Opinión
¿Se podrá decidir ahora el destino de Ucrania?
Tras 1.400 días de guerra, las negociaciones de paz son más intensas que nunca.
Como ya lo hemos expresado en La Prensa el 30/11/25: “los tiempos para negociar el fin de una guerra varían enormemente según la historia, pudiendo durar meses, años o incluso décadas, como lo demuestran los seis meses de negociaciones para el Tratado de Versalles (firmado en 1919) o los varios años de conversaciones de paz en Colombia (2012-2016). Factores como la situación militar, las voluntades políticas, la complejidad de los problemas en disputa y la implicación de múltiples actores son determinantes para la duración de estas negociaciones.
En esta oportunidad entre los factores determinantes que influyen en la duración de las negociaciones, está la situación en el campo de batalla, las negociaciones pueden acelerarse o prolongarse dependiendo de si uno de los bandos está obteniendo una victoria militar, si el conflicto ha llegado a un punto muerto o si se ha producido un agotamiento mutuo.
Rusia prevalece claramente con una actitud operacional ofensiva, rítmica y constante siguiendo su doctrina de la batalla profunda. (No entendemos porque grandes “parlanchines locales e internacionales, no quieren ver esta realidad… o mejor dicho la ven, pero la manipulan).
Otro factor es la complejidad del conflicto: Este conflicto, con múltiples facciones y con problemas subyacentes profundos como cuestiones territoriales, económicas o ideológicas, suelen requerir negociaciones prolongadas y complejas”.
Como todos sabemos la participación de gran cantidad de actores internacionales, de un lado y del otro, influyen en la duración y el resultado de las negociaciones. Donald Trump está preparando su oferta a Rusia para intentar poner fin a la guerra en Ucrania, y las maniobras que construye Estados Unidos se basan en dos supuestos: que Kiev acepte la idea de cesar los combates para Navidad, y que Moscú se abra al escenario coreano, que consolidaría las nuevas fronteras de facto en la línea del frente, por tanto, sin concesiones territoriales a Rusia y sin que Ucrania declare oficialmente su pérdida de gran parte del Donbás.
UN ESCENARIO EN EVOLUCION ENTRE RUSIA Y UCRANIA
¿Qué hay en juego? Observamos tres cuestiones principales: garantías de seguridad, reconstrucción y cuestiones territoriales.
Estos son los últimos rumores que surgen de las negociaciones tras las repetidas reuniones de negociadores estadounidenses y ucranianos en Miami, y después de que Washington dejara clara su intención de negociar solo con Rusia, dejando de lado a la Unión Europea. Sin embargo, el papa León XIV intervino a favor de la Unión Europea.
Tras recibir a Volodímir Zelenski en Castel Gandolfo, declaró: “Buscar un acuerdo de paz sin incluir a Europa en las conversaciones es irrealista. La guerra está en Europa, y creo que Europa debe formar parte de las garantías de seguridad que buscamos hoy y en el futuro”. Este es un factor que Trump, quien ha expresado su aprecio por el compromiso del pontífice estadounidense con la paz y su deseo de reunirse con él, probablemente tendrá que tener en cuenta.
Los rusos claramente intentan atraer a los estadounidenses con la idea de explotar conjuntamente los recursos minerales del Donbás. A esto se suma la idea de explorar conjuntamente la región ártica. "¡El dinero!", ese es el lema del nuevo entendimiento ruso-estadounidense.
El escenario está cambiando. El Washington Post informó, a partir de fuentes de la administración, que el plan de Trump contempla comenzar con el escenario coreano, el que estabilizó a Seúl y Pyongyang tras tres años de guerra desde 1953. Cuestión que venimos expresando hace tiempo desde nuestras conferencias y en esta columna.
Como señala Bne Intellinews, “una disposición central del plan es la creación de una amplia zona de amortiguación desmilitarizada que se extienda desde la República Popular de Donetsk a través de las regiones de Zaporizhia y Jersón. El área más allá de esta zona de amortiguación estaría sujeta a una prohibición de armas pesadas”.
