Referentes religiosos piden a los candidatos un diálogo "responsable y comprometido"

"No hay país posible sin diálogo", y tampoco hay diálogo "con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto", afirman en un comunicado.

Distintas iglesias e instituciones religiosas del país exhortaron en una declaración conjunta a "un diálogo responsable y comprometido" de los candidatos y candidatas que participarán en la campaña, de cara a las elecciones nacionales del 22 de octubre.

En ese marco, desde las distintas tradiciones religiosas que conviven en el país, realizaron una convocatoria a la dirigencia política a presentar "propuestas concretas y sustantivas", a que dejen "de lado las estrategias que buscan el conflicto y el enfrentamiento estéril" y reflexionaron que "la agenda política debe comenzar por la escucha atenta de la realidad".

Entre los firmantes se encuentran la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la DAIA, el Seminario Rabínico Latinoamericano, el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la Siriana Ortodoxa de Antioquía y la Apostólica Armenia.

También firman la declaración la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (Aciera), el Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto de Diálogo interreligioso (IDI) y el Comité interreligioso por la paz de la provincia de Córdoba.

"En un momento crucial para nuestro país, reafirmamos nuestro respeto por el voto ciudadano porque es una expresión fuerte de la voluntad popular. En este sentido, el voto no es solo un acto de elección. También puede ser un llamado de atención: 'No nos tengan en cuenta solo para la elección, escúchennos en las necesidades concretas que hacen a una vida digna, una vida que pueda llamarse verdaderamente humana'", indicaron en el inicio del texto.

En ese marco, sostuvieron que "la agenda política debe comenzar por la escucha atenta de la realidad" y plantearon: "Un resultado electoral es un mensaje profundo que nos convoca a la reflexión y nos compromete con el bien de nuestro pueblo".

Asimismo, indicaron que les "preocupa la falta alarmante de diálogo entre las diferentes corrientes políticas y de éstas con la sociedad, como las PASO han puesto de manifiesto".

"No hay país posible sin diálogo. Tampoco hay diálogo con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto", remarcaron, ante lo cual expresaron su deseo de que "ninguna forma de violencia oscurezca la esperanza del diálogo".

"Necesitamos imperiosamente del diálogo para la amistad social que haga del encuentro una cultura. Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y de los medios de comunicación", agregaron en la declaración.

En el texto de una carilla, las instituciones religiosas realizaron "un firme llamado a toda la dirigencia política, independientemente de sus afinidades partidarias, para que asuman la responsabilidad de presentar propuestas concretas y sustantivas, abiertas a un debate profundo e inteligente y a una colaboración comprometida para afrontar los desafíos del presente, dejando de lado las estrategias que buscan el conflicto y el enfrentamiento estéril".

"En un momento en el que las tensiones pueden amenazar nuestra cohesión como sociedad, nos comprometemos a fomentar un diálogo responsable y comprometido, basado en el respeto, la sinceridad y la búsqueda constante de soluciones con la voluntad de escuchar y encontrar puntos de convergencia", señalaron.

Mencionaron, además, que "existen principios innegociables que sustentan nuestra sociedad y que no pueden ser soslayados: el cuidado de la vida, la preservación de nuestra casa común y la opción preferencial por los más necesitados y desfavorecidos" y solicitaron a la política que "promueva la libertad en todas sus dimensiones y al mismo tiempo sea una herramienta responsable al servicio de la justicia social".

"No hay verdadera libertad sin fraternidad. Con este espíritu, reafirmamos nuestro respeto absoluto por la Constitución Nacional como el marco que guía nuestras acciones y decisiones. Fieles a nuestras distintas tradiciones y denominaciones religiosas, queremos ser una patria de hermanos. Es nuestro deber con las generaciones presentes: Construir hoy un futuro basado en valores solidarios y compartidos, en la incansable búsqueda del bien común", concluyeron.