Anticiparon que se opondrán al proyecto que todavía no llegó al Congreso

Senadores peronistas y la CGT rechazaron la reforma laboral


Un grupo de senadores peronistas encabezados por José Mayans y Juliana Di Tullio recibió hoy a la conducción de la CGT para planear una estrategia conjunta contra el proyecto de reforma laboral del Poder Ejecutivo que todavía no ingresó al parlamento. Participaron del encuentro una docena de senadores de distintas vertientes del PJ, la cúpula de la CGT integrada por Jorge Sola (Seguros), Cristian Jerónimo (Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros) y otros secretarios gremiales de peso en la central obrera como Gerardo Martínez y José Luis Lingeri.

Al finalizar el encuentro Jerónimo anticipó el rechazo a la iniciativa alegando que quitará “la calidad de derechos individuales y colectivos”. También anticipó que este jueves la CGT anunciará un plan de acción contra el proyecto.

Por su parte el senador camporista Mariano Recalde expresó el rechazo de los legisladores a la norma. Aclaró que “todavía no tenemos ningún proyecto oficial, han circulado muchos borradores que tienen una propuesta espantosa para los trabajadores, perjudican a los trabajadores, abaratan los despidos, abaratan el costo laboral y como única salida no tienen ninguna otra propuesta del gobierno para mejorar la situación de las empresas que bajarle los derechos a los trabajadores”. Sostuvo que el peronismo y los sindicatos tenían varias propuestas alternativas.

En el plano legislativo, el debate de la reforma laboral en el recinto del Senado se demorará por lo menos dos semanas. Ayer la presidenta de la Cámara, Victoria Villarruel, se reunió con la presidenta del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, y acordaron que recién el martes próximo se realizará la primera reunión con los presidentes de las restantes bancadas.

En ese encuentro se definirá la conformación de las comisiones, entre ellas la de Trabajo y Previsión, que será la encargada de analizar el tema. Fuentes parlamentarias no descartaron la posibilidad de que el proyecto sea girado además a una segunda comisión, lo que complicaría reunir las firmas necesarias para alcanzar el dictamen correspondiente. Según esa versión, sería idea de la vicepresidenta ampliar el giro.

Se espera, además, que en los próximos días se terminen los desplazamientos políticos para definir bloques y comisiones. Ayer se confirmó que el ex presidente del bloque del PRO, Luis Juez, había resuelto formar un bloque unipersonal para integrar un interbloque con LLA. Con ese desplazamiento el PRO queda reducido a tres integrantes. De todas maneras, desde LLA atribuyeron la dificultad de dar un trámite rápido a la iniciativa al hecho de que el Poder Ejecutivo demoró su envío al parlamento. Ayer se esperaba que el presidente Javier Milei volviese a Buenos Aires tras su viaje a Oslo para que firmase el mensaje y el último texto del proyecto y los remitiese al Senado.

Una vez que la reforma ingrese por mesa de entradas, deberá ser girada a comisión y dictaminada. Si estos pasos se completan, siete días más tarde estará en condiciones de ingresar al recinto. Nada autoriza a pesar que con esa agenda el proyecto pueda ser sancionado definitivamente por la Cámara de Diputados antes de fin de año.