Retorno a lo esencial de la vida

Conociendo a El Principito

Por Tomás I. González Pondal

Ediciones Nueva Hispanidad. 198 páginas.

Poco después de cumplirse ochenta años de la publicación de El Principito sale la primera edición revisada de un estudio tan sumario como provechoso realizado por Tomás Ignacio González Pondal sobre aquel clásico de la literatura y su siempre vigente crítica al mundo moderno.

Pondal (Buenos Aires, 1979) presenta algo más que un mero examen del texto porque, además de rastrear las posibles fuentes de inspiración de Antoine de Saint-Exupéry, halla hilos de conexión con otros trabajos de ese escritor e indaga en la filosofía de las lecciones que se van exponiendo en el libro, en un intento por pasar en limpio el mensaje de la novela, todo esto con ayuda de reconocidos ensayistas. La suya es, por tanto, una tarea que aúna el esfuerzo interpretativo con la revisión de una abundante bibliografía.

De a poco se ilumina el sentido de la obra, que no es otro que el retorno a las cuestiones capitales de la vida, algo que se expresa en la novela a través del permanente contraste entre la presunta candidez de un niño, que en realidad conserva los valores esenciales en toda su pureza, y la aparente seriedad de los mayores, que solo demuestran su preocupación por cosas superfluas.

Para excavar en ese sentido de la novela, el autor se propuso acompañar los pasos del pequeño de cabellos dorados, desentrañando el posible significado de cada personaje que se encuentra, como el astrónomo turco, el geógrafo, el farolero, el rey, el hombre de negocios, el mercader de píldoras o el zorro, y de cada signo que allí aparece, como los baobabs o la rosa.

El recorrido por tan rica galería de figuras y situaciones sirve tanto para aquellos que ya han leído el libro como para los que aún no lo han hecho y se disponen a hacerlo.

Conociendo a El Principito se estructura en veintisiete capítulos cortos, tantos como tiene el texto original de la novela, para dar lugar a un examen metódico de los asuntos que aparecen, atento a los detalles e incluso al tono que va adoptando la escritura de Saint-Exupéry, en consonancia con el momento vital del escritor francés.

El autor de este estudio, que es abogado y ex profesor de lógica, pone en diálogo otros textos del escritor francés, aporta reflexiones propias, datos históricos y curiosidades, mientras extrae las grandes lecciones del libro. Ese tesoro, que se desvela progresivamente, está compuesto por las cosas inmateriales e inmutables, como el cultivo de la amistad, el amor a una mujer y el amor a la tradición, los buenos y malos hábitos que enraízan en el alma, el desdén hacia el hombre masa dominado por el vértigo y la moda, la importancia del consuelo fraterno o de los ritos, el sentido espiritual de la vida e, incluso, la disposición ante la muerte.

En su recolección de estas joyas, el autor del estudio, que hace aportes de gran belleza, se sirve también de las consideraciones ya hechas por renombrados biógrafos del autor francés como Vircondelet, Michel Manoll, nuestro filósofo Bernardino Montejano o Rafael Gambra.

Pondal logra, así, que el lector saboree lo que tiene de nutritivo la novela, que contemple la extraordinaria belleza y hondura que contiene. Su estudio tiene algo de trabajo pedagógico, didáctico, de guía elemental, con sus capítulos tan breves como reflexivos. Pero su mayor virtud es que el torrente de apreciaciones permite sumergirse velozmente en el corazón del libro y de su autor, que es, en definitiva, la búsqueda de lo esencial, de lo invisible, de la verdad y del bien.