Esta maniobra obligaría al Kremlin a no presentar más reivindicaciones y a dejar en el limbo las cuatro óblasts anexadas en el referéndum ilegal de septiembre de 2022 pero aún no totalmente conquistadas tras la invasión lanzada el 24 de febrero del mismo año.
Como hemos dicho, la base de las negociaciones es la situación militar: Rusia continúa su masivo ataque aéreo contra Ucrania. El 12 de diciembre, presenciamos la séptima gran ofensiva desde principios de noviembre. Desplegaron 495 misiles de crucero, drones y cohetes. El objetivo, una vez más, era el suministro de gas y electricidad, esta vez principalmente en la región de Odesa. La ciudad quedó parcialmente a oscuras. En el sector central, cayó la ciudad de Siversk, eje central del sector central y puerta de entrada a Sloviansk y Kramatorsk.
Según el coronel austriaco M. Reisner (a quien no podemos acusar de aliado de Rusia) “Ucrania se enfrenta a cuatro grandes retos: necesita financiación, está sumida en una crisis energética debido a los ataques aéreos, el tercero es el escándalo de corrupción que rodea a Zelenski, y el cuarto se refiere a la escasez de soldados en el frente. Europa puede hacer mucho, por ejemplo, proporcionando financiación y poniendo finalmente a disposición de Ucrania los fondos rusos congelados. El objetivo es garantizar que el país mantenga su capacidad de acción. Defenderse de los ataques aéreos requiere defensas antiaéreas. Estas son armas puramente defensivas, y su entrega incondicional no debería suponer un problema para nadie. Pero… también es una cuestión de disponibilidad. Es un bien escaso”.
También existe un desequilibrio en el suministro de proyectiles de artillería. Los europeos han suministrado a los ucranianos 1,8 millones de proyectiles este año. Los rusos han producido 3,5 millones y han recibido otros tres millones de sus aliados.
Según nuestros análisis el problema de las bajas ucranianas y la falta de personal para completarlas es un factor determinante.
Sigue Reisner: “Así es. Europa encarga misiles y sistemas Patriot a los estadounidenses, que cobran un precio muy elevado. Estados Unidos produce actualmente 1000 misiles Patriot al año. Europa solo fabrica 100 unidades del sistema SAMP/T similar al año, y pronto quizá 140. Eso no es suficiente, ni de lejos.”
¿Alto el fuego entre Rusia y Ucrania antes de Navidad?: Cabe señalar que Rusia ha considerado la cuestión de los territorios crucial para una negociación que, incluso después de la presentación de los primeros 28 puntos por parte de Trump, consideramos compleja y probablemente no del todo satisfactoria para el Estado liderado por Vladimir Putin. Desde Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, calificó a Trump como "el único líder occidental" que demuestra "comprensión de las razones que hicieron inevitable la guerra en Ucrania".
Sin embargo, repetimos, el camino hacia la negociación sigue siendo empinado y cuesta arriba.
El martes 16 de diciembre de 2025 se publicó: Después de que Zelensky abandonara tardíamente las aspiraciones de membresía de Ucrania en la OTAN, los funcionarios europeos ahora están admitiendo abiertamente lo que prácticamente todos sabían, pero tenían miedo de decir. La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, reconoció recientemente en declaraciones que la adhesión de Ucrania a la alianza militar está ahora claramente "imposible", pero que la Unión Europea debe ofrecer garantías de seguridad concretas.
Mientras tanto, en Kiev, Washington ha comunicado que espera que Ucrania acepte rápidamente los términos discutidos por Estados Unidos y sus representantes, según The Independent, que informa de cómo Trump desea con optimismo la aprobación de Zelenski para la Navidad, que por segundo año consecutivo Ucrania celebrará el 25 de diciembre en una forma de acercamiento político a Occidente.
Para Ucrania, esto significaría que Zelenski se comprometiera a celebrar elecciones dentro de los 100 días siguientes al fin de la guerra, lo que podría suponer un desafío a su poder. Y aquí es donde podría ser útil el papel de Europa como garante de los acuerdos estadounidenses ante Kiev.
