No sólo los pronósticos del periodismo fracasaron al vaticinar que los votos para aprobar los proyectos del gobierno eran escasos en Diputados. También fracasaron los economistas que pronosticaron que sancionadas las leyes los mercados volverían a la normalidad. El viernes subieron todos los dólares, bajaron los bonos, subió el riesgo país, bajó la Bolsa y los ADR cedieron en bloque. Según explican los entendidos el problema no se político sino de enfrentamiento del gobierno con el sector financiero que con el ok del FMI pide devaluación y levantamiento del cepo para salir de la Argentina.
Caputo bajo fuego
El ministro Luis Caputo salió el viernes a ratificar el plan de ajuste ortodoxo porque en los últimos días le llovieron las críticas y no precisamente desde la izquierda. El Barclays hizo un informe negativo sobre la Argentina y con Rodrigo Valdés del FMI no fue mucho mejor. Javier Milei detesta a Valdés, pero al que teme en el FMI es a Vladimir Wernig, un burócrata con pasado en el JP Morgan que presiona por la salida del cepo. El FMI notó que el BCRA aumentó la base monetaria al 15% mensual desde abril y quiere que pare. Por eso Caputo anunció que sólo se emitirá para comprar dólares.
Paradojas económicas
La semana terminó con una conferencia de prensa del ministro de Economía, porque no había empezado bien. Se conoció que en el primer trimestre el PBI había caído el 5,1% y el desempleo alcanzado el 7,7%. El dato puede parecer impactante pero el PBI cayó 2,5% entre el tercer y el cuarto trimestre de 2023 durante el gobierno de Fernández-Massa. Es decir, la economía también se contrajo, aunque el gobierno peronista en plena campaña electoral aplicó políticas para inflar la demanda (plata en el bolsillo). Resultados similares con políticas opuestas.
La situación de Lijo
El miércoles se reunió la Comisión de Acuerdos del Senado para aprobar pliegos de militares y diplomáticos, pero no hubo ninguna propuesta de cronograma para tratar los de los candidatos a la Corte Suprema, Ariel Lijo, y Manuel García Mansilla. Trascendió, en cambio, que varios senadores recibieron a enviados de Lijo para tantear la situación del hoy camarista federal de cara a la votación. No hubo, en cambio, ninguna visita similar de representantes de García Mansilla del que se duda que pueda reunir la mayoría de dos tercios para ser designado.