos obedecen a grandes aumentos de la producción, por una sucesión casi ininterrumpida de cosechas record en los últimos cinco años que pudieron más que una demanda muy sostenida. Por lo demás, el resto de las monedas, las materias primas y las bolsas han aumentado significativamente y, lo que es muy importante, el riesgo país de los mercados emergentes cayó significativamente, incluyendo el de la Argentina que con 374 puntos acaba de tocar su mínimo en diez años.

Con aun mayor claridad que en los meses anteriores, los resultados muestran el fracaso del modelo canónico con el que se pronosticó la evolución de las finanzas globales al momento de ser electo Trump. Este modelo sostenía que aumentarían las tasas de interés de mercado y de política económica, primero en Estados Unidos y luego en Europa, lo que llevaría a bajas bursátiles, una apreciación del dólar, salidas de capitales de los países emergentes, con subas de su riesgo país y debilitamiento de los commodities. Lo que ha ocurrido hasta aquí es lo contrario.

CURSO ALTERNATIVO

Como se dijo en artículos anteriores, desde diciembre pasado, había un curso alternativo que era el de la economía global 2004-2008, favorable a las materias primas y a los países emergentes. A esto se agregaron tendencias deflacionarias que postergaron las subas de las tasas de interés de política monetaria y casi anularon el aumento del rendimiento de los bonos.

Por cierto, este marco es el mejor para la Argentina. Se oscurece en parte por las súper cosechas globales que transforman el viento de cola, que disfrutó y malgastó el anterior gobierno, en una suave brisa favorable. Ayudará, en cambio, una recuperación de Brasil cuyo crecimiento superará muy probablemente al proyectado por el FMI (1,3%), peses a que también aquí aparece una sombra, y es la audaz reforma laboral votada por el Congreso, que será un imán para la atracción de inversiones a nuestro vecino y le dará una significativa ganancia de competitividad, tal vez parcialmente compensada por una revaluación del real que puede ayudar al balance comercial bilateral.

* Catadrático de la Universidad Austral, ex secretario de Programación Económica y ex ministro de Educación.


Los mercados financieros miran más las tendencias de la economía global, con una expansión sincronizada, que a las amenazas norcoreanas.