PRESION E INCAPACIDAD
Para cerrar, volvemos al coronel M. Reisner: “Cualquiera que analice la historia rusa verá que Rusia solo ha estado dispuesta a negociar cuando se encontraba bajo una enorme presión. Pero no vemos que eso suceda. Los europeos son incapaces de negociar y los estadounidenses no están dispuestos. Por lo tanto, Ucrania se ve amenazada con una paz impuesta. En ese caso, Rusia habría ganado por completo.”
En esta oportunidad entre los factores determinantes que influyen en la duración de las negociaciones, está la situación en el campo de batalla, las negociaciones pueden acelerarse o prolongarse dependiendo de si uno de los bandos está obteniendo una victoria militar, si el conflicto ha llegado a un punto muerto o si se ha producido un agotamiento mutuo.
Rusia prevalece claramente con una actitud operacional ofensiva, rítmica y constante siguiendo su doctrina de la batalla profunda. (No entendemos porque grandes “parlanchines locales e internacionales, no quieren ver esta realidad… o mejor dicho la ven, pero la manipulan).
Otro factor es la complejidad del conflicto: Este conflicto, con múltiples facciones y con problemas subyacentes profundos como cuestiones territoriales, económicas o ideológicas, suelen requerir negociaciones prolongadas y complejas”.
Como todos sabemos la participación de gran cantidad de actores internacionales, de un lado y del otro, influyen en la duración y el resultado de las negociaciones. Donald Trump está preparando su oferta a Rusia para intentar poner fin a la guerra en Ucrania, y las maniobras que construye Estados Unidos se basan en dos supuestos: que Kiev acepte la idea de cesar los combates para Navidad, y que Moscú se abra al escenario coreano, que consolidaría las nuevas fronteras de facto en la línea del frente, por tanto, sin concesiones territoriales a Rusia y sin que Ucrania declare oficialmente su pérdida de gran parte del Donbás.
UN ESCENARIO EN EVOLUCION ENTRE RUSIA Y UCRANIA
¿Qué hay en juego? Observamos tres cuestiones principales: garantías de seguridad, reconstrucción y cuestiones territoriales.
Estos son los últimos rumores que surgen de las negociaciones tras las repetidas reuniones de negociadores estadounidenses y ucranianos en Miami, y después de que Washington dejara clara su intención de negociar solo con Rusia, dejando de lado a la Unión Europea. Sin embargo, el papa León XIV intervino a favor de la Unión Europea.
Tras recibir a Volodímir Zelenski en Castel Gandolfo, declaró: “Buscar un acuerdo de paz sin incluir a Europa en las conversaciones es irrealista. La guerra está en Europa, y creo que Europa debe formar parte de las garantías de seguridad que buscamos hoy y en el futuro”. Este es un factor que Trump, quien ha expresado su aprecio por el compromiso del pontífice estadounidense con la paz y su deseo de reunirse con él, probablemente tendrá que tener en cuenta.
Los rusos claramente intentan atraer a los estadounidenses con la idea de explotar conjuntamente los recursos minerales del Donbás. A esto se suma la idea de explorar conjuntamente la región ártica. "¡El dinero!", ese es el lema del nuevo entendimiento ruso-estadounidense.
El escenario está cambiando. El Washington Post informó, a partir de fuentes de la administración, que el plan de Trump contempla comenzar con el escenario coreano, el que estabilizó a Seúl y Pyongyang tras tres años de guerra desde 1953. Cuestión que venimos expresando hace tiempo desde nuestras conferencias y en esta columna.
Como señala Bne Intellinews, “una disposición central del plan es la creación de una amplia zona de amortiguación desmilitarizada que se extienda desde la República Popular de Donetsk a través de las regiones de Zaporizhia y Jersón. El área más allá de esta zona de amortiguación estaría sujeta a una prohibición de armas pesadas”.
Esta maniobra obligaría al Kremlin a no presentar más reivindicaciones y a dejar en el limbo las cuatro óblasts anexadas en el referéndum ilegal de septiembre de 2022 pero aún no totalmente conquistadas tras la invasión lanzada el 24 de febrero del mismo año.
