Renunció Almirón a la dirección técnica de Boca

Luego de llegar al país, procedente de Río de Janeiro, el entrenador le comunicó a Juan Román Riquelme que dejaba su cargo. Este lunes se despide del plantel.

Jorge Almirón dejó de ser el director técnico de Boca. Así se lo anunció el entrenador al vicepresidente del club, Juan Román Riquelme, luego de arribar a Buenos Aires en el vuelo procedente de Río de Janeiro, Brasil, donde el Xeneize cayó en la final de la Copa Libertadores ante Fluminense por 2 a 1.

El ahora ex DT fue muy criticado por los hinchas en las redes sociales por el pobre planteo y los erróneos cambios elegidos, no sólo en el último encuentro sino a lo largo del torneo continental.

Es que más allá de haber llegado a la instancia decisiva, Boca se transformó en el primer equipo en lograrlo sin ganar ningún partido de eliminación directa, empató todos los duelos: en octavos contra Nacional, 0 a 0 y 2 a 2; en cuartos, doble 0 a 0 con Racing, y en semis, 0 a 0 y 1 a 1 contra Palmeiras. Prevaleció siempre por la vía de los penales con un Sergio Romero como máxima figura.

La efímera etapa del entrenador oriundo de San Miguel con el buzo azul y oro terminó con sólo 43 partidos y un pobre registro de 17 victorias, 13 empatres y 13 derrotas.

Además, en el torneo local el Xeneize cayó contra River por 2 a 0 en la Bombonera, un duro golpe que fue amortiguado por la ilusión de la posible conquista de la séptima Libertadores. Con ese anhelo disipado, pocos argumentos le quedaron a Almirón para sostener un proyecto que no se permite largos plazos en la sede de Brandsen 805.

Con las elecciones encima, el club renovará su comisión directiva el sábado 2 de diciembre, el desafío de Riquelme y su Consejo de Fútbol será encontrar un cuerpo técnico y reordenar las prioridades, ya que aún puede aspirar a clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga, tiene pendiente el  enfrentamiento contra River por el Trofeo de Campeones de Superliga y jugará la semifinal de la Copa Argentina ante Estudiantes (el 15 de noviembre próximo)

A Boca le queda el triunfo ante el Millonario o alzar algúno de los trofeos domésticos para salvar el año. Sólo así podría encontrar algo de consuelo. Hallar paz le resultará mucho más trabajoso.