El rincón de los sensatos
¿Quién perdió las primarias?: El Gran Bonete (¿Y después del domingo?)
El 12 de septiembre, nadie perdió. Cristina lapidó al Presidente en una carta tan abierta, que accedió a ella aún el más desinformado. Al culparlo, se hizo ajena a toda derrota. De su Olimpo no se mueve. Actuando a sus órdenes, la diputada Vallejos trató a Alberto de "mequetrefe'' y de "okupa'' (de la Rosada, sin duda). Tanta violencia doméstica, dentro de un gobierno, no tiene precedentes.
Frente a la Casada Rosada, D'Elía y Boudou, jugaron al eco. La foto de ambos condenados por delitos comunes -el segundo siendo vice- mojando sus patitas en la fuente de la plaza maya, es surrealista. El caso del estólido disc jockey marplatense, devenido K a través de la UCD, no lo hubiera imaginado ni Tristán Tzara.
Por su lado, el mismo Alberto, cabalga entre la desorientación y la indiferencia. Tampoco él se cree responsable. Que no se atreva a culpar a Cristina -y a su barra brava- es una cosa. Pero su toquetona búsqueda de fotos con líderes mundiales, allá en Glasgow, apuntaba al mercado interno. Para intentar ofrecerle algo parecido a un estadista.
EL NUEVO GABINETE
Conducidos por Alberto o por Cristina, los desembarcos en el gabinete no pudieron ser más desafortunados. Las historias de Mazur y de Aníbal Fernández, no exentas de causas penales, los condena de antemano. No dan el perfil de salvadores del naufragio. En dos días cesaron sus bravatas. Ya son fantasmas que deambulan en una casa deshabitada.
Sin embargo, nadie olvida que, junto con la fiscal Monica Fein, estropeó la escena del crimen de Nisman, cometido el día anterior a que éste acusara a Cristina ante el Congreso.
Hace algún tiempo, como si la policía que comanda fuera eficaz y ajena a la droga y a otros menesteres, Berni filmó unos cortos propagandísticos en los que aparecía como un
LA CECA
Nuestro tema de hoy, es la ceca de una cara que abordamos en estas columnas hace un mes, en una nota que se tituló "¿Y dónde está el piloto?''
¿Seguirán los zigzagueos de Alberto? ¿Buscará Cristina el sillón de Balcarce 50? (poco probable: ese sillón arde). Por otra parte, el mero triunfo de la oposición, no asegura el giro de 180 grados que el país pide a gritos. Las posibilidades, al día de hoy, son tantas como inciertas.