Repugnante fariseísmo

Señor director:

Con diferencia de unos pocos días, hemos asistido a dos medidas de fuerza tomadas en nombre de la defensa de los trabajadores y la educación pública que “no se negocia” como se lee en los carteles que ornamentan sus marchas y movilizaciones: un paro ferroviario y (era de esperarse ante el cambio de signo político del gobierno) una huelga docente el día en que comenzaba el ciclo lectivo.

Impresiona la ostentación de cinismo e hipocresía de los dirigentes gremiales involucrados: unos dejan sin transporte a otros trabajadores que pierden el día de trabajo y eventualmente el presentismo si corresponde (para más inri la organización que deja a pie a otros trabajadores se autodenomina “La Fraternidad”); los otros dejan sin clase a los niños de menos recursos, porque es cosa bien sabida que (por causa del accionar de los sindicatos docentes entre otras) hoy sólo envían a sus hijos a escuelas estatales los padres que no pueden permitirse pagar una cuota en una institución privada; el que tiene esa opción no lo piensa dos veces, aunque ello conlleve duros sacrificios y privaciones.

Por supuesto que las medidas de fuerza en cuestión, a la vez que perjudican a los más necesitados según vimos, ni rozan a quienes son los verdaderos responsables de la situación calamitosa que vivimos, fuera de algunos votos que eventualmente pierdan en el futuro.

Costo bien modesto en comparación con las prebendas de que se sirven sin ningún empacho. Los políticos que han apoyado los gremios y los dirigentes sindicales entre ellos. Hipocresía y cinismo dijimos, pero la verdad la conducta de estas personas tiene un nombre bien evangélico: fariseísmo.

Alejo Andrés Liendo - DNI 20.536.730

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