Pum para arriba
Malherido por las acusaciones de estafa producto del affaire con la criptomoneda $Libra, el Gobierno reacciona desesperado. Acorralado por el alto impacto mundial de la noticia, elige contraatacar en lugar de vanagloriarse de algunos logros económicos impensados hasta hace un año, como la baja de la inflación y el crecimiento de la economía. Prescinde del escudo.
Expertos en el manejo de la comunicación a través de las redes sociales, canales mediante los cuales captaron la atención del votante joven y disconforme con el sistema y la política, hoy los integrantes de La Libertad Avanza no logran cambiar el foco y echar un manto de sombras sobre el escándalo suscitado en torno a la estafa cripto y el rol que habría tenido Javier Milei en todo este entuerto.
La situación es tal que obra como un torpedo por debajo de la línea de flotación en la estrategia electoral 2025. El dilema es si la sociedad empieza a asociarlos con la misma corrupción política que ellos, aseguran, vinieron a desterrar. Tienen, sin embargo, un puñado de indicadores económicos que los respaldan y que podrían fungir como un tablón al que aferrarse en medio de un naufragio.
Uno de ellos es ni más ni menos que el crecimiento de la actividad económica. De acuerdo a los datos difundidos por el Indec durante la semana, en diciembre de 2024 el estimador mensual de actividad económica (Emae) registró una suba de 5,5% en la comparación interanual (ia) y de 0,5% respecto a noviembre en la medición desestacionalizada.
Con relación a igual mes de 2023, nueve sectores de actividad que conforman el Estimador registraron subas en diciembre, entre los que se destacan Intermediación financiera (+18,0% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (7,4% ia). La actividad Industria manufacturera (6,7% ia) fue la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del Emae, seguida por Comercio mayorista, minorista y reparaciones (7,4% ia).
De aquí se desprende un puñado de datos alentadores. Uno sería la recuperación del consumo a partir de la dinámica del comercio mayorista y minorista. De hecho, según la Cámara Argentina de Comercio, el consumo en enero trepó al 5,4% interanual, escalando 4,3% frente al mes de diciembre.
El otro es el fuerte repunte de la actividad manufacturera, que venía exhibiendo guarismos raquíticos o directamente negativos. Que la rueda de la economía interna se ponga en movimiento, más allá de todo lo positivo que generan las exportaciones, es clave porque buena parte del empleo también se crea en estos segmentos.
En cambio, seis sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Pesca (-25,0% ia) y Construcción (-7,2% ia). “Las actividades de Construcción (-7,2% ia) y Administración pública y defensa, planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-2,5% ia) son las de mayor incidencia negativa y le restan 0,34 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE”, afirma el paper.
La fuerte caída del rubro de la Construcción, mano de obra intensiva y fundamental al momento de mejorar los números del empleo, se explica sobre todo por dos motivos: la parálisis de la obra pública, que el Gobierno cortó de cuajo para que le cierren los números y alcanzar el superávit fiscal; y la marcha lenta de las obras privadas, donde el costo de los insumos y la mano de obra atenta contra la actividad.
En la semana también hubo una noticia que podría servir de estímulo para éste rubro tan relevante en la economía. El Gobierno decidió simplificar los trámites para la importación de bolsas de cemento, en un paso más hacia la apertura de la economía.
“Con dos trimestres consecutivos de expansión, Argentina ha dejado atrás la recesión y recuperó los niveles previos al inicio de la caída. Este repunte es una señal alentadora, y las proyecciones para 2025 son optimistas, con estimaciones de crecimiento superiores al 5%. Para que esta tendencia no quede simplemente en un rebote, sino que tenga la fortaleza suficiente como para poder crecer de manera sostenida, es necesario que se continúe en la agenda de desregulación, en favor de tener una economía más ágil, dinámica y eficiente”, explicó Lautaro Moschet, economista en la Fundación Libertad y Progreso.
DISPARIDAD
La política monetaria del Banco Central, que ha parido un dólar barato, condiciona a toda la economía. De allí que el crecimiento que se registra no sea armónico sino dispar, diferenciado sectorialmente de acuerdo al perfil exportador y a las posibilidades que tengan algunos rubros de competir frente al lento pero persistente crecimiento de las importaciones.
