“Salí de las tinieblas gracias al teatro”
El actor, dramaturgo y director Mariano Taccagni comparte el proceso de sanación que vivió con su obra ‘Oh, Karen!’. Sumido en el desánimo después del suceso arrollador de ‘Drácula’, llevar a escena la relación entre una gata y su dueña le devolvió las ganas de crear y de volver también a la actuación.
Flor Regina y Natalia Mouras protagonizan este musical de Taccagni y Juan Manuel Bevacqua.Hace algunos años, al dramaturgo, actor y director Mariano Taccagni le llamaron la atención unos memes en redes sociales que aludían a la figura de una tal Karen. "Me puse a investigar -cuenta- y me topé con una historia detrás: en Brooklyn, en los años '90, hubo un incendio muy importante y una gatita se convirtió en heroína al salvar a sus crías, aun al costo de sufrir daños en su salud. Terminó toda chamuscada, con una pata lastimada. Finalmente, la gata, bautizada Scarlett por los medios de comunicación, fue entregada en adopción a una señora de nombre Karen que ganó esa posibilidad al enviar una carta conmovedora a una radio". La relación entre ambas se convirtió en paradigma del afecto y las demandas que caracterizan al vínculo entre una mascota y su dueño.
-¿Cómo resuena esta historia en usted?
-Se da la particularidad de que los amantes de los gatos tenemos un diálogo bastante parecido al de ellas con nuestras mascotas. Los gatos dominan la casa y a diferencia de los perros tienen una independencia muy particular. En lo personal, yo necesito estar muy en contacto con la gente que quiero: mis amigos, mi hija, mi pareja. Entonces esta situación me interpela porque el gato me enseña que uno tiene que dejar ser al otro, que no tiene que estar tan encima de la gente.
A partir de este disparador, Taccagni escribió una obra teatral musical a la que llamó ‘Oh, Karen! La historia de una gata’, que también dirige y que sale a escena los sábados a las 18 en El Método Kairós (El Salvador 4530, localidades por Alternativa Teatral).
DOS CARAS
El intérprete que supo lucirse en ‘Piaf’, ‘Grease’ y ‘Eva, el gran musical argentino’, por sólo nombrar algunos títulos, es el humano responsable de Sábato, un gato que le regaló uno de los niños con los que compartió elenco en 'La novicia rebelde'. "Lo traje a casa un poco desafiando a Ale (su marido, el actor Alejandro Vázquez). El me decía: ‘seguramente no vas a querer’. Alejandro siempre quiso tener un perro pero implica mucho trabajo cuidarlo. En cambio, el gato tiene otra autonomía, es más simple en algunos sentidos. Simple pero con una personalidad intrincada".
-¿Cómo es eso?
-El gato es salvaje por momentos y en otros es un lord. Algo de eso contamos en la obra basándonos en la historia original de Karen y Scarlett pero, a partir de ahí, dejando volar la imaginación.
Si bien Taccagni la escribió dos años atrás, la propuesta se fue enriqueciendo en el trabajo con las dos actrices que la protagonizan. Además, “al mismo tiempo que comenzamos los ensayos empecé a dialogar de un modo diferente con mi gato haciendo un ejercicio más puntilloso de leerlo, de tratar de entender su código, incluso las claves de su personalidad", ilustra.
-A través de la obra se permite abordar también otras cuestiones.
-Sin duda. 'Oh, Karen!' habla de la soledad y de cómo nosotros nos enfrentamos a ella. También de la resiliencia, y de lo que uno puede aprender de los otros cuando está en una sintonía de amor. Hay gente que está presente en uno aunque no la vea todos los días. En ese sentido, la obra me enseñó un montón de cosas sobre mí. Cuando uno escribe y a la vez dirige un material, como en este caso, va descubriendo cosas que no sabía que las había puesto en el libro. También las actrices me iluminaron aspectos que yo no veía. Fue un proceso de mucho enamoramiento: con ellas, con el material que escribí y con la historia de Karen y Scarlett.