La Filarmónica de Buenos Aires en el Colón

Prometedor inicio de temporada

 


Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Concierto con obras de Arnold Schoenberg y Ludwig van Beethoven. Directora invitada: Zoe Zeniodi. Solista: Homero Francesch (piano). El sábado 13 en el Teatro Colón.


Fue una propuesta interesante el doble aspecto convergente de este concierto inaugural del ciclo de este año de la Filarmónica. Valen las lecturas que deben desprenderse de ello. En primer lugar, rendir homenaje en el 150° aniversario de su natalicio a Arnold Schoenberg (nacido en Viena en 1874 y fallecido en Los Angeles en 1951) luego de una vasta e influyente obra establecida en cuatro períodos remarcables.

Aquí se ofreció en la primera parte del concierto su ‘Pelleas und Melisande’, op.5, de comienzos del siglo XX (que fue justamente la época del estreno de la ópera de Debussy también, sobre el tema), que el autor vienés revisó y estrenó con su dirección en la ciudad del Danubio. Una propuesta que ya acusa su manera de manifestarse ante el afamado poema de Maurice Maeterlinck, con una atracción y visión propias, fuera de una idea poemática y cautivando con esa temprana sinfonía que llegó al Colón (los memoriosos recordarán seguramente) por esta misma orquesta en los años ochenta y que se repitiera en la década siguiente.

En esta oportunidad, la directora griega Zoe Zeniodi, nacida en Atenas hace cuarenta y ocho años, de refinada presencia y personalidad, hizo de entrada una breve y simpática alusión a su retorno y al teatro antes de comenzar, logró un resultado efectivo y representativo del lenguaje schoenbergiano de su primera época y cabe destacar la impecable respuesta de las diversas secciones instrumentales del numeroso orgánico que requiere.

BEETHOVEN

Tras este evocativo reencuentro con este Schoenberg todavía juvenil por cierto, en la segunda parte del concierto llegó el momento beethoveniano. Quizás y de alguna manera se presentó una respuesta en alusión a la escuela de Viena en la historia musical, a la llamada primera escuela, que testimonia el riquísimo historial musical legado, y como hecho contrastante a quien representara la llamada segunda escuela vienesa, si revisamos temas inmanentes a la historia de género.

De manera que la presencia de Beethoven a través de su emblemático Concierto para piano Nº 5 en Mi bemol mayor, op.73, bautizado a posteriori ‘Emperador’, permitió la presencia del instrumentista montevideano Homero Francesch (76), de destacada carrera y radicado en Europa, donde ha desarrollado una labor intensa y donde destacan numerosas interpretaciones y hasta conocidas grabaciones con grandes orquestas y directores. Se afincó mayormente en Suiza, donde reside desde hace años y es profesor de la Escuela Superior de las Artes de Zurich. Pues bien, su desempeño fue lucido traduciendo en el teclado con digitación precisa y su manifiesto manejo de las octavas. La recreación de esta suprema pieza pianística con la orquesta y la directora invitada coparticipando también con su lucimiento en momentos del cierre del programa. A la hora de los aplausos conclusivos el pianista de nuestro vecino Uruguay supo satisfacer al público con una encore proveniente de las escenas infantiles op.15.1 de Robert Schumann, en tanto se cerraba este concierto de apertura con abundante público y positivo aliento para el futuro, con el entusiasmo de Zoe Zeniodi aplaudiendo y señalando a cada grupo instrumental de la orquesta y al solista. En suma, un prometedor comienzo de la temporada de la OFBA.

Calificación: Muy bueno.

FOTO: GENTILEZA  A. COLOMBAROLI