Entre los pliegues del 5% de crecimiento de la economía en diciembre se esconden algunos datos relevantes. Por ejemplo, la producción de las pymes registró un ascenso del 12,2% interanual, aunque aún no logran recuperarse de un 2024 donde en el mismo mes se desplomaron 30%.
Pero, más allá de esto, la tendencia es al alza. Tanto que en la comparación mensual, en enero las industrias manufactureras pymes avanzaron 4,8% con respecto a diciembre. Pese a que todos los rubros mejoraron su performance, hay algunos como el Textil que empieza a crujir frente a la competencia internacional y el fuerte entramado impositivo.
Los especialistas han dejado en claro ya que el crecimiento de la economía argentina tendrá matices sectoriales, donde algunos -fundamentalmente aquellos con sesgo exportador- lograrán un margen de renta que otros no alcanzarán jamás.
De hecho, el informe del cuarto trimestre 2024 de la Fundación Pro Tejer denuncia:
* El 62% de las empresas registraron caída en su volumen de ventas, siendo la variación promedio una caída del -16% de las ventas en el ultimo trimestre del año.
* El 67% de las empresas disminuyeron la producción de forma interanual. La caída promedio fue de -16%.
* El 64% de las empresas encuestadas registraron menor uso de su capacidad instalada respecto al mismo trimestre del año anterior. La caída promedio fue de - 12 p.p. “La principal causa identificada que impacto en la caída de la actividad fue la pérdida de poder adquisitivo de la población junto con un aumento de la participación de las importaciones en el consumo”, asegura el documento de la entidad, representante de un sector que en los años de inflación al rojo vivo estuvo en el ojo de la tormenta por ostentar precios mensuales por encima del promedio del índice general.
La vocación aperturista del Gobierno tiene como herramienta principal un tipo de cambio atrasado que lubrica la dinámica importadora. En el efecto puerta giratoria, ingresan productos finales desde el exterior y se marchan, bajo la modalidad turismo emisivo, los dólares allende las fronteras.
De hecho, el martes el Indec informó que en enero casi 2.600.000 personas viajaron al exterior. El 87,5% del turismo emisivo se dirigió a los países limítrofes, siendo Brasil (32,8%) el principal destino, seguido por Chile (22,9%); y Uruguay (16,3%). La cantidad de turistas que salió del país creció 73,2%.
GOLPE BAJO
Por algún motivo, tal vez por el mismo desconcierto, el Gobierno ha prescindido del escudo que representan guarismos macro envidiables. Cualquier otra gestión hubiera querido ostentar inflación del 2% mensual y firme crecimiento de la economía.
Claro que detrás de este cortinado se esconden las huellas de la motosierra, el ajuste feroz que hizo blanco en los jubilados, la nula obra pública aún en puntos clave como la infraestructura carretera, entre otros detalles.
Habrá que ver qué cicatrices deja la denuncia por la estafa cripto en la figura política del presidente Javier Milei. Por lo pronto, y como suele suceder, aquellos que antes le besaban la mano hoy le clavan puñales. En esa línea está, por ejemplo, la revista Forbes.
La encuesta de la consultora Isasi-Burdman, bajo el título Comienza la guerra electoral, recalca que Javier Milei conserva una imagen positiva del 54%, contra una negativa del 36%. En la Capital Federal el apoyo es del 40%; en la provincia de Buenos Aires, del 47%; en la región centro, 62%; y en el resto del país, 60%.
En el flanco económico, sin embargo, el 43% de los encuestados asegura que su situación empeoró, aunque el 49% considera que este año la economía estará mejor que en 2024. Es más, el 52% remarca que el problema de la inflación se está resolviendo, y el 58% sostiene que el gobierno está en el rumbo correcto.
La última pregunta de la encuesta fue: ¿Siente usted que la economía argentina es más estable que antes? El 64% contestó que sí. Contundente. El Gobierno tiene en la recuperación económica un escudo que de todo lo protege, estafas cripto incluidas. Una vez más, billetera mata moral.