A 41 años de la Gesta

Roberto Estévez: Un cruzado en Malvinas (Segunda entrega)

Por Jorge Martín Flores *

Este joven oficial Roberto Néstor Estévez, un cruzado en Malvinas, fortaleció sus convicciones y su misión nutriéndose sistemáticamente con lecturas de autores del nacionalismo católico argentino y especialmente con la llegada providencial al Regimiento 25 de su nuevo Jefe el Coronel Mohamed Alí Seineldin, padre de los comandos argentinos y bajo cuyas alas se cobijó. Pues fue quien imprimió en el 25 el lema de “¡Dios y Patria o muerte!” encontrando Estévez el camino allanado para realizar su sueño de ser Comando consagrándose a este lema de vida y sacrificio: “Estoy convencido de que mi mayor especialización como combatiente, acompañará una mayor elevación espiritual, porque en la Argentina, el soldado del Ejército no es una persona instruida para matar sino que es, y con mucho orgullo lo digo, ´caballero cristiano de vocación guerrera´”.
El curso lo inició en 1981 en Córdoba. Confirmándole a su amada: “Yo soy débil, blando, descontrolado, pero porque invoco la protección del Padre, Él me hace capaz de resistir, de superar de manterme sereno, de resolver de enfrentar. Por eso, es que estoy absolutamente convencido: esto es por sobre todo una acción de raíz y fundamento en la Fe (...) Yo puedo, porque Dios quiere (...) Más que nunca le pido a Dios que me ilumine, que me guíe, que me dé lucidez, que no me permita desfallecer, que me permita ser siempre el primero para los esfuerzos y sacrificios y el último para beneficios y comodidades, y que me haga que yo siempre esté a la altura de lo que mi deber y las misiones me exijan” .
Con entrega total y firmeza espiritual, arremetió sin claudicar la difícil prueba del pasillo de fuego. Y resistió hasta sus últimas consecuencias físicas y psíquicas ante la prueba del campo de prisionero. Allí sufrió dos paros cardio-respiratorios… Sin embargo, fue reanimado y enviado al Hospital. Y aunque usted no lo crea… tras recuperarse: ¡El joven subteniente regresó a terminar el curso ante el asombro de todo el mundo! Y lo hizo, coronando su misión con una dificilísima prueba de alpinismo en la cual llegó a la cima del Monte Tronador.
Ya Comando, regresó al 25 y a fines de 1981 ascendió a teniente pidiendo permanecer un año más en su unidad. Allí, el teniente Estévez recibía a los soldados conscriptos que se incorporaban a la unidad para realizar el servicio militar. Y mirando uno a uno, fue seleccionando del resto a un grupo especial de jóvenes que condujo bajo su tutela y ejemplo, brindándoles un intensivo cursillo de comandos. Su deseo explícito era convertirlos en “una jauría de perros salvajes” y se les permitió usar la boina verde distintiva de las fuerzas especiales. Conformó una compacta unidad que sería la Sección AOR (Aspirantes a Oficiales de Reserva) y que en Malvinas generó el estupor del enemigo que pensaba estar combatiendo ante un regimiento entero.
Si el código del caballero cristiano en la Cristiandad se sintetizaba en el lema: “Siempre adelante, nunca retroceder”, Roberto Estévez pudo embellecerlo con la consigna de San Pablo, que imprimió en su sección: “Si Dios con nosotros ¡quién contra nosotros!”. Diciéndole a su novia: “No hay de qué ni por qué tener miedo respecto a la posibilidad de entrar en ´alerta roja en la guerra´. Si la Madre de Dios nos protege; si cada soldado reza el rosario que cuelga de su cuello; y si junto con la celeste y blanca va a encabezar nuestras columnas una cruz; si atados al cañón de cada uno de nuestros fusiles hay un sagrado escapulario; si todos los que tienen el honor de haber nacido en esta tierra toman conciencia que nacieron para ser Hidalgo y vive, piensa, habla y actúa y muere como tal; si asumimos el compromiso de ser descendientes de la estirpe de las Hazañas Increíbles tal cual son nuestros héroes y procedemos en consecuencia; si tenemos que todos y cada uno que debemos vivir y morir con Fe, con Esperanza y con Caridad, no hay de que no por qué temer: está escrito que vayamos a triunfar sobre los ingratos a quienes el Padre de la Patria y sus cóndores dio libertad. Vos misma has transcripto en tu carta esa frase de San Pio X, que no deja lugar a dudas: un ejército que reza vence, un Ejército es la Nación en armas, una Nación que reza vence. Si la Patria abraza fervientemente la Verdad de Dios, nada se impondrá a nosotros. La frase que me diste infunde fuerza, aplasta las dudas, alegra el alma y fortalece el cuerpo. No podía ser más oportuna. La voy a enseñar a mis tropas”.

*Profesor de Historia. Vicepresidente de la asociación civil Movimiento Jóvenes por Malvina. Colaborador de la asociación civil Malvinas: Educación y Valores. Integrante de la Asociación Civil Docentes por Malvinas Julio Rubén Cao. Integrante del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Lomas de Zamora.