Schwartzman se despidió de Roland Garros entre lágrimas: "Este último partido aquí simboliza toda mi carrera"


De a poco, como en cámara lenta, la carrera en el circuito de Diego Schwartzman va llegando a su fin. El mismo lo adelantó hace un tiempo y cada partido que juega, puede ser el último. Por eso las lágrimas de el dolor por la derrota que soltó ayer el Peque, no bien fue eliminado de Roland Garros, el torneo que más gloria le regaló. Sabe, el argentino, que no podrá disputar el cuadro final tras haber caído en la segunda ronda de la fase previa y que, seguramente, no lo haga nunca más.

Finalista en Francia en 2020, Schwartzman cayó hoy a manos del francés Quentin Halys por 4-6, 6-4 y 7-6 (10-7) en un duelo lleno de emoción, en la pista Suzanne Lenglen, con el público dividido entre el cariño hacia el Peque y el que sentía por el local. "Creo que este último partido aquí simboliza como ha sido toda mi carrera. Roland Garros siempre ha sido muy especial para mi. Gracias a todos. No es fácil jugar aquí contra un francés, pero me he sentido como en casa", dijo tras el partido el bonaerense, quien es muy querido en Francia.

Schwartzman, que a sus 31 años anunció que pondrá fin a su carrera tras el torneo de Buenos Aires del año próximo, no había faltado a ninguna cita con el cuadro final de Roland Garros desde 2014. Incluso, allí escribió algunas de mejores páginas de su carrera, como aquella vez que llegó cuartos en 2018 y lo tuvo contra las cuerdas al mismísimo Rafael Nadal durante un set y medio. La primera manga que perdía el español en 37 sobre la tierra batida de París. Pero ese día la lluvia hizo que se suspendiera el partido y Nadal recobró su mejor versión para acabar imponiéndose. Entonces ya fue imposible.

Dos años más tarde, la trayectoria de ambos volvió a cruzarse, pero esta vez fue en semifinales. Las primeras de un Grand Slam que alcanzaba el menudo jugador de Buenos Aires. Y si bien no pudo superar allí tampoco al español, sí le sirvió para firmar su mejor temporada. Ese día Peque se metió por vez primera en el top 10 para acabar aquel año entre los ocho mejores del mundo que le dieron acceso al Torneo de Maestros.

Y la temporada pasada, que quedará como la última de Schwartzmann en el cuadro final del polvo de ladrillo parisino, no pudo superar la tercera ronda ante el griego Stefanos Tsitsipas. "No voy a olvidar ninguno de esos partidos, ni siquiera este", aseguró el argentino, quien recordó que se despide del torneo el mismo día y en la misma ronda que el doble finalista del torneo (2018 y 2019), el austríaco Dominic Thiem, que dejará el tenis al final del año y que cayó ante el finlandés Otto Virtanen, 156 del mundo de 22 años, 6-2 y 7-5.

La emoción estaba grabada en el rostro de un Schwartzman. El hombre no podía ocultar su emoción. "Fue un año especial, diferente, muy emotivo", contó con lágrimas en los ojos.