Como hemos dicho, la base de las negociaciones es la situación militar: Rusia continúa su masivo ataque aéreo contra Ucrania. El 12 de diciembre, presenciamos la séptima gran ofensiva desde principios de noviembre. Desplegaron 495 misiles de crucero, drones y cohetes. El objetivo, una vez más, era el suministro de gas y electricidad, esta vez principalmente en la región de Odesa. La ciudad quedó parcialmente a oscuras. En el sector central, cayó la ciudad de Siversk, eje central del sector central y puerta de entrada a Sloviansk y Kramatorsk.
Según el coronel austriaco M. Reisner (a quien no podemos acusar de aliado de Rusia) “Ucrania se enfrenta a cuatro grandes retos: necesita financiación, está sumida en una crisis energética debido a los ataques aéreos, el tercero es el escándalo de corrupción que rodea a Zelenski, y el cuarto se refiere a la escasez de soldados en el frente. Europa puede hacer mucho, por ejemplo, proporcionando financiación y poniendo finalmente a disposición de Ucrania los fondos rusos congelados. El objetivo es garantizar que el país mantenga su capacidad de acción. Defenderse de los ataques aéreos requiere defensas antiaéreas. Estas son armas puramente defensivas, y su entrega incondicional no debería suponer un problema para nadie. Pero… también es una cuestión de disponibilidad. Es un bien escaso”.
También existe un desequilibrio en el suministro de proyectiles de artillería. Los europeos han suministrado a los ucranianos 1,8 millones de proyectiles este año. Los rusos han producido 3,5 millones y han recibido otros tres millones de sus aliados.
Según nuestros análisis el problema de las bajas ucranianas y la falta de personal para completarlas es un factor determinante.
Sigue Reisner: “Así es. Europa encarga misiles y sistemas Patriot a los estadounidenses, que cobran un precio muy elevado. Estados Unidos produce actualmente 1000 misiles Patriot al año. Europa solo fabrica 100 unidades del sistema SAMP/T similar al año, y pronto quizá 140. Eso no es suficiente, ni de lejos.”
¿Alto el fuego entre Rusia y Ucrania antes de Navidad?: Cabe señalar que Rusia ha considerado la cuestión de los territorios crucial para una negociación que, incluso después de la presentación de los primeros 28 puntos por parte de Trump, consideramos compleja y probablemente no del todo satisfactoria para el Estado liderado por Vladimir Putin. Desde Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, calificó a Trump como "el único líder occidental" que demuestra "comprensión de las razones que hicieron inevitable la guerra en Ucrania".
Sin embargo, repetimos, el camino hacia la negociación sigue siendo empinado y cuesta arriba.
El martes 16 de diciembre de 2025 se publicó: Después de que Zelensky abandonara tardíamente las aspiraciones de membresía de Ucrania en la OTAN, los funcionarios europeos ahora están admitiendo abiertamente lo que prácticamente todos sabían, pero tenían miedo de decir. La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, reconoció recientemente en declaraciones que la adhesión de Ucrania a la alianza militar está ahora claramente "imposible", pero que la Unión Europea debe ofrecer garantías de seguridad concretas.
Mientras tanto, en Kiev, Washington ha comunicado que espera que Ucrania acepte rápidamente los términos discutidos por Estados Unidos y sus representantes, según The Independent, que informa de cómo Trump desea con optimismo la aprobación de Zelenski para la Navidad, que por segundo año consecutivo Ucrania celebrará el 25 de diciembre en una forma de acercamiento político a Occidente.
Para Ucrania, esto significaría que Zelenski se comprometiera a celebrar elecciones dentro de los 100 días siguientes al fin de la guerra, lo que podría suponer un desafío a su poder. Y aquí es donde podría ser útil el papel de Europa como garante de los acuerdos estadounidenses ante Kiev.
PRESION E INCAPACIDAD
Para cerrar, volvemos al coronel M. Reisner: “Cualquiera que analice la historia rusa verá que Rusia solo ha estado dispuesta a negociar cuando se encontraba bajo una enorme presión. Pero no vemos que eso suceda. Los europeos son incapaces de negociar y los estadounidenses no están dispuestos. Por lo tanto, Ucrania se ve amenazada con una paz impuesta. En ese caso, Rusia habría ganado por completo.”
