Buena Data en La Prensa

¿Qué le están enseñando a mi hijo?


Llegó a nuestro país la Dra. Miriam Grossman, médica psiquiatra infantojuvenil estadounidense, especializada en temas de familia y educación sexual. Presenta su libro ‘¿Qué le están enseñando a mi hijo?’, editado por primera vez en español. Fue invitada por Padres Unidos (www.padresunidosarg.com.ar), agrupación de padres que se pronuncian en contra de los contenidos con ideología de género y la sexualización de los niños en la escuela, y Citizen Go (www.citizengo.org), plataforma que declara defender y promover la vida, la familia y la libertad a través de peticiones, acciones online y otras manifestaciones públicas.

LOCURA DE GÉNERO

El sitio web de la doctora nos recibe con estas crudas afirmaciones: “Mi profesión, capturada. Mis colegas, sin carácter. Educadores corrompidos. Niños sacrificados. Familias destruidas. Civilización desmantelada”. Un panorama triste pero claro, descripto por alguien que viene “luchando contra la locura de género desde 2008” (https://www.miriamgrossmanmd.com/).

¡Así es! El enfoque de género ha negado la ciencia, ha sometido y “formado” durante años a profesionales de la salud y docentes con ideologías que destruyen familias y tuercen el crecimiento natural de los niños.

“Tenés derecho a una sexualidad plena y satisfactoria, sin consecuencias”. La educación sexual en las escuelas fue tomando esta perspectiva en casi todos los países de occidente; una estrategia global adoptada por organismos internacionales como las Naciones Unidas y Unesco que se implementa a través de políticas y programas a nivel mundial. Solapadamente (y a veces no tanto) saca a la familia de su lugar natural de educadora y considera a la escuela como el resguardo donde el niño puede protegerse de sus padres.

El enfoque de Miriam Grossman, en cambio, es a la vez tradicional y novedoso, de sentido común y estrictamente científico. Los padres son los principales, originarios, primordiales y naturales educadores de sus hijos y tienen el derecho a que se respete su lugar; las relaciones sexuales son algo serio; varones y mujeres somos diferentes.

¿SALUD SEXUAL?

¿Qué aspectos de la educación sexual son más beneficiosos para los adolescentes? “Todos los adolescentes tienen que saber la verdad, pero las niñas son más vulnerables. Físicamente, el cuello del útero es inmaduro hasta los veinte años aproximadamente y por lo tanto son más vulnerables a las infecciones, por eso hay tantas niñas con ITS. El cuerpo todavía no está maduro para la actividad sexual, tampoco están emocionalmente preparadas. Cuanto más jóvenes inician la actividad sexual, están más proclives a sufrir infecciones y depresión”, responde la Dra. Grossman.

“Contrario a lo que se plantea desde clases de educación sexual, donde se pone el centro en la actividad, lo mejor es esperar.” Y agregó: “Estoy hablando de un ideal. Así como tenemos un ideal de lo que deberían comer o de hacer ejercicios, también hay un ideal de la vida sexual, desde el punto de vista de la salud, no de la moral, es bueno esperar. La realidad de la verdadera libertad sexual se logra cuando la persona está madura, cuando ya no corre tantos riesgos de infecciones, ni tiene que estar preocupada por si se embaraza.”

Y continúa diciendo: “La educación sexual que deben recibir un niño tiene que ser adecuada a la edad. Eso es lo que les permitirá vivir la sexualidad en libertad. Siendo realista, sé que esto es un ideal, pero las autoridades deberían ser claras. La educación sexual actual no plantea a las relaciones sexuales con la seriedad que debiera. No hablan de la verdadera salud.”

NO ES DEPORTE

“Tanto hombres como mujeres establecemos vínculos. Durante las relaciones sexuales se libera oxitocina lo que aumenta los sentimientos de placer, complicidad, afecto y confianza y podés establecer vínculos cercanos. La sexualidad no es un deporte, es algo serio y mucho más complejo. Si pasás un día comiendo comida chatarra, o fumando un cigarrillo de tabaco no cambia tu vida. Una sola interacción sexual puede cambiar tu vida para siempre, solo por una vez. Un embarazo, un aborto, una infección pueden cambiar tu vida.

LA FAMILIA

Grossman se refiere al rol que deben ocupar los padres en la educación sexual de sus hijos: “La educación sexual viene de la casa. Es necesario empoderar a los padres, darles opciones para esos padres, considerando también sus valores.

Una cultura que nos obliga a obtener respuestas rápidas nos influye. “Estamos muy presionados, muchos padres pueden querer sacarse el problema de encima dejando que la escuela se encargue, porque no tienen tiempo, o no saben qué decir o tienen vergüenza. Hay que hacer dar cuenta a los padres que ellos pueden”.

Existe una educación sexual científicamente fundamentada, pero no la hay neutra. “No se puede enseñar educación sexual sin valores. Quienes dicen que no hay valores, eso ya es un valor”. La supuesta neutralidad, en este aspecto esconde relativismo y poco compromiso.

En cuestiones de educación y salud, las provincias y CABA tienen carácter autónomo y ejercen sus facultades de legislación y jurisdicción en estos ámbitos. La provincia de Buenos Aires es una fortificación impenetrable en cuanto a la educación sexual ideologizada en las escuelas y a la formación de sus docentes. Así lo muestra la colección ESI de la Dirección de Educación Sexual Integral y la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a la que ya nos hemos referido en nuestras columnas y fue motivo de muchas críticas.

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