Russo y Rosario Central: una conexión de cinco ciclos
Miguel Ángel Russo, entrenador de Boca, falleció en las últimas horas, luego de una serie de internaciones provocadas por una infección urinaria y un cuadro de hidratación.
Fallecido a sus 69 años, Russo mantuvo una conexión muy importante con Rosario Central durante su carrera como entrenador: dirigió al equipo rosarino en cinco ciclos distintos, con un total de 301 partidos al mando.
En su último paso, el más exitoso, “Miguelo” pudo sacarse una espina y gritar campeón con la institución a la que dirigió durante más tiempo, quedándose con la Copa de la Liga 2023.
Siendo uno de los ídolos de la historia de Central, y un DT muy querido por todo el fútbol argentino, se confirmó el deceso de Miguel Ángel Russo, quien estuvo vinculado al equipo auriazul de Rosario durante una gran parte de su larga carrera en la dirección técnica.
Habiendo comenzado su carrera en Lanús en 1989, donde dirigió dos años en el Nacional B, el entrenador continuó con pasos por Estudiantes y la Universidad de Chile, hasta llegar a Rosario Central para dar inicio a su primer ciclo, sobre el final del Torneo Clausura 1997.
Tras dirigir los últimos cuatro partidos del Clausura, Russo le cambió la cara a Central en el Apertura 1997. Con el delantero Rubén “Polillita” Da Silva como figura y goleador, con 15 tantos, el “Canalla” terminó en el tercer puesto con 35 puntos. A pesar de no tener una gran campaña en el Clausura 98’, el equipo de Russo terminó en el séptimo puesto de la tabla general y clasificó a la Copa Conmebol 1998.
Después de su primera temporada exitosa en Primera División, el DT tuvo su primera experiencia europea, al mando del Salamanca de España, en la que no tuvo buenos resultados. Cuatro años después de haber emigrado, Russo volvió a dirigir al equipo auriazul de Rosario, el cual luchaba en la zona baja de la tabla de promedios.
Tras llegar al cargo en el final del Apertura 2002, el entrenador, que pasó toda su vida como jugador en Estudiantes, volvió a cambiar la realidad del equipo en el Clausura 2003.
En el certamen mencionado, el “Canalla” fue cuarto, volvió a tener al máximo goleador del torneo, Luciano Figueroa con 17 conquistas, y se dio el lujo de cerrar el torneo con una goleada inolvidable ante Boca, por 7-2. Dicho torneo clasificó a Central a la Copa Sudamericana 2003 y a la Libertadores 2004. Además, el conjunto rosarino fue quinto en el Apertura 2003.
En dicha Copa Libertadores, Rosario Central superó la fase de grupos en el segundo puesto del grupo que compartió con Sporting Cristal de Perú, Coritiba de Brasil y Olimpia de Paraguay, aunque una caída con San Pablo de Brasil por penales en octavos de final, y un mal Torneo Clausura 2004, generaron la salida del entrenador, que fue presentado en Vélez.
Luego de pasar por Boca y San Lorenzo, habiendo ganado la Libertadores 2007 con el “Xeneize”, Russo volvió a Central para su tercer ciclo en abril de 2009, con un objetivo muy diferente: debía salvar al club del descenso.
Dirigiendo los últimos partidos del Clausura 2009, Russo pudo salvar a Rosario Central del descenso directo pero tuvo que jugar una promoción, ante Belgrano. Con un gran triunfo por 1-0 como visitante, y empatando por 1-1 en el Gigante de Arroyito, Rosario Central pudo salvar la categoría aunque, con desacuerdos en cuanto al plantel del año siguiente, Russo no renovaría su contrato.
El cuarto ciclo de “Miguelo” comenzó en mediados de 2012, por primera vez, con Rosario Central en la B Nacional. Con una gran campaña, en la que consiguió 74 unidades, Russo fue campeón del torneo por un punto y devolvió a Central a Primera. En la temporada siguiente, tras ser 10° en el Torneo Inicial y 8° en el Final, la “Academia” rosarina ganó el derecho de participar en la Copa Sudamericana 2014.
En 2014, un flojo Torneo Transición, una eliminación en segunda ronda de la Sudamericana, ante Boca, desgastaron el ciclo de Miguel Ángel Russo, quien llegó a la final de la Copa Argentina 2013/14 y perdió por penales ante Huracán, para, dos días después, decidir dejar el cargo.
Tuvieron que pasar nueve años para que Russo aceptara volver a Rosario Central, y su último ciclo fue, curiosamente, el más exitoso. El entrenador condujo a un equipo con jugadores habilidosos como los volantes Jaminton Campaz e Ignacio Malcorra, resguardados por la experiencia de defensores como Carlos Quintana, Facundo Mallo y el arquero Jorge Broun, y fue campeón de la Copa de la Liga 2023.
Tras superar la zona A en la cuarta posición, debido a un triunfo en la última fecha ante Arsenal por 2-1, el “Canalla” se abrió paso entre las fases eliminatorias por medio de los penales, con los que eliminó a Racing, en cuartos de final, y a River, en la semifinal.
Llegada la final, Rosario Central tuvo que enfrentarse a Platense y, en una final cerrada y pareja, el único gol de la noche fue convertido por el mediocampista Maximiliano Lovera, autor de una inolvidable jugada individual: surgido en las inferiores del club, Lovera recibió en una zona lejana al área rival, giró sobre la marca y encaró, con un caño en medio de su carrera, para luego enfrentar al arquero del “Calamar” y vencerlo con un remate bajo y cruzado.
Tras haber alcanzado la gloria, Central quedó en el tercer puesto de un duro grupo en la Copa Libertadores 2024, compartido con Atlético Mineiro de Brasil, Peñarol de Uruguay y Caracas de Venezuela, y fue relegado a la disputa de la Copa Sudamericana, en la que pudo derrotar a Internacional de Brasil pero cayó con el Fortaleza brasileño, en octavos de final. Poco más de un mes de la caída ante Fortaleza, Russo decidió renunciar.
Con cinco ciclos, Miguel Ángel Russo dirigió un total de 269 partidos, con 109 triunfos, 79 empates y 81 derrotas. Ganó la Copa de la Liga 2023, disputó dos Copas Libertadores y es el segundo entrenador con mayor cantidad de partidos dirigidos en el club, así como también el tercero con más triunfos desde 1939, cuando se incluyó a Central en los torneos de